Camarero sosteniendo el botón de una máquina de café mientras mira hacia otro lado.

 

La gastronomía está presente en casi todos nuestros planes de descanso, vacaciones y diversión. Si vamos al cine, disfrutamos de unas palomitas; si quedamos para tomar algo, acompañamos con unos pinchos, y cuando viajamos, no regresamos sin probar la cocina local. De esta conexión entre el ocio y la comida surge el turismo gastronómico, que se ha convertido en un importante motor de crecimiento para la hostelería a nivel internacional.

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¿qué es el turismo gastronómico?

El turismo gastronómico se define como un conjunto de experiencias diseñadas para descubrir las tradiciones culinarias y los productos típicos de una región. No se trata únicamente del acto de comer, sino de sumergirse en la cultura, la historia y las costumbres del lugar a través de sus alimentos, ingredientes y técnicas de cocina.

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importancia del turismo gastronómico en la industria de la hostelería

La influencia de la gastronomía en el turismo se manifiesta en dos grandes aspectos. Por un lado, ha dado lugar a una amplia variedad de actividades diseñadas para satisfacer el interés culinario de los turistas, como visitas guiadas, museos gastronómicos, catas en bodegas, degustaciones y clases de cocina. Por otro lado, esta creciente demanda ha impulsado la creación de nuevos empleos. Además de camareros, personal de limpieza y guías certificados, ahora se requieren perfiles especializados como sumilleres, animadores y guías con conocimientos específicos en gastronomía.

impacto económico y generación de empleo

Según datos de Economía Digital, en 2018 más de 260.000 turistas que visitaron España tenían un perfil gastronómico, y su gasto fue un 20% superior al del turista medio. Ese mismo año, el turismo gastronómico generó una facturación de 15 millones de euros, representando un crecimiento interanual del 16%. Estos datos destacan que el turismo gastronómico aporta el 33% del PIB y el 20% del empleo en el sector.

Por otro lado, cifras del SEPE de 2019 señalan que a nivel mundial se crearon 333 millones de empleos en el sector turístico, aunque en su mayoría vinculados a contratos temporales.

promoción de la cultura y tradiciones culinarias locales

El turismo gastronómico va más allá de disfrutar de la comida, convirtiéndose en una poderosa herramienta para promover la cultura local. Un ejemplo destacado es la Ruta del Vino de Toro en Zamora, donde las actividades organizadas en las reconocidas bodegas de la zona, permite, además, descubrir tradiciones como la popular Fiesta de la Vendimia.

Otro caso es el hornazo salmantino, cuya tradición está vinculada al festivo local del Lunes de Aguas. Este plato típico se convierte en la excusa perfecta para visitar Salamanca y sus alrededores durante las fechas cercanas a la Semana Santa, uniendo gastronomía y cultura en una experiencia única. 

atracción de nuevos segmentos de mercado

Para garantizar el éxito y la constante renovación del turismo gastronómico, es fundamental atraer nuevos públicos. Las generaciones Millennial y Z destacan como uno de los segmentos más exigentes y abiertos a experimentar. Estas generaciones están al día con las tendencias más innovadoras, pero también buscan combinarlas con tradiciones y elementos únicos para compartir en sus redes sociales. Por ello, es crucial ofrecerles actividades que mezclen costumbres, exclusividad, atractivo visual y actualidad social, como propuestas veganas o visitas a mercados locales con un enfoque gourmet.

El ecoturismo y la hostelería sostenible representan otro nicho en crecimiento. Los viajeros interesados en estas opciones valoran especialmente las iniciativas que incluyen productos locales, orgánicos y de temporada, con un claro compromiso con la sostenibilidad. Experiencias como rutas gastronómicas o turismo rural que les permitan conectar con la cultura e historia local son particularmente atractivas para este público.

Otros segmentos clave incluyen a los viajeros interesados en experiencias de lujo, como cenas privadas con chefs reconocidos o clases exclusivas, y a los turistas senior, que prefieren actividades tranquilas como menús especiales en ambientes relajados o experiencias relacionadas con la historia gastronómica. Finalmente, el turismo de negocios y eventos y la gastronomía internacional también se posicionan como grupos estratégicos para el desarrollo de nuevas opciones en turismo gastronómico.

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estrategias para potenciar el turismo gastronómico en la hostelería

No hay duda de que la integración de la gastronomía en el turismo tiene un sinfín de caminos a explorar. Por ello, es importante diseñar nuevas estrategias que mejoren la competitividad de los destinos y mantengan la atracción del turista. De ellas depende el futuro de la hostelería y el sector del alojamiento, cuya sinergia y colaboración es ya indispensable. 

desarrollo de experiencias culinarias únicas

El turista gastronómico busca vivir experiencias culinarias únicas que le permitan conectarse plenamente con el entorno y la cultura locales. Por ello, la exclusividad de las ofertas es una característica básica. Buenos ejemplos de ello son los espectáculos culinarios en vivo, las cenas temáticas o los festivales de comida. 

integración de productos de proximidad y sostenibles

Otra característica de este turista es el respeto a la tierra de la que salen los alimentos que degusta y, por tanto, la sostenibilidad de toda práctica culinaria. Por ello, se deben ofrecer actividades que incluyan productos locales y orgánicos y menús sostenibles que certifiquen el compromiso con el medio ambiente. 

formación y capacitación del personal en cultura gastronómica

Para lograr lo anterior, es indispensable contar con equipo preparado, que contagie el entusiasmo por los productos naturales y tradiciones gastronómicas locales. La mejor manera de interiorizar este conocimiento es imbuirse de la cultura local, estudiar el maridaje y las bebidas de la zona, desarrollar habilidades en el trato con el cliente, favorecer las experiencias interactivas, tener siempre presente la sostenibilidad de todas las actividades y, por supuesto, una formación continua

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casos de éxito en la implementación del turismo gastronómico

El triunfo de los ejemplos que se van a citar tiene como denominador común el dinamismo y la rentabilidad de sus propuestas y el llevar aparejados un desarrollo económico y un fomento del valor local. Además, no se debe olvidar que una buena estrategia de marketing y comunicación es básica para dar a conocer las posibilidades gastronómicas del destino en cuestión. 


regiones y ciudades reconocidas por su oferta gastronómica

Barcelona es un excelente ejemplo de cómo combinar tradición, oferta gastronómica, arquitectura y vida nocturna. Además de sus ya conocidos atractivos, la Ciudad Condal cuenta con el emblemático Mercado de la Boquería y una destacada oferta de alta cocina, con varios restaurantes galardonados con estrellas Michelin.

Otro caso destacado es Tokio, un referente mundial de la alta cocina japonesa. La ciudad alberga el famoso Mercado de Tsukiji, y ofrece un fascinante contraste entre su vibrante comida callejera y su innovadora cocina de vanguardia.

eventos y festivales gastronómicos destacados

La música y el cine ya no son las únicas protagonistas de los grandes festivales, ya que el turismo gastronómico ha logrado consolidarse como un elemento central en este tipo de eventos.

Entre los ejemplos más destacados se encuentra el Oktoberfest en Alemania, donde, además de disfrutar de una amplia variedad de cervezas, los asistentes pueden degustar platos típicos como salchichas y pretzels. Otro caso notable es la Fromago Cheese Experience, el mayor evento dedicado al queso en España, celebrado en Zamora. Este festival ofrece talleres, degustaciones y una amplia selección de marcas, convirtiéndose en un paraíso para los amantes del queso.

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desafíos y consideraciones para el futuro

La sociedad moderna y su velocidad obligan a cualquier sector a innovar constantemente para atender demandas y tendencias en crecimiento. Por ello, los siguientes desafíos y consideraciones deben ser tenidos en cuenta por todos los actores involucrados en el turismo gastronómico.

adaptación a las nuevas demandas del turista gastronómico

El turista gastronómico tiende a buscar experiencias cada vez más auténticas, inmersivas y exclusivas, por lo que las nuevas propuestas deben integrar el interés por la autenticidad local y la participación del turista. En un nivel más global, dichas actividades también deben cumplir con una sostenibilidad asegurada y un compromiso con el comercio justo. 

sostenibilidad y responsabilidad social en la oferta gastronómica

Por otro lado, los viajeros son cada vez más conscientes de lo que sus elecciones de ocio suponen para los lugares visitados. Por ello, los grandes desafíos que debe enfrentar la gastronomía en el turismo son la reducción del desperdicio de alimentos, la mirada hacia una agricultura regenerativa y sostenible, la creación de un turismo inclusivo y responsable y el compromiso con la transparencia y la trazabilidad.  

 

El turismo gastronómico ha demostrado ser un motor clave para la hostelería, conectando tradición, cultura y nuevas experiencias culinarias que atraen a un público diverso y en constante evolución. Sin embargo, su desarrollo sostenible y competitivo dependerá de la capacidad de los actores involucrados para innovar, adaptarse a las demandas del mercado y promover prácticas responsables. La gastronomía, como elemento central del turismo, no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también fortalece la identidad cultural y la economía local.

En Randstad, ayudamos a las empresas del sector hostelero a incorporar talento capacitado para ofrecer experiencias excepcionales, optimizar sus operaciones y fomentar la sostenibilidad.