Científico con bata de laboratorio y guantes utilizando una tablet para revisar los medicamentos refrigerados dentro de un refrigerador de laboratorio farmacéutico que almacena cajas con etiquetas.

 

La industria farmacéutica se ha consolidado como uno de los sectores industriales con mayor capacidad para generar empleo cualificado y estable. Según datos de Randstad Research, en el segundo trimestre de 2024 se contabilizaban 115.423 ocupados en el sector, lo que representa un crecimiento del 31,4% en los últimos cinco años. Este incremento posiciona al sector farmacéutico como una referencia dentro del tejido productivo español, tanto por volumen de empleo como por su calidad.

La actividad se reparte entre la fabricación de productos farmacéuticos de base (34% del empleo) y de especialidades farmacéuticas (66%). Aunque el sector representa en torno al 0,5% del total de ocupación nacional, destaca por la elevada cualificación de su plantilla: más del 55% de los trabajadores cuenta con estudios universitarios y el 98% son asalariados. Este entorno profesional refleja el perfil de una industria en constante evolución, que apuesta por el talento como motor de su competitividad.

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evolución del empleo en la industria farmacéutica

crecimiento sostenido y perfiles cualificados

La evolución del empleo en el sector farmacéutico no solo es positiva en términos cuantitativos, sino también cualitativos. En los últimos cinco años, se ha registrado una tendencia ascendente en la contratación de personal altamente formado. Según el informe Mercado de trabajo en el sector de Industria Farmacéutica 2024 de Randstad Research, entre 2019 y 2024 el porcentaje de trabajadores sin estudios profesionales ha descendido casi tres puntos porcentuales, lo que evidencia una profesionalización creciente.

Este fenómeno responde a la transformación del sector hacia áreas de alta especialización, como la biotecnología, la bioinformática, la regulación sanitaria o la producción avanzada. El resultado es una industria que demanda talento STEM, y que genera oportunidades laborales alineadas con las nuevas tendencias del conocimiento.

retribuciones competitivas en el sector farmacéutico

La alta cualificación también se traduce en retribuciones por encima de la media del mercado. El Informe de Tendencias Salariales 2025 de Randstad destaca que los perfiles más experimentados del sector se sitúan entre los mejor remunerados del país. Por ejemplo, los directores médicos pueden alcanzar entre 90.000 y 180.000 euros brutos anuales, mientras que los responsables de I+D superan los 150.000 euros en grandes compañías.

Incluso los perfiles técnicos parten de salarios competitivos, en torno a los 45.000 euros anuales, con proyección de crecimiento según experiencia y empresa. En 2025, el sector ha registrado un aumento salarial acumulado del 16,3% en parte impulsado por los ajustes de convenio de los dos últimos años, lo que consolida su atractivo desde el punto de vista económico.

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retos del mercado laboral farmacéutico

déficit de talento especializado

Pese al dinamismo del empleo, el sector farmacéutico español enfrenta desafíos estructurales que amenazan con limitar su crecimiento a medio plazo. El más importante: la escasez de talento altamente especializado. Perfiles clave como expertos en biotecnología, ingenieros biomédicos, analistas de datos o reguladores farmacéuticos son cada vez más difíciles de encontrar, especialmente en un contexto de envejecimiento poblacional y déficit crónico de profesionales STEM.

competencia global por el talento

A esto se suma una creciente competencia internacional por retener y atraer talento científico. Países de nuestro entorno están reforzando sus clústeres biomédicos mediante políticas fiscales, cooperación público-privada y estrategias de marca ciudad. En este contexto, polos como Barcelona y Madrid destacan como referentes del sur de Europa gracias a su ecosistema de universidades, centros de investigación, hospitales y empresas innovadoras. No obstante, fidelizar talento local y captar perfiles internacionales exige avanzar en aspectos clave como el acceso a vivienda, la calidad de vida o la eficiencia administrativa.

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estrategias para atraer y fidelizar talento en farma

políticas de flexibilidad y formación continua

Las empresas farmacéuticas están implementando estrategias activas para mantener su competitividad en la atracción y retención de talento. Entre ellas, destacan las políticas de flexibilidad laboral —teletrabajo, horarios flexibles— que favorecen la conciliación, y los programas de formación continua en áreas como inteligencia artificial, análisis de datos o regulación sanitaria.

Estas medidas, además de actualizar las competencias del personal, aumentan la satisfacción y compromiso de los empleados. La colaboración con universidades, centros tecnológicos y hospitales refuerza una cultura de aprendizaje permanente que resulta crucial para adaptarse a los cambios del entorno.

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perspectivas de futuro para el empleo farmacéutico

innovación tecnológica y sostenibilidad

Las perspectivas de futuro para el empleo farmacéutico son optimistas, aunque también exigentes. La demanda creciente de medicamentos biotecnológicos, terapias personalizadas y soluciones digitales está generando nuevas oportunidades laborales, pero también obliga a rediseñar procesos productivos bajo criterios de sostenibilidad, escalabilidad e innovación.

La industria deberá invertir de forma continua en tecnología, digitalización y talento humano, con foco en procesos más eficientes, sostenibles y centrados en el paciente. Esto incluye automatización, producción flexible, ciberseguridad, inteligencia artificial aplicada a ensayos clínicos y medicina de precisión.

enfoque estratégico en recursos humanos

La gestión del talento debe pasar a ocupar un lugar central en la estrategia empresarial. No bastará con ofrecer salarios competitivos, sino que será necesario crear ecosistemas laborales atractivos y sostenibles, que integren programas de bienestar, diversidad, movilidad interna y compromiso social. Las nuevas generaciones valoran cada vez más trabajar en organizaciones alineadas con sus valores, donde la innovación vaya de la mano con la responsabilidad.

 

En definitiva, el éxito futuro del sector farmacéutico no dependerá solo de su capacidad para innovar, sino también de su habilidad para atraer, formar y fidelizar a los profesionales que lo harán posible. Un enfoque integral y a largo plazo en la gestión de talento será la clave para consolidar su liderazgo en el escenario global. La apuesta por entornos laborales flexibles, programas de formación continua y una cultura organizativa alineada con los valores de las nuevas generaciones marcarán la diferencia. La combinación de tecnología, sostenibilidad y compromiso humano será esencial para su desarrollo sostenible.