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La irrupción de la pandemia supuso tal impacto que ha provocado un replanteamiento de muchos modelos productivos. La influencia de la tecnología ha resultado fundamental para evitar que muchos sectores se detuviesen, tanto por el recurso del teletrabajo como por el empleo de ciertas herramientas que supusieron, por ejemplo, el descubrimiento de un nuevo canal de venta para muchos profesionales: el del comercio electrónico. Tras esta experiencia, ha quedado claro que la innovación y la creatividad son fundamentales para construir un futuro volátil.

La crisis sanitaria ha revolucionado nuestras vidas de tal manera que el futuro no será igual en muchas esferas de nuestras vidas. El mundo del empleo no es una excepción, muchas empresas han recurrido a modelos de trabajo y organizaciones ágiles, una tendencia que, según los expertos, ya no tiene vuelta atrás. Un nuevo escenario, además, muy influenciado por la tecnología.

De hecho, según el último informe de Randstad Sourceright sobre tendencias de talento, señala precisamente que los profesionales con competencias digitales fueron fundamentales durante los momentos más complicados de la pandemia, y lo serán de cara a la recuperación, junto a una estrategia bien diseñada.

La tecnología, la gran protagonista

El modelo del teletrabajo no es ninguna novedad, pero sí que la tendencia a partir de ahora será su consolidación. El estudio de Randstad afirma que, a pesar de los temores y prejuicios que muchos empresarios podrían sentir, el trabajo en remoto ha demostrado con creces su eficacia. De hecho, el 46% de los empleados encuestados asegura que los trabajadores son más productivos trabajando desde sus hogares, y solo el 15% advierte que la productividad ha disminuido. Además, el 59% permitirá el trabajo remoto, aunque las condiciones permitan volver a la oficina.

Por lo tanto, y de cara al futuro, es recomendable que las empresas adopten la flexibilidad laboral como norma, exploren nuevas herramientas y técnicas de colaboración para facilitarla, y tengan en cuenta las necesidades y deseos de cada empleado.

Más allá del teletrabajo, la influencia de la tecnología va a continuar incrementándose en el seno de las empresas, por lo que es necesario que las empresas hagan un esfuerzo en formación para que los profesionales no solo controlen esas herramientas, sino que también sepan desenvolverse en unos ambientes de trabajo colaborativos y en los que prima la gestión por desempeño.

La organización de las empresas va a ser determinante en este nuevo escenario. El estudio de Randstad señala la importancia de la capacidad de organización y reacción de las empresas ante la adversidad. Aquellas compañías que supieron llevar a cabo cambios en su planificación o incluso en su producción durante el estallido de la crisis han resultado reforzadas posteriormente.

Todos tenemos que ser conscientes de que anticiparnos a los posibles problemas y retos con una buena planificación es la mejor manera de afrontarlos. Además, resulta necesario consolidar la transformación digital que en algunos casos se tuvo que llevar a cabo a marchas forzadas. Y sin duda, saber atraer y fidelizar al mejor talento es una opción más que recomendable no solo para superar la crisis, sino para aprovechar las oportunidades que sin duda va a traer la recuperación.

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