tabla de contenidos
  1. la diversificación de roles en el nuevo ecosistema energético
  2. competencias digitales y sostenibilidad

 

El sector de las energías limpias podría generar hasta 30 millones de empleos en el mundo para el año 2030, según datos del Informe de Randstad Research ‘Mercado de trabajo en el sector Energético 2025’, y España se perfila como uno de los países más beneficiados de esta tendencia. La transición energética no solo impulsa un cambio en la forma de producir y consumir energía, sino también en el mercado laboral. El crecimiento de las inversiones en adaptación al cambio climático y la aplicación de estándares ESG está acelerando la demanda de profesionales especializados en energías limpias.

Hoy, el sector energético requiere una amplia variedad de perfiles que van mucho más allá del instalador solar tradicional: ingenieros en energías renovables, técnicos en instalación de sistemas solares, especialistas en mitigación del cambio climático, así como perfiles comerciales y digitales adaptados a un ecosistema energético moderno y complejo. Las empresas del sector, conscientes de este reto, muestran un fuerte compromiso con la capacitación en gestión ambiental para responder a las nuevas necesidades de un modelo sostenible.

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la diversificación de roles en el nuevo ecosistema energético

El auge de las energías renovables en nuestro país ha mostrado un crecimiento espectacular en los últimos años. Según Red Eléctrica de España (REE), en 2024 las renovables representaron más del 57% de la producción eléctrica total, con un fuerte protagonismo de la energía solar y eólica. Esta expansión ha provocado la aparición de nuevos puestos de trabajo que requieren especialización y adaptación a un entorno tecnológico en constante cambio. Según el informe Green Economy Global de Randstad, se prevé que España sea el segundo país europeo que cree más empleos en el sector solar para 2027 con 179.000 empleados, quedando solo por debajo de Alemania y superando a Polonia, Francia, Italia, Países Bajos y Suecia.

coordinadores de proyectos, comerciales técnicos y perfiles de mantenimiento

Además del instalador solar, el sector de las energías alternativas está demandando cada vez más perfiles especializados que aporten valor en distintos ámbitos. Los coordinadores de proyectos juegan un papel fundamental en la planificación, ejecución y supervisión de instalaciones y parques renovables, asegurando que se cumplan los plazos, presupuestos,  así como para garantizar la calidad y seguridad de las obras. 

Por otro lado, los comerciales técnicos combinan conocimientos técnicos sobre energías limpias con habilidades comerciales para asesorar y vender soluciones energéticas a empresas y comunidades, facilitando la adopción de tecnologías que maximizan la eficiencia energética y sostenibilidad. Finalmente, los perfiles de mantenimiento son imprescindibles para garantizar el correcto funcionamiento y longevidad de las infraestructuras solares, eólicas e hidráulicas. Técnicos especializados en electromecánica, electrónica y sistemas digitales son responsables de monitorizar, detectar fallos y optimizar el rendimiento, representando alrededor del 30% de las contrataciones en el sector, según datos del SEPE. 

Otro perfil cada vez más demandado es el de auditor energético, encargado de evaluar la eficiencia de los sistemas de generación y consumo, identificar áreas de mejora y proponer medidas que reduzcan las emisiones y los costes operativos. Asimismo, también destacan figuras como el consultor en desarrollo sostenible, que asesora a las empresas en la integración de criterios ESG y en el cumplimiento normativo en materia ambiental, posicionándose como un aliado estratégico en la transición hacia un modelo más verde.

Esta diversificación de roles evidencia que la transición energética requiere un conjunto amplio y especializado de profesionales, más allá del tradicional instalador fotovoltaico o montador de placas solares, para afrontar los retos tecnológicos y operativos que presenta un mercado en rápida evolución.

cómo acceder a estas posiciones con formación media o superior

La buena noticia es que estas oportunidades laborales están abiertas a distintos niveles educativos. Por ejemplo, la Formación Profesional (FP) en electricidad, energías renovables y mantenimiento industrial prepara a muchos jóvenes para incorporarse al sector. Los ciclos formativos de grado medio o superior cubren competencias técnicas muy demandadas, y progresivamente los centros educativos adaptan sus programas a las necesidades reales del mercado energético.

Para quienes cuentan con formación universitaria, las carreras de ingeniería energética, telecomunicaciones o ambientales abren la puerta a roles de mayor responsabilidad, como la gestión de proyectos o investigación y desarrollo. Además, la formación continua y la especialización mediante cursos certificados en energías renovables, automatización o digitalización son clave para mantenerse actualizado y competitivo.

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competencias digitales y sostenibilidad

La digitalización está transformando el sector energético de manera acelerada. La integración de tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), el big data, blockchain y digital twins permiten una gestión inteligente y en tiempo real del consumo y producción energética, optimizando recursos y reduciendo impactos ambientales.

el papel de la gestión de datos y el análisis en el consumo energético

El análisis de datos es fundamental para el diseño y la operación de sistemas energéticos sostenibles. Gracias a plataformas de monitorización y software especializado, las empresas pueden identificar patrones de consumo, anticipar demandas y detectar posibles averías. Por ejemplo, el uso de IA en parques eólicos permite ajustar el rendimiento de las turbinas en función de las condiciones meteorológicas, mejorando la eficiencia hasta en un 15%, según un estudio de PwC, PricewaterhouseCoopers, una firma multinacional que ofrece servicios de auditoría, consultoría, impuestos y legales.

Por ello, profesionales con conocimientos en análisis de datos, programación, gestión de bases de datos y ciberseguridad están siendo cada vez más solicitados. Estos perfiles trabajan estrechamente con ingenieros y técnicos con el fin de convertir los datos en información útil para la toma de decisiones estratégicas.

formaciones clave que mejoran la empleabilidad en el sector

A fin de afrontar los retos digitales del sector, las formaciones que combinan conocimientos energéticos con competencias TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) son fundamentales. Cursos en gestión energética, auditorías energéticas, manejo de software SCADA (sistemas de control y adquisición de datos), y normativas ambientales están en auge. Entre las certificaciones más reconocidas destacan el Certificado de Gestión Energética (CEM), la Certificación en Auditorías Energéticas UNE-EN 16247 y los cursos de ciberseguridad industrial, altamente valorados en un entorno donde la digitalización y la protección de infraestructuras críticas son esenciales.

Además, instituciones educativas y plataformas especializadas ofrecen programas de formación en energías renovables y digitalización, desde certificados profesionales hasta másteres. La FP Dual, que combina formación teórica con prácticas en empresas del sector, se posiciona como una opción clave para adquirir experiencia y aumentar la empleabilidad.

La transición energética está impulsando una demanda creciente de perfiles profesionales variados, que incluyen desde técnicos en energía solar hasta coordinadores de proyectos y expertos en análisis de datos e ingenieros. La combinación de habilidades técnicas y digitales se vuelve fundamental para responder a las necesidades de un sector en constante evolución.

Por ello, la formación especializada es clave en el acceso a estas oportunidades laborales y para que profesionales y empresas puedan adaptarse a un mercado más competitivo y sostenible. Así, el crecimiento de las energías limpias representa una oportunidad real con el objetivo de impulsar empleo de calidad y fortalecer una economía más verde y eficiente.