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“¿Está mi empresa lo suficientemente digitalizada?”, seguramente te has planteado esta cuestión en más de una ocasión, sobre todo en los últimos tiempos, a raíz de la situación generada por el COVID-19. Si antes de la pandemia la digitalización ya era importante en la competitividad de las empresas, ahora se ha convertido en algo imprescindible.

La necesidad de digitalización de las empresas post COVID-19

La emergencia sanitaria ha provocado cambios drásticos en la forma de trabajo, consumo y relaciones interpersonales. La gran mayoría de las acciones cotidianas debían desarrollarse de forma remota, por lo que los proveedores de productos y servicios han tenido que adaptarse al contexto.

Esto ha obligado a las empresas a buscar soluciones digitales que permitan mantener la productividad, o aumentarla si es posible. Muchas organizaciones no estaban suficientemente preparadas para esta aceleración de cambios y sufrieron las consecuencias.

La crisis ha evidenciado necesidad de contar con un óptimo nivel de desarrollo tecnológico que permita ganar flexibilidad ante las diferentes situaciones que se puedan plantear en el futuro. Por ello, contar con una estructura digital en constante actualización es clave para mejorar tu negocio y ganar seguridad.

Analiza la situación actual, las necesidades y los objetivos de digitalizar la empresa

Digitalizar tu compañía no es un proceso automático ni instantáneo, sino que requiere una implementación correcta para que la transformación sea exitosa. Previamente necesitas planificar todo para que la hoja de ruta quede clara, pasando por tres fases básicas:

  • Análisis: lo primero es analizar cuál es tu punto de partida, y aquí conviene que detectes las fortalezas y debilidades de tu empresa. Ese diagnóstico no se reduce únicamente a las herramientas tecnológicas con las que cuentas, sino que además es importante evaluar su nivel de aprovechamiento, el de formación de los equipos en torno a ellas y la organización interna.
  • Detección de necesidades: habiendo analizado la situación, es el momento de que pienses qué aspectos tienen un mayor margen de mejora y qué soluciones serían las adecuadas. Por ejemplo, si tienes una tienda física seguramente sea interesante crear un e-commerce y vender online​.
  • Objetivos: una vez tengas claro qué necesitas desarrollar para digitalizar tu empresa y cuáles son las tendencias del mercado, debes definir una serie de metas para cubrir esas demandas. De esta manera, podrás estimar la inversión a realizar y te resultará más sencillo realizar un seguimiento del proceso.

La formación online, actualizando los equipos

De poco sirve que tu empresa disponga de las mejores herramientas digitales si quienes las deben utilizar no tienen las competencias necesarias para sacar el máximo provecho de sus ventajas. La digitalización también supone una transformación en la cultura empresarial, que fomente el intercambio de conocimiento y la actualización constante.

La extendida deslocalización de equipos hace que la inversión en programas de formación online sea necesaria, ya que se adapta a la flexibilidad de ubicaciones y horarios. ¿Cómo puedes gestionarla de forma óptima en tu empresa?

  • Fomenta el aprendizaje colaborativo: seguro que en tu empresa hay profesionales de diversos perfiles con diferentes competencias. Incentivar un intercambio de conocimiento entre todos, también en entornos online, es una forma muy constructiva de formación.
  • Premia el autoaprendizaje: los recursos digitales de hoy en día son una fuente casi inagotable de información, por lo que resulta muy positivo que animes a tus profesionales a buscar sus fuentes de conocimiento, ofreciéndoles las herramientas que necesiten.
  • Apuesta por el eLearning: este tipo de formación proporciona una experiencia de aprendizaje de calidad a los profesionales y se ajusta perfectamente a sus necesidades, ya que está disponible en cualquier momento y lugar. Además, sus posibilidades a nivel de contenido son enormes. ¿No conoces Randstad eLearning?

Promueve el desarrollo del talento sénior: reverse mentoring

La experiencia es un gran valor y, por ello, los profesionales más expertos suelen transmitir sus conocimientos a los perfiles junior, lo que se conoce como mentoring. Sin embargo, en el caso de las competencias tecnológicas suele ocurrir al contrario.

Las generaciones jóvenes, que son nativos digitales, tienen una mayor facilidad para asimilar las novedades y pueden contribuir en la formación del talento sénior, una práctica que se denomina reverse mentoring.

En la digitalización de tu empresa nadie debe quedarse atrás, por lo que los profesionales más veteranos han de contar con las facilidades necesarias para seguir el ritmo de aprendizaje digital del resto de los equipos, y la diversidad en los entornos laborales es muy beneficiosa para ello.

En este sentido, una práctica que suele resultar útil es elaborar grupos de trabajo heterogéneos que faciliten ese intercambio de conocimientos entre generaciones. Esta solución no solamente resulta beneficiosa de cara a la formación digital, sino que también contribuye a fortalecer las relaciones entre los profesionales, mejorando con ello el ambiente de trabajo, con todos los beneficios que esto conlleva.

La crisis del COVID-19 ha cambiado el panorama laboral obligando a las empresas a acelerar sus procesos de digitalización para adaptarse. Sin embargo, estas necesidades seguirán latentes en el futuro, por lo que si quieres que tu empresa obtenga una ventaja competitiva, es preciso que lo digital sea una parte esencial en la cultura corporativa. De esta manera, tu organización ganará en flexibilidad para afrontar futuras crisis y estará en una mejor posición para innovar y diferenciarse.

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