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Suena el teléfono… ¡Por fin! Es la entrevista de trabajo que estabas esperando. Alcanzar esta fase del proceso de selección significa haber superado la primera eliminatoria: tu currículum ha despertado interés y la empresa quiere conocer más sobre ti. Ahora es el momento de poner voz a tus logros y cualidades para convencer de que tú eres la persona que están buscando.

La importancia de causar una buena primera impresión

Del mismo modo en que el diseño y la distribución de tu currículum son tan importantes como su contenido, tú también debes cuidar la forma en que te presentarás a la entrevista para causar las mejores sensaciones. Según los estudios de expertos en psicología, la primera impresión en una entrevista de trabajo se genera en menos de 10 segundos. Se trata de una capacidad del cerebro denominada thin slicing, que es la responsable de generar prejuicios que tienen un peso determinante a la hora de tomar una decisión. Inclinar la balanza hacia una impresión positiva está en tus manos, y para conseguirlo debes cuidar bien estas tres variables:

  • Aspecto: de los factores que generan esa primera impresión, el 55 % corresponde al aspecto físico, lo que significa que tendrás que cuidar tu vestimenta y tu presentación. No existe un dress code determinado, ten en cuenta cuál es el tipo de empresa en la que aspiras a trabajar y apuesta por una imagen aseada, pulcra y discreta, sin excesos.
  • Lenguaje verbal: el primer “hola” ya es capaz de transmitir una enorme cantidad de información. Tu tono de voz debe ser capaz de reflejar confianza y seguridad, pero no debes perder la naturalidad. Prepararte bien la entrevista te ayudará a mostrarte más tranquilo, pero no trates de interpretar un papel ni ofrecer respuestas memorizadas. La espontaneidad será tu mayor aliada. Recuerda que si estás en la entrevista es porque han leído tu currículum y les interesa tu perfil. Cree en ti mismo y lograrás que crean en ti.
  • Lenguaje no verbal: tu discurso deberá sostenerse en tus gestos y postura para ser convincente. Evita la rigidez y los excesos en gesticulaciones, te harán parecer nervioso. Es muy importante mantener el contacto visual con tu entrevistador para mostrarte transparente y sonreír con afabilidad.

Los distintos tipos de entrevista de trabajo

No hay dos entrevistas iguales, cada organización tiene su propia forma de seleccionar talento y puedes encontrarte muy diversos escenarios. Te anticipamos los más comunes:

Según el número de participantes:

  • Individual: es el tipo de entrevista más común, cara a cara con el entrevistador. Su duración puede ser variable, aproximadamente de media hora, y el lugar no tiene por qué ser el típico despacho. También puede ser en el sofá de un recibidor, en un espacio de un almacén, en una cafetería… sea cual sea, trata de mostrarte siempre cómodo y preparado para cualquier situación.

Ten siempre muy en cuenta los requisitos de la oferta para poder seleccionar la información más adecuada que ofrecerás a tu entrevistador. Su objetivo es conocerte y comprobar tus aptitudes y tu afinidad con el puesto ofertado.

  • Colectiva: en una entrevista de grupo te encontrarás con varias personas que aspiran al mismo puesto que tú. Se os planteará una dinámica en la que deberéis actuar para llegar a una determinada solución. El objetivo final es conocer tu actitud, respeto, sinceridad, empatía y capacidad de trabajo en equipo. En este artículo puedes descubrir cómo superarla con éxito.
  • Panel: en este formato te encontrarás solo frente a un grupo de entrevistadores, que contrastarán sus distintos puntos de vista para tomar una decisión. Cada entrevistador valorará las aptitudes en las que esté especializado, por lo que además de conocerte personalmente, descubrirán si tus capacidades se inscriben en el perfil profesional que están buscando.

Según la técnica:

  • Estructurada: con el objetivo de crear un formato homogéneo para todos los candidatos, la entrevista estructurada se basa en una selección cerrada de preguntas que se plantean por igual a todos los aspirantes. Para evaluar las respuestas se suele establecer un sistema de puntuación, lo que fomenta un criterio más objetivo.
  • No estructurada: es un formato mucho más libre, más complejo de evaluar en caso de existir múltiples candidatos, pero que permite conocer en mayor profundidad al entrevistado. Las preguntas son de carácter abierto y el entrevistador las improvisa a medida que evoluciona la conversación.
  • Mixta: combina las dos anteriores. Existe un guion de preguntas, pero el entrevistador tiene la libertad de formular otras de forma espontánea.

Según el canal:

  • Presencial: es el más típico y en el que más hay que tener en cuenta los consejos que te hemos ofrecido para garantizar la mejor impresión. Lleva contigo cartas de recomendación para poder entregárselas a tu entrevistador.
  • Telefónica: es un recurso muy utilizado. Puede tratarse de una fase de criba previa a una entrevista presencial, pero también puede ser la entrevista decisiva para obtener el puesto. Ten a mano tu currículum para no olvidar ningún detalle, sonríe mientras hablas y sigue nuestros consejos para superarla con éxito.
  • Online: el medio digital está posibilitando la expansión de los horizontes en el ámbito del reclutamiento. Además de las distintas aplicaciones para desarrollar la entrevista en formato de videollamada, existen programas para grabar y enviar las respuestas a una serie de preguntas, sin presencia de un entrevistador.

Otros tipos:

  • Entrevista por competencias: puede que hayas oído hablar de ella como entrevista conductual. En ella, el reclutador se centra en la motivación, el conocimiento, las capacidades y los valores del candidato, para asegurarse de que se alinean con las necesidades de la empresa. Más importante que los logros concretos de la persona, lo que se busca es conocer qué pensó, sintió y cómo actuó en diversos contextos y situaciones de su vida personal y profesional.
  • Entrevista de provocación de tensión: este formato persigue llevar al candidato a una situación incómoda y se utiliza especialmente en procesos de selección para cargos directivos o de cierta responsabilidad. En esta entrevista se trata de provocar el estrés para valorar la capacidad resolutiva y la tolerancia a la frustración.
  • Entrevista facilitadora: en el polo opuesto a la anterior, esta es una entrevista amigable y con un formato muy libre. El reclutador se muestra muy cercano y utiliza preguntas abiertas para que el candidato pueda relajarse y expresarse con una gran libertad.

La tecnología está incentivando un gran impulso en la mejora de los procesos de selección para hacerlos más rápidos, ágiles y eficientes. Sin ir más lejos, desde Randstad nos apoyamos Randstad ADN, el mejor test de evaluación de competencias, ¡que puedes realizar en nuestra app y descargarte un informe al instante totalmente gratuito!

Gracias a ella, podemos identificar el mejor ajuste entre las cualidades de los profesionales y sus futuras competencias, imprescindible para garantizar la satisfacción del candidato y de la empresa.

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