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La FP dual «reconcilia» a escuela y empresa
© Randstad 2021

La transición entre el aula y la empresa, entre la carga teórica del pupitre y la realidad de la planta productiva, ha sido difuminada por un nuevo modelo formativo que da sus primeros pasos: la FP dual. Creada en 2012 para hacer frente a las dolorosas cifras del desempleo juvenil, ha arrancado con timidez pese a la euforia inicial. El sector de la automoción se erige como uno de sus grandes promotores.

 

Mejorar la empleabilidad de los jóvenes y, al mismo tiempo, garantizar que las empresas encuentren en el mercado de trabajo los profesionales que buscan son los dos principales objetivos de la Formación Profesional dual. Un sistema que otorga al sector privado un rol vital en la formación de los futuros trabajadores y que se ha inspirado en el modelo que desde hace décadas funciona en Alemania. Consiste en combinar la formación teórica en centros educativos con la realización de prácticas tutorizadas en empresas, a las cuales los alumnos acuden a partir del segundo año de estudios.

 

Tímido arranque

Tras una cierta euforia inicial, la realidad muestra que solo uno de cada 100 jóvenes en edad de estudiar opta por esta modalidad (frente al 42% en Alemania), lo que evidencia que el camino no está exento de dificultades. La principal de ellas proviene del propio tejido empresarial español, mayoritariamente integrado por pymes y microempresas que carecen de capacidad para implantar la formación dual. Por su parte, el sistema educativo se revela torpe a la hora de trasladar al aula las necesidades cambiantes del entramado industrial. Finalmente, al depender las competencias en educación de los gobiernos autonómicos, la dispersión normativa deriva en una profusión de criterios y trámites administrativos.

La insuficiente preparación de los tutores y el hecho de que los títulos académicos no diferencien a aquellos alumnos que estudian la FP presencial de los que cursan la dual son otras asignaturas pendientes. Al mismo tiempo, el personal docente no ve con buenos ojos la reducción de la carga lectiva teórica, hasta un 55% menor que la impartida en la FP convencional.

 

Apuestas firmes

Pese a todas estas trabas, el número de alumnos matriculados se ha duplicado en dos años y alcanza ya los 20.000, demostrando que poco a poco el sistema va cuajando. En ello se emplea a fondo la Alianza para la FP Dual, una red estatal de empresas, centros e instituciones de Madrid, Cataluña y Andalucía que, bajo el impulso de laFundación Bertelsmann, ha conseguido convencer a unas 200 empresas de las bondades del sistema. Su reciente compromiso para acoger alumnos en prácticas engrosará las listas de graduados en FP dual, de las que ahora forman parte solo unos pocos pioneros.

 

Las primeras promociones ya han salido al mercado laboral, siendo el sector de la automoción uno de los que han apostado de manera más decidida por ello. Por ejemplo, SEAT tiene una escuela de formación, con los mismos requisitos y obligaciones que las de la matriz Volkswagen, donde el rol de sus 40 tutores resulta clave: según la empresa, cuentan con casi dos centenares de aprendices. El convenio renovado en 2016 con la Generalitat de Catalunya garantiza su reconocimiento académico, pero además esta empresa automovilística colabora con la administración en la actualización de los currículums y la organización de los cursos.

 

En este mismo sentido, en marzo de 2015 se inauguraba en Martorell el Centro de Formación Profesional de Automoción, con la FP Dual como puntal básico de un modelo formativo de calidad que cuenta con laboratorios de robótica y sistemas automatizados. A pleno rendimiento, este centro es capaz de acoger a 480 alumnos en modalidad dual, impartiendo todos los grados medios y superiores en automoción y 21 certificados de profesionalidad homologados por el Ministerio de Trabajo.

 

En el otro extremo de la península, en Galicia, las plazas de FP dual han crecido un 45% durante el último año. Este curso se graduará la primera promoción de alumnos de Mantenimiento Electromecánico formados por el Instituto Politécnico de Vigo y la empresa Benteler Automotive, un ciclo medio de tres años de los cuales dos incluyen formación de cuatro días a la semana en la planta de esta empresa en Pontevedra. Benteler proporciona también una parte de la formación docente, con la particularidad de que los alumnos reciben un salario y son dados de alta en la seguridad social. Convenios semejantes se han formalizado con otras empresas del sector como Nissan Motor Ibérica o Volvo, en campos como la carrocería, la electromecánica o la mecatrónica y en colaboración con diferentes centros de secundaria.

 

En resumen, analizado el potencial de esta modalidad formativa fuera y dentro de nuestras fronteras, el sector de la automoción tiene un amplio margen de mejora en cuanto a capacitación, motivación y engagement de sus empleados, sobre todo aquellos de índole más técnica, a través de la FP dual.