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Globalización, automatización, digitalización, Inteligencia Artificial (IA), robótica… A estas alturas, estos términos te serán más que familiares. Atrás quedaron los años en los que escuchábamos esta denominación en reuniones de trabajo y no sabíamos muy bien de qué manera iba a afectar a nuestra empresa, sector o puesto de trabajo.

En la actualidad, todos somos conscientes del efecto positivo que estas innovaciones han tenido en el mercado laboral, destacando aquellas implementaciones que dotan a las máquinas con capacidades cada vez mayores.

Y es que aunque el futuro del trabajo está determinado por muchos factores, desde los tecnológicos hasta los institucionales y culturales, entre todas las fuerzas impulsoras que son clave en la situación del entorno laboral actual, el progreso tecnológico y automatización tienen cada vez más relevancia.

Descubre las tendencias clave que incidirán en el futuro del trabajo en el informe "El futuro del trabajo".

Tipos de tecnologías de automatización

Aunque la automatización no es un fenómeno nuevo, la revolución digital ha generado un conjunto de efectos en el mundo laboral a través de la introducción de la informática, de Internet y de otras Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). De hecho, se espera que estos efectos continúen en el futuro a partir de nuevos desarrollos en robótica, así como en el aprendizaje automático y otras tecnologías de IA.

Por ello, todas estas tecnologías basadas en la automatización digital podemos dividirlas en dos tipos generales:

- Tecnologías basadas en reglas. Tal y como su propio nombre indica, dentro de este grupo se incluyen todas aquellas tareas y procesos que se realizan a partir de la configuración de una serie de normas e instrucciones que se incorporan a su software. Estas tareas suelen seguir un protocolo preestablecido y suelen ser aquellas más rutinarias como realizar cálculos o montar productos en una cadena de montaje.

- Tecnologías basadas en predicción. Estas utilizan big data y técnicas de aprendizaje automático para predecir resultados, por lo que estarían dentro de la denominada Inteligencia Artificial (IA). Dentro de este tipo de actividades, nos podemos encontrar la traducción automática, la visión e identificación de objetos en imágenes, etc.

Ambas tecnologías aspiran a automatizar tareas y a mejorar la velocidad, calidad o diversidad en su realización. Pero la principal diferencia entre ambas es que las predictivas, a diferencia de las basadas en reglas, no necesitan una descripción precisa de los pasos a llevar a cabo a la hora de realizar una tarea. Estas aprenden cómo automatizar una tarea al observar primero cómo se ha realizado previamente, utilizando lo que se denomina como ‘datos de formación’, generalmente por humanos, y luego reproducen el resultado utilizando un modelo estadístico.

Las tecnologías basadas en la predicción pueden ir más allá de las capacidades de automatización de las tecnologías basadas en reglas, ya que, con suficientes datos y una clara determinación sobre el resultado final, se pueden realizar procesos de manera flexible que son muy variables. Además, estas tecnologías pueden aprender con el tiempo, calibrando y haciendo cada vez más precisas las decisiones.

El imparable crecimiento de las tecnologías en los lugares de trabajo

Los avances en este ámbito han permitido que tanto los algoritmos, basados en reglas, como el aprendizaje automático, basado en la predicción, realicen tareas de forma más rápida y económica.

 

Las nuevas tecnologías han transformado, mejorado y optimizado los lugares de trabajo, además de ayudar a crear y fomentar la aparición de nuevos perfiles.

 

- Informática

Las tecnologías digitales han remplazado al talento humano en algunas tareas, pero también lo han hecho más productivo en otras. Uno de los ejemplos más llamativos es la informática.

De hecho, según la OCDE, alrededor del 59 % de los empleados de las empresas utilizaron regularmente un ordenador para trabajar en 2018, en comparación con el 47 % de 2005, una tendencia creciente que es visible para empresas de todos los tamaños, pero que cobra más relevancia en las grandes empresas.

- Robótica

Otra de las actividades que se ha visto impulsada es la robótica. Actualmente, se presenta como una de las herramientas vanguardista dentro de las empresas, ganando gran popularidad y atención en todos los procesos de transformación digital.

Esta apuesta se ha traducido en un notable crecimiento durante los últimos años, aunque sigue habiendo un recorrido de implementación: la mayoría de los países tienen un número reducido de robots por cada 10.000 trabajadores, y en el caso de España,  hay 157 robots industriales en fábricas por cada 10.000 trabajadores, según el informe "El futuro del trabajo". 

La Federación Internacional de Robótica documenta que el crecimiento promedio de la adopción de robots ha sido del 16 % por año durante la última década. No obstante, estima que el stock operativo de robots industriales aumentará de 2.1 millones en 2017 a 3.8 millones en 2021.

- Inteligencia Artificial (IA)

La IA es otra de las tecnologías con un gran protagonismo en la definición de nuevas fórmulas laborales. De hecho, según dicho informe, en los últimos años el crecimiento de patentes de IA no solo ha aumentado, sino que ha superado de manera evidente el registro de otras patentes.

Los avances en informática e IA han reducido el coste de estas tecnologías, lo que fomenta que las empresas hagan uso de estos ‘algoritmos inteligentes’ para planificar los recursos empresariales o humanos y gestionar las relaciones con los clientes.

Según datos de la OCDE, alrededor del 35 % de las empresas en los países miembros informan que utilizaron esta tecnología en 2017, un aumento significativo en comparación con el 20 % de hace unos 10 años.

Las tecnologías digitales no solo cambian la naturaleza de los trabajos y las habilidades que requieren, sino que también afectan al funcionamiento de los mercados laborales directamente. La búsqueda de trabajo online es un buen ejemplo de esto, ya que según el informe El futuro del trabajo: en 2011, alrededor de tres cuartos de los desempleados buscaron trabajo de manera online, en comparación con solo un cuarto en el año 2000.

Sin embargo, no sería posible considerar las tecnologías de predicción como equivalentes a la inteligencia humana. Aunque pueden resultar más baratas y mejores a la hora de predecir resultados, los límites de estas tecnologías se encuentran en su incapacidad para realizar un juicio de la misma manera que lo hace el talento humano, por lo que se debe seguir apostando por su complementariedad. Una apuesta que impulsará el futuro del trabajo.

¿Qué otras tendencias clave inciden en e futuro del trabajo? Descubre mucho más en el informe "El futuro de trabajo" de Randstad Research.