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En este 2021 el teletrabajo continúa siendo una de las modalidades más utilizadas por las empresas. Si bien es cierto que 1,1 millones de profesionales han dejado de teletrabajar desde el final de la primera ola y el año 2020 acabó con una reducción del 32% de personas en remoto con respecto al primer trimestre. Pese a todo, el trabajo en casa es una realidad de nuestro país y 63% de los españoles tiene cada vez más claro que después de la pandemia muchas empresas lo mantendrán.

Según el informe de Randstad Sourceright Talent Trends Covid-19 Surveillance, el 46% de las empresas considera que ha aumentado su productividad con el teletrabajo, y solo un 15 % cree que se ha reducido, aunque también es cierto que en casa puedes encontrarte con más distracciones de las que tendrías en la oficina.

¡Te damos 8 consejos para que tu rendimiento se encuentre siempre al máximo nivel!

1.- Crea una rutina en la que se incluyan los descansos

La rutina es uno de los elementos esenciales que debes tener en cuenta a la hora de trabajar en casa. Marcar un horario claro de entrada, salida y en el que contemples los descansos, te ayudará a fijar una pauta a seguir en caso de que te disperses. Muchos trabajadores que están trabajando en remoto no descansan. Se sumergen en la pantalla del ordenador y no salen de él hasta la hora de cierre, y el descanso es necesario. Te permite desconectar, aclarar las ideas y retomar el trabajo con otro enfoque. Cuando te bloqueas en una tarea o sientes que no estás siendo productivo, es aconsejable darte un respiro y después retomarla con más fuerza.

Eso sí, tienes que intentar cumplir el horario para evitar esas interrupciones a las que estás expuesto al estar en casa. Comunica en casa tus horarios y así todos sabrán cuándo no pueden interrumpirte y serás capaz de distribuir y organizar mejor tu jornada.

2.- Prioriza las tareas

Calendarizando las tareas que tienes que realizar en el día tendrás una visión más clara de qué cosas tienen que estar terminadas en la jornada. Utiliza la agenda y marca las tareas según el orden de prioridad junto con el tiempo estimado que crees que te pueden llevar. De esta manera tendrás más controlado el día, y en caso de no llegar a algo, tendrás tiempo para comunicarlo en la empresa o solicitar ayuda de algún compañero.

3.- Elige bien el lugar de trabajo

Es importante el lugar donde se trabaja. Puede ser cualquier lugar de la casa siempre que tenga buena luz, una silla cómoda y una puerta que puedas cerrar para indicar a los demás que estás trabajando. Evita usar la cama o el sofá, ya que son lugares que se asocian al descanso y al tiempo libre y no aseguran la postura correcta que aporte la ergonomía recomendada para evitar riesgos laborales. Además, al destinar un lugar específico para tu trabajo creas espacios diferenciados y, así, puedes desconectar mejor al terminar la jornada laboral.

Es bueno rodear el espacio de trabajo con cosas que te inspiren y que te hagan sentir bien, como flores, cuadros, libros… Haz de tu “oficina” un lugar cómodo en el que no te importe estar y en el que te sientas bien. ¡Descubre además estos otros consejos para un buen teletrabajo!

4.- Evita distracciones

Las distracciones externas más comunes están relacionadas con las redes sociales y el móvil. Así es que, apaga el móvil para no tener la tentación de consultarlo. Cierra las sesiones de tus redes sociales del ordenador y así evitarás acceder fácilmente a ellas. Además, elimínalas de la barra de marcadores, siempre y cuando no trabajes con ellas, o, incluso, trabaja con un navegador distinto al que usas habitualmente.  Ya verás cómo mejora tu concentración y tu productividad y te sentirás más cómodo trabajando.

A estas distracciones externas hay que añadir aquellas que se generan internamente en el equipo con los mensajes de los compañeros y la tendencia a preguntar por todo en cualquier momento. Para esto el trabajo asíncrono te ayudará.  Consiste en establecer ventanas de disponibilidad y momentos de concentración en los que no quieres que te distraigan, pudiendo controlarlos en todo momento.

5.- ¡Quítate el pijama!

Trabajar en casa no significa que tengas que estar en pijama o en chándal. Es bueno mantener la rutina que tenías cuando ibas a la oficina, incluida la parte de asearte y vestirte. De esta forma, activas los llamados interruptores emocionales. Al vestirte como si fueras al trabajo, la sensación de estar en la oficina física es mayor y puede hacer que te sientas más productivo y con mayor compromiso.

6.- Sigue trabajando en equipo

Otro punto clave del trabajo en remoto es mantener la comunicación y la coordinación del equipo. El trabajo en equipo influye de forma positiva en la productividad laboral de los empleados, ya que se fomenta la motivación, que es uno de los pilares esenciales para enfocar los objetivos y mejorar su consecución. Además de reducir visiblemente el estrés. Por eso debes mantener la cohesión con tus compañeros y hacer ejercicios para estrechar lazos. Apoyarte en ellos y sentir que formas de un todo ayudará a que trabajes de forma más eficiente.

Las herramientas colaborativas y de mensajería instantánea son perfectas para mantener ese flujo de información rápida y directa con todos los equipos. Y si necesitas una llamada explicativa, no dudes en realizarla. Así se agilizan las dudas o intercambios de ideas y se reduce el tiempo de realización de la tarea.

De esta forma, se optimizan los tiempos y se agilizan los procesos y, por lo tanto, mejoras la productividad trabajando en casa.

7.- Haz una sola cosa a la vez

Hay estudios como el de la Universidad de Standford que indican que realizar solamente una tarea en un momento concreto hace que cambiar a otra sea más productivo. Por lo tanto, para mejorar la productividad, es mejor ir tarea a tarea y realizar primero las más complejas ya que generalmente conllevan cargas mentales más altas.

¡Afronta primero una y no realices varias al mismo tiempo!

8.- Aprende a desconectar del trabajo

Desconectar es una de las claves para ser más productivo en el trabajo y para descansar bien. Según un estudio de la Universidad de Cambridge dormir menos de 6 horas al día reduce la eficiencia en el trabajo más que fumar o beber. Así es, dormir bien es esencial para que los procesos que se dan durante el sueño se activen y todo tu organismo funcione de la mejor manera posible, incluido, por supuesto, el cerebro.

Durante el proceso del sueño, los ciclos son fundamentales para mejorar y consolidar la memoria o para mejorar la capacidad de incorporar nuevos datos a la mente, entre otras cosas. Por lo que si no tienes los descansos óptimos, afectará al rendimiento de tu cerebro y se reducirá tu productividad.

Además, no dormir bien puede generar mal humor y afectar a tu forma de afrontar problemas y por lo tanto influir negativamente a tu entorno laboral.

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