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Un año más, llega el momento de decir adiós a las vacaciones, y es normal que sientas tristeza al dejar atrás esos días de descanso en los que has disfrutado de nuevas experiencias, lejos de las preocupaciones del día a día. Pero toca volver a la oficina, y es importante que lo hagas con las pilas cargadas para que no sufras la conocida depresión postvacacional. Te damos algunos consejos para que la vuelta a la rutina no te quite el sueño.

– Desconecta de verdad para recargar las pilas

Aunque no lo creas, relajarse en vacaciones es a veces más difícil de lo que parece, especialmente cuando te sientes muy comprometido con tu trabajo. El descanso está totalmente relacionado con el bienestar físico, psíquico y emocional, y para que realmente este respiro funcione, debe suponer un cambio real en tu rutina. Es esencial que desconectes de verdad, y eso incluye no revisar los correos electrónicos “por lo que pueda pasar”, ni atender llamadas laborales. Esa es la clave de que estos días libres sean realmente de vacaciones y puedas volver con las pilas cargadas.

La forma en la que se logre ese descanso puede diferir mucho entre las personas. Para unas es más reparador organizar viajes para visitar miles de sitios, para otras, en cambio, lo es tumbarse durante horas en la playa con la máxima preocupación de acabar ese libro que empezaron en invierno.

Si has logrado desconectar estas vacaciones, pasar unos días en casa adaptándose a los hábitos del día a día antes de volver al trabajo será realmente beneficioso para ti.

Márcate nuevas metas en tu día a día

Lo último que debes hacer es agobiarte pensando en todo el tiempo que queda para que lleguen las vacaciones del próximo año. Aunque al principio te cueste acostumbrarte, una vez estés en el trabajo puedes organizar tu jornada y marcarte pequeños objetivos diarios para recuperar el ritmo de trabajo que tenías antes de irte. Si logras salir a tu hora habiendo completado todas las tareas que te habías propuesto, te sentirás mucho más realizado.

Aparte de los objetivos que te marques durante la jornada laboral, es importante también que te plantees otros que puedas abordar durante tus horas libres y te motiven en tu día a día. Es lo que hará que percibas el trabajo como una actividad más. Puedes tomar clases de alguna materia creativa, practicar algún deporte, estudiar algo que siempre te ha interesado… ¡tú decides!

Las vacaciones marcan un periodo en el que puedes reflexionar acerca de cuáles quieres que sean realmente tus metas. Descansar, física y mentalmente, te ayudará a tener una visión global de cómo va tu trabajo y qué puedes hacer para que tu relación con él mejore.

En el caso de que tengas algún proyecto en mente puedes considerar la vuelta a la rutina como un momento idóneo para llevarlo a cabo y así conseguir nuevas metas.

– Piensa en positivo y cambia lo que no te llene

No tienes por qué ver la vuelta al trabajo como algo negativo. Piensa en tus nuevas metas, en el reencuentro con tus compañeros, en la cantidad de anécdotas que tienes que contarles sobre lo que has vivido durante estos días estivales y en los buenos momentos que están por llegar en la oficina (que siempre nos olvidamos de ellos). Evita pensar que tu empleo es una carga y míralo desde otra perspectiva. En el caso de que te encuentres teletrabajando, piensa que la vuelta a la rutina será más agradable, y la transición más llevadera, ya que no tendrás que soportar el estrés que de los atascos en la carretera o el transporte público, y estarás en un lugar que te produce tranquilidad y seguridad: tu casa.

Puede que haya algo en tu trabajo que no acabe de convencerte, este es el momento óptimo para decidirte a cambiarlo. Por ejemplo, si te angustia el hecho de que siempre te falta tiempo, reflexiona sobre cómo puedes organizar tus tareas y gestionarlas de una manera más eficaz. Si tienes algún problema con algún compañero, la solución será hablar de ello con él e intentar llegar a un punto donde los dos estéis a gusto. No dejes que estas pequeñas cosas del día a día arruinen tu bienestar mental y soluciónalas cuanto antes.

– El regreso a la rutina paso a paso

Para que la vuelta al trabajo sea más sencilla te aconsejamos que sigas los siguientes pasos:

  • Deja preparado todo para tu vuelta antes de irte de vacaciones. Te ahorrará mucho estrés, ya que la organización aporta tranquilidad. No tienes que salir corriendo al terminar tu jornada, la tumbona y la playa van a seguir ahí aunque tardes un par de horas más en llegar. Cierra los asuntos pendientes y delega los que no puedes concluir.
  • Recupera tus hábitos de sueño. Aunque quieras aprovechar al máximo tus días, es desaconsejable volver al trabajo el siguiente día tras regresar de un viaje. Recuperar los horarios de sueño es una de las partes más importantes para adaptarse a la rutina. En vacaciones nos acostumbramos a dormir más tarde y más horas de lo común, por lo que no es fácil volver a los ritmos habituales. Si comienzas a retomar tu rutina de sueño unos 3 o 4 días antes de regresar, la vuelta al trabajo te costará mucho menos.
  • Haz ejercicio. Si antes de las vacaciones ibas al gimnasio, vuelve a retomarlo. Igualmente, si lo tuyo eran las clases, apúntate a las que te interesan. En el caso de que no realizaras ningún tipo de actividad física, quizá ha llegado el momento de ponerte en marcha, ¡tienes cientos de opciones para apostar por una vida saludable! Practicar algún deporte fortalece el cuerpo y la mente, te ayuda a estar más activo y de mejor humor, y eso también lo notarás en el trabajo.
  • Regresa a tu dieta habitual. Seguramente durante este periodo de descanso hayas caído en el pecado de la gula y te hayas rendido a todos los caprichos, ¡una vez al año no hace daño! Pero ahora es momento de volver a una dieta saludable, sin excesos. Al principio te costará, pero tras pocos días te habrás acostumbrado completamente y sentirás cómo tus ánimos y tus energías están a tope gracias a una dieta equilibrada.
  • Los primeros días de trabajo, ponte al día con tranquilidad. Lee con calma y atención los correos, habla con tus compañeros para que te cuenten lo ocurrido durante tu ausencia y después elabora una lista de prioridades. No intentes recuperar todo lo pendiente en un solo día, te agobiará y hará que seas menos productivo.
  • Por último, aprovecha para descansar y practicar actividades de ocio tras acabar la jornada laboral. Para volver a la rutina, saltártela un poco los primeros días, hará que estés más motivado y relajado. ¡Disfruta de los últimos momentos del verano!

No permitas que te inunde la ansiedad de enfrentarte de nuevo a la rutina laboral después de esas vacaciones que tanto has disfrutado. Afronta con optimismo la vuelta al trabajo y valora los pequeños momentos de felicidad que todavía te quedan por disfrutar, tanto en tu jornada laboral como fuera de ella.