El empleo en banca y seguros en 2025 se sitúo como un pilar fundamental del ecosistema financiero, en plena transición hacia nuevos modelos de trabajo. La reducción de oficinas, el auge del modelo híbrido y los procesos de consolidación del sector conviven con el crecimiento de fintechs e insurtechs, reconfigurando dónde y cómo se genera ocupación. Aunque persiste el ajuste en posiciones presenciales tradicionales, el mercado muestra resiliencia al desplazar el peso hacia funciones automatizadas, analíticas y de relación remota con el cliente, manteniendo su relevancia estratégica para la economía y el trabajo cualificado.

En este contexto, la demanda se orienta a perfiles de ciberseguridad, análisis de datos y cumplimiento normativo, así como a gestores de relaciones digitales y especialistas en experiencia omnicanal, junto con técnicos en automatización de procesos (RPA). Al mismo tiempo, las normativas ESG y el avance de la IA aplicada al compliance elevan el listón regulatorio y crean nuevos roles financieros. El gran reto pasa por la recualificación del personal de atención al público y la retención de talento joven frente a la competencia de las fintech, lo que convierte la formación continua y la movilidad interna en palancas críticas para sostener la competitividad del ecosistema.

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situación actual del empleo en el sector financiero

reducción de oficinas y auge del modelo híbrido: impacto en el empleo presencial

La reducción de oficinas y la conectividad han comprimido el empleo estrictamente presencial en banca y seguros. Las entidades concentran servicios en sucursales de mayor tamaño y migran operaciones transaccionales a canales online y atención remota, transformando puestos de ventanilla en roles de asesoramiento especializado y soporte omnicanal. Al mismo tiempo, el modelo híbrido se consolida como estándar: cerca del 15% de los empleados españoles utiliza el teletrabajo de forma regular para cumplir con sus obligaciones laborales, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del cierre de 2024.

Por otra parte, el INE también señala que el teletrabajo está implantado en el 80,4% de las grandes empresas, con una media de 2,4 días por semana. Esto reduce la presencia diaria en sucursales, pero eleva la demanda de perfiles capaces de alternar oficina, remoto y puntos de contacto digitales. El impacto en el trabajo presencial es doble: menos posiciones puramente operativas en oficina y más puestos híbridos de gestión de clientes, riesgos y operaciones, con anclajes presenciales puntuales (reuniones de alto valor, coordinación de equipos, cumplimiento).

aumento del empleo en fintechs y aseguradoras digitales

El auge de las fintechs y aseguradoras digitales está impulsando un claro aumento del empleo especializado. La explosión de los pagos y las plataformas online está acelerando las contrataciones para diseñar experiencias seguras, sin fricciones y globales. Este dinamismo se extiende a las insurtech, que automatizan suscripción, prevención del fraude y gestión de siniestros, alimentando la demanda de talento para productos embebidos, analítica avanzada y automatización de procesos.

Los roles más requeridos combinan tecnología y regulación: desarrolladores, expertos en blockchain, ciberseguridad, analistas de datos/Big Data y cumplimiento normativo virtual. Las proyecciones refuerzan la tendencia, ya que se espera que los “fintech engineers” y los especialistas en datos registren un aumento de demanda notable en los próximos años. Al mismo tiempo, los retos de ética, privacidad y supervisión en un entorno transfronterizo incrementan la necesidad de juristas y perfiles de compliance. En conjunto, la ocupación crece allí donde confluyen capacidades tecnológicas, analíticas y regulatorias, reconfigurando el mapa laboral del sector financiero hacia los actores nativos digitales.

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nuevos perfiles demandados por la transformación digital

ciberseguridad, análisis de datos y cumplimiento normativo

Las entidades bancarias y aseguradoras manejan un volumen masivo de datos sensibles, lo que las convierte en blanco prioritario para ciberataques en esta era de transformación tecnológica. Según los datos más recientes de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), se ha producido un aumento significativo de los ataques hacia la operativa bancaria: en marzo de 2025, el 35,3% de las entidades bancarias europeas declaraban haber recibido un ciberataque en los últimos seis meses. Ante este escenario, los roles especializados en protección de infraestructuras digitales, detección de amenazas y respuesta ante incidentes son cada vez más valorados. Además, la normativa (muy estricta en torno a la privacidad y la protección de datos) exige profesionales capaces de garantizar el cumplimiento regulatorio, como oficiales de cumplimiento (compliance officers) con conocimientos en entornos virtuales.

Por otro lado, el análisis de datos se ha convertido en una herramienta esencial para tomar decisiones estratégicas basadas en inteligencia de negocio. Los perfiles de data analysts y data scientists son esenciales para interpretar grandes volúmenes de información y generar modelos predictivos que permitan personalizar productos, optimizar riesgos y mejorar la rentabilidad. La integración de estos profesionales en los equipos multidisciplinares de banca y seguros no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también refuerza la capacidad competitiva de las organizaciones.

gestores de relaciones digitales y experiencia de cliente omnicanal

La digitalización en esta actividad ha cambiado radicalmente la forma en la que los usuarios interactúan con los servicios financieros. Los consumidores esperan experiencias fluidas, personalizadas y consistentes a través de múltiples canales, desde aplicaciones móviles hasta redes sociales o atención telefónica. Ante esta situación, emergen con fuerza las posiciones de gestores de relaciones virtuales y expertos en experiencia de cliente omnicanal. Estos profesionales combinan habilidades de comunicación, tecnología y análisis de comportamiento del usuario para diseñar y ejecutar estrategias que aumenten la fidelización y satisfacción del consumidor.

Más allá del conocimiento técnico, estos perfiles deben tener una profunda comprensión de las necesidades del cliente en el entorno digital. Las entidades buscan profesionales capaces de integrar herramientas como la inteligencia artificial, el machine learning y los chatbots en los recorridos del usuario, garantizando una atención eficaz y proactiva. Su labor impacta directamente en la reputación de la marca y en la capacidad de retener a un público cada vez más exigente, automatizado y menos dispuesto a mantener relaciones con empresas que no ofrezcan una experiencia coherente en todos los puntos de contacto.

técnicos en automatización de procesos financieros (RPA)

La automatización robótica de procesos (RPA, por sus siglas en inglés) también ha irrumpido con fuerza en el sector bancario y de los seguros como una solución necesaria para mejorar la eficiencia operativa, reducir errores y liberar a los empleados de tareas repetitivas. En este nuevo escenario, los técnicos en RPA se han convertido en un perfil muy demandado, ya que se trata de profesionales especializados en el diseño, implementación y mantenimiento de robots de software capaces de ejecutar tareas administrativas, como la validación de datos, la gestión de reclamaciones o la conciliación de cuentas.

Además de conocimientos en herramientas específicas como UiPath, Blue Prism o Automation Anywhere, estos técnicos deben comprender los procesos financieros que automatizan para garantizar una implementación eficaz y alineada con los objetivos de negocio. Su labor permite a las organizaciones ganar agilidad, reducir costes y centrar los recursos humanos en actividades de mayor valor añadido. La incorporación de este tipo de perfiles es clave en la evolución hacia modelos operativos más inteligentes y sostenibles en el tiempo.

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regulación, sostenibilidad y su efecto en el empleo

normativas ESG y sostenibilidad: nacen nuevos roles financieros

La integración de criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) se ha convertido en un vector estratégico para el sector, no sólo por exigencia regulatoria, sino también por la presión de inversores y clientes cada vez más sensibles al impacto social y medioambiental de sus decisiones financieras. Dentro de este marco, emergen nuevos roles financieros vinculados a la sostenibilidad, como analistas ESG, especialistas en inversión responsable o gestores de riesgos climáticos. Estos profesionales tienen la misión de garantizar que los productos financieros incorporen métricas de sostenibilidad, que las carteras cumplan con los estándares europeos y que las entidades puedan reportar con transparencia su huella ambiental y social.

El efecto en el empleo es claro: la sostenibilidad abre una nueva vía de profesionalización dentro del mercado financiero, donde confluyen conocimientos financieros tradicionales con expertise en ciencias ambientales, regulación y reporting corporativo. Además, la creciente demanda de fondos verdes, bonos sostenibles y seguros vinculados a criterios climáticos ha disparado la contratación de especialistas capaces de evaluar riesgos de transición y físicos. Para la banca y los seguros, la incorporación de estos perfiles no solo responde a un imperativo regulatorio, sino que también representa una ventaja competitiva al posicionarse como actores de referencia en la transición hacia una economía baja en carbono.

IA y compliance: cómo las regulaciones europeas están transformando el talento requerido

El despliegue de la inteligencia artificial en banca y seguros, aplicado al análisis de riesgos, la automatización de procesos y la personalización de servicios, está directamente condicionado por las regulaciones europeas en materia de ética, transparencia y supervisión. La inminente entrada en vigor de la Ley de IA de la UE obliga a las entidades a contar con profesionales especializados en gobernanza algorítmica, auditoría de modelos y explicabilidad de decisiones automatizadas. Esto genera un nuevo segmento de talento híbrido, que combina competencias técnicas en machine learning con un profundo conocimiento de compliance y normativa sectorial.

A medida que se intensifica la supervisión, las áreas de cumplimiento normativo deben reforzarse con perfiles capaces de evaluar sesgos, documentar procesos de entrenamiento y validar la seguridad de los sistemas. Así, surgen roles como los AI compliance officers, auditores de algoritmos o especialistas en ética digital. Estas funciones no solo velan por el cumplimiento de la ley, sino que también protegen la reputación corporativa en un entorno donde la confianza del cliente depende de que las decisiones financieras automatizadas sean justas y transparentes. En consecuencia, la regulación no limita la adopción de la IA, sino que la encuadra en un marco que impulsa nuevas oportunidades laborales para profesionales con visión interdisciplinar.

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retos laborales y formación continua

recualificación del personal de atención al público

La digitalización creciente de canales de atención, la automatización de procesos rutinarios y la exigencia de experiencias omnicanal plantean una necesidad urgente de recualificación para quienes trabajan directamente con el cliente. Muchos de los puestos tradicionales de ventanilla, caja o atención telefónica están siendo transformados o migrados hacia soportes online, lo que requiere que el personal adquiera nuevas habilidades: dominio de herramientas automatizadas, capacidad para gestionar interacciones remotas, comprensión de análisis básicos de datos del usuario, empatía virtual y adaptación a sistemas automatizados. En este escenario, la formación continua se convierte en una pieza clave para que estas personas no queden rezagadas ante los cambios.

Según el informe Mercado de trabajo en el sector de Banca y Seguros | 2025 de Randstad Research, la actividad ya presentaba un fuerte envejecimiento de su plantilla, con el 53% de los empleados con más de 45 años, lo cual aumenta la urgencia de invertir en recualificación para asegurar que no sólo los nuevos perfiles digitales respondan a la transformación, sino que también los empleados con más antigüedad puedan adaptarse.

el reto de retener talento joven ante la competencia de las fintech

La banca y los seguros no solo enfrentan un aumento de la edad media de los empleados, sino también una fuga o una dificultad de retención del talento joven, que se siente atraído por el dinamismo, la flexibilidad y la cultura de innovación de las fintech. Un dato relevante del estudio global Claves laborales - Generación Z de Randstad muestra que cuatro de cada diez jóvenes de esta generación abandonan un trabajo en menos de un año, siendo los bajos salarios, la falta de flexibilidad y la incompatibilidad de valores con la empresa los principales desencadenantes. Esto evidencia que fidelizar a los empleados jóvenes exige no solo ofrecer buenas compensaciones, sino también condiciones de trabajo modernas, modelos híbridos o remotos, valores corporativos coherentes y oportunidades de desarrollo.

De hecho, según el informe de Tendencias de Talento 2025 de Randstad, hasta un 90% de las empresas españolas planea aumentar su inversión en estrategias de conservación de talento para este año, debido al reconocimiento de que la fidelización del personal joven y la preservación del capital humano son elementos críticos para la sostenibilidad y competitividad. En el ecosistema de banca y seguros esta presión se intensifica porque muchos puestos digitalizados requieren formación especializada y adaptación constante, lo que puede ser una barrera si los jóvenes sienten que no van a tener un camino claro de desarrollo profesional. De este modo, la atracción de jóvenes pasa por ofrecer planes de carrera visibles, oportunidades de aprendizaje continuo y mentorización, además de condiciones laborales flexibles y entornos culturales que apelan a sus aspiraciones.

En definitiva, el empleo en banca y seguros se encuentra en un punto de inflexión, donde la digitalización, la sostenibilidad y la regulación no sólo redefinen los modelos de negocio, sino también los perfiles profesionales que sostendrán la ventaja comparativa futura. La transición desde funciones tradicionales hacia roles virtuales, analíticos y regulatorios abre nuevas oportunidades laborales, pero también exige una estrategia firme de recualificación, formación continua y adaptación cultural dentro de las organizaciones. En paralelo, la irrupción de fintechs e insurtechs eleva el listón en términos de innovación y talento, impulsando a las entidades financieras a transformarse sin perder su relevancia social ni su capacidad de generar empleo cualificado.

El gran desafío para el sector radica en equilibrar la atracción de talento joven con la recualificación de plantillas más experimentadas, todo ello bajo el impulso de normativas ESG cada vez más exigentes y por el despliegue regulado de la inteligencia artificial. Aquellas entidades que logren integrar sostenibilidad, digitalización y gestión del talento como ejes estratégicos no sólo garantizarán su competitividad, sino que también consolidarán su papel como actores clave en la transición hacia un sistema financiero más resiliente, inclusivo y alineado con los retos globales del futuro.