¿Te has preguntado alguna vez qué sucede después de que un medicamento llegue a las farmacias? 

Más allá de los ensayos clínicos y controles previos, existe una vigilancia silenciosa que protege nuestra salud cada día: la farmacovigilancia.

Desde Randstad queremos concienciar acerca de la importancia de esta ciencia: ¿qué hay detrás de esta supervisión continua?, ¿cómo se beneficia de ella todo el conjunto de la sociedad?

En este artículo también encontrarás una visión actualizada de los retos y los cambios a los que se enfrenta; entre ellos, orientar sus procesos hacia la sostenibilidad en la industria.

¡Sigue leyendo, si te interesa seguir de cerca la evolución de este ámbito del sector sanitario!

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¿qué es la farmacovigilancia?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la farmacovigilancia como «la ciencia y las actividades relacionadas con la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos o cualquier otro problema relacionado con ellos».

Por lo que la farmacovigilancia significa, en esencia, mantener una observación constante sobre los medicamentos una vez que están en el mercado.

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la importancia de la farmacovigilancia en la seguridad del paciente

La farmacovigilancia tiene un único fin: proteger la salud de toda la sociedad. Para lograrlo se apoya en 3 pilares fundamentales, y en ellos radica la importancia de esta ciencia:

la protección contra riesgos no detectados durante los ensayos clínicos

Los ensayos clínicos se utilizan para evaluar la seguridad de los medicamentos que se lanzan al mercado. 

En ellos, se monitoriza de forma constante a una serie de participantes mediante análisis médicos, entrevistas y cuestionarios, con el fin de detectar cualquier reacción adversa al fármaco en pruebas.

A pesar de este control, el número de personas que participa en los ensayos es limitado y no siempre representa la diversidad de la población general. 

Por eso, cuando el medicamento se comercializa y llega a un número mucho mayor de usuarios, pueden aparecer efectos adversos que no se detectaron antes.

La farmacovigilancia se encarga de recoger y analizar estos nuevos casos, permitiendo actualizar la información sobre el medicamento y proteger la salud de los pacientes en la vida real.

la prevención y mitigación de efectos adversos graves

La farmacovigilancia permite actuar con rapidez ante la aparición de efectos adversos graves que no se detectaron en los ensayos clínicos iniciales. 

Cuando se identifican, los equipos de farmacovigilancia evalúan la relación entre el medicamento y la reacción observada, teniendo en cuenta factores como la frecuencia, la gravedad y las características de los pacientes afectados. 

Si el análisis confirma el riesgo, se ponen en marcha medidas para proteger a las personas y se informa de manera clara a los profesionales sanitarios sobre los nuevos hallazgos y las acciones tomadas. 

Con todo, se logra minimizar el impacto de los síntomas y se garantiza que la seguridad del paciente siempre sea la prioridad.

la confianza pública en los medicamentos

La transparencia y la rapidez en la gestión de los riesgos refuerzan la confianza de la sociedad en los tratamientos médicos, tal y como demostró una encuesta del CIS de 2022 en España.

Esta reveló que el 85% de los ciudadanos confía en la seguridad de los medicamentos autorizados, y más del 70% considera importante que existan sistemas públicos de control y vigilancia. 

Esta confianza no es solo una percepción, sino que se apoya en la existencia de organismos nacionales e internacionales que garantizan la vigilancia continua de los medicamentos, la AEMPS en el caso de España.

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retos y desafíos en la farmacovigilancia actual

A pesar de lo efectivo que es el trabajo de la farmacovigilancia, en la actualidad se enfrenta a varios retos:

  • Aumento del número de medicamentos y terapias: el desarrollo de nuevos tratamientos obliga a los sistemas de farmacovigilancia a adaptarse continuamente. 
  • Globalización y coordinación internacional: la comercialización de medicamentos a nivel mundial pone de manifiesto algunas diferencias legislativas que pueden dificultar la detección rápida de riesgos globales.
  • Infra notificación de efectos adversos: ya sea por desconocimiento, falta de tiempo o percepción de que no son importantes, y esto limita la capacidad de respuesta ante posibles riesgos.
  • Gestión y análisis de grandes volúmenes de datos: la farmacovigilancia moderna debe procesar millones de notificaciones y datos procedentes de múltiples fuentes, y esto requiere tanto de herramientas avanzadas de análisis como de personal especializado.
  • Integración de nuevas tecnologías: la incorporación de inteligencia artificial, big data y sistemas automatizados supone un reto tecnológico y organizativo para el sector de la salud.

De todos ellos, el más importante es el de fomentar que los médicos notifiquen los efectos adversos de medicamentos reportados por sus pacientes. Según la OMS, tan solo el 5% se involucra activamente en la farmacovigilancia.

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la farmacovigilancia en la era digital: avances tecnológicos

Ante los numerosos retos que tiene la ciencia de la farmacovigilancia, se espera que la digitalización forme parte de su solución y facilite la recogida, análisis y comunicación de datos en tiempo real.

Entre los principales avances por los que se está apostando, destacan:

  • Sistemas electrónicos de notificación: el ciudadano puede informar de efectos adversos de forma sencilla y rápida a través de plataformas digitales.
  • Big Data y análisis predictivo: el uso de grandes bases de datos y algoritmos avanzados en salud permite identificar patrones y tendencias que antes pasaban desapercibidos.
  • Inteligencia artificial (IA): la IA ayuda a filtrar y priorizar la información relevante, para así mejorar la eficiencia en la gestión de alertas y facilitar la toma de decisiones.

En este contexto, la figura del técnico farmacovigilancia se orientará al análisis de datos, y no tanto hacia la recolección de información. 

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cómo la farmacovigilancia contribuye a la sostenibilidad en la industria

La farmacovigilancia no solo protege a los pacientes, sino que también impulsa la sostenibilidad en la industria farmacéutica

¿Cómo?

  • Optimizando el uso de los medicamentos.
  • Previniendo problemas de seguridad.
  • Evitando costes asociados a hospitalizaciones, litigios y retiradas de productos.

Además, se están empezando a aplicar criterios de sostenibilidad en cada una de las etapas de la farmacovigilancia:

  1. Detección: identificación de posibles efectos adversos mediante la notificación digital espontánea, estudios observacionales o análisis de bases de datos.
  2. Evaluación: análisis de la relación causal entre el medicamento y el efecto adverso mediante el uso de herramientas informáticas avanzadas que analizan grandes volúmenes de datos y optimizan recursos.
  3. Prevención y mitigación: implementación de medidas 100% virtuales, como la actualización de la información y la comunicación con profesionales sanitarios, para evitar la impresión masiva de documentos.
  4. Comunicación: difusión de alertas y recomendaciones vía canales electrónicos y plataformas digitales para disminuir la huella ecológica y fomentar el acceso a la información en tiempo real.

 

Desde Randstad somos conscientes de esta nueva realidad y apostamos por avanzar hacia la innovación y la transformación del sector farmacéutico.

Lo hacemos educando con contenidos como este y conectando a trabajadores y empresas. 

Es nuestra forma de contribuir a la transformación del empleo y el desarrollo del talento de las personas, ahora y siempre.