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Desde el pasado mes de marzo, ya no vivimos en el mundo que conocíamos. La forma de desenvolvernos con nuestro entorno ha dado un giro de 180 grados, y el significado de “nueva normalidad” no es otro que el de la readaptación, de encontrar la forma de reinventarnos y aclimatarnos a este insólito escenario.

La pandemia ha sido la causa de una crisis sin precedentes en la que todos los sectores económicos se han visto afectados, y, ante el riesgo sanitario que todavía continúa vigente, se hace necesario extremar las precauciones para avanzar hacia la recuperación económica. El teletrabajo sigue siendo una medida preferente, pero en la mayoría de empresas resulta imprescindible volver a los lugares de trabajo, por lo que desde el final del estado de alarma se ha incentivado un regreso paulatino.

Se abren así dos vertientes, a las que hay que prestar atención para completar el proceso con todas las garantías: los espacios de trabajo y las personas. De la primera te hablamos en este artículo. Continúa leyendo para conocer las claves de la gestión de la parte más humana en esta transición.

La vuelta de los equipos: motivación y comunicación

El retorno al trabajo presencial es uno de los mayores retos que plantea el panorama en el que vivimos inmersos en estos momentos. La incertidumbre permanece vigente y puede que los ánimos no se encuentren en su mejor momento, por lo que, en el regreso a los lugares de trabajo, resulta imprescindible tender la mano a los trabajadores y facilitar esta transición. La clave: remar juntos en un contexto en el que se ha difuminado la planificación a largo plazo y multiplicado la importancia de saber adaptarse a las condiciones según vengan.

La misión de un buen líder debe ser ahora la de mantener a su equipo motivado, empujarlo hacia adelante y trabajar, más que nunca, la comunicación. Ya que el entorno que nos rodea es incierto, debes apostar por hacer gala de la mayor transparencia posible.

1.- Claves para mejorar la motivación del equipo

La “nueva normalidad” implica una convivencia con un clima de incertidumbre, y, además, muchas personas arrastran los peores recuerdos de las consecuencias de la pandemia. Es un momento que puede resultar especialmente delicado para la salud mental, por lo que en estos momentos es más importante que nunca motivar al talento para impulsarlo hacia adelante:

  • Construye un discurso optimista. Pese a las circunstancias, siempre hay que buscar la cara positiva y transmitírsela al equipo. Despierta de nuevo sus ganas y la ilusión por embarcarse en nuevos proyectos, superar metas y compartir triunfos. Transmíteles siempre las buenas noticias, por pequeñas que sean.
  • Proporciona apoyo. No solamente es un momento difícil anímicamente, también puede serlo en el aspecto operativo. Nuevas herramientas, protocolos, tecnologías, procesos… en la adaptación a la nueva normalidad han podido cambiar muchas cosas, y el cúmulo de todas las circunstancias puede hacer que los profesionales se sientan superados. Muéstrate tolerante y comprensivo, y tiéndeles la mano.
  • Reconoce los logros y pasos hacia adelante. Siempre resulta de lo más motivador recibir reconocimiento, es imprescindible para mantener los ánimos y por eso es, más importante que nunca. Ahora es el mejor momento para implantar incentivos a los logros.

2.- Team building y otras estrategias para mantener la comunicación

Antes del coronavirus, existían múltiples opciones para fortalecer los vínculos, pero ahora, con la distancia social como norma, se hace necesario ser más creativos y cuidadosos para idear nuevas formas de mantener al equipo unido.

El team building era una de las prácticas preferidas para estrechar lazos, con juegos y actividades de grupo, tanto dentro de la oficina como fuera. Pero… ¿cómo practicar team building en tiempos del COVID-19?

  • Actividades online: en este tiempo, ha sido posible trasladar las reuniones y los procesos al medio digital, ¿por qué no hacerlo también con las actividades de ocio? Clases de yoga que se pueden practicar desde casa, partidas de videojuegos online o, sencillamente, espacios de encuentro para poder interactuar más allá del ámbito laboral, son solo algunas de las múltiples posibilidades.
  • Gamificación de los procesos: crear equipos y un sistema de recompensas para hacer del trabajo un juego es una gran opción para incrementar la motivación y crear vínculos. Además, permite mejorar la productividad.
  • Actividades en grupos reducidos y al aire libre: espacios recreativos como las salas de escape room también han recuperado su actividad y aplicado todas las medidas de prevención necesarias para garantizar una diversión responsable. De hecho, también existe la modalidad street scape, el mismo formato, pero en la calle. El paintball o los deportes al aire libre continúan siendo una opción válida.

3.- Comunicación interna al servicio de los equipos

Todos los manuales de liderazgo inciden en este aspecto, y, en tiempos de crisis, es más importante que nunca mantener a los equipos informados. Pero… ¿qué se les puede decir cuando realmente no se sabe qué es lo que va a ocurrir?

  • Sé sincero y transparente. No tienes todas las respuestas, y menos en una situación tan incierta. Pero sí tienes la capacidad de mantener un contacto constante con tu equipo y de abrirte con él. Comunicaciones frecuentes, espontáneas, genuinas y cercanas funcionan mejor que unos mensajes cuidadosamente elaborados y refinados que parecen seguir un guion.
  • Conecta la razón y las emociones. Ante situaciones críticas, existen dos tipos de personas según su forma de reaccionar: las que lo hacen de una forma emocional, y aquellas que lo hacen con el lado más racional de su cerebro: planes, análisis, cálculos, escenarios… El equilibrio entre ambas partes es la combinación ganadora para tomar las mejores decisiones y conectar con tu equipo.
  • Habla, pero no te olvides de escuchar. Presta atención a las inquietudes y necesidades de las personas que te rodean y conversa con ellas. La comunicación debe ser bidireccional.

El futuro del trabajo: ¿presencial o remoto?

La crisis causada por el COVID-19 nos ha hecho replantearnos el presente y el futuro del trabajo. Según nuestro informe Talent Trends 2020, en 2019 el 47 % de los empresarios que encuestamos estimaban que el 2020 sería un año de fuerte crecimiento económico, y un 22 % esperaba un ligero crecimiento. Solo el 1 % sentía una preocupación por el clima de negocio. El teletrabajo tampoco era una de las principales preocupaciones, cuando solo el 22,3 % de trabajadores españoles tenía la capacidad para hacerlo.

Ahora, tras la crisis, esta modalidad se ha convertido en trending topic mundial, uno de los principales ejes en la evolución del mercado laboral. No se concibe ya como una solución provisional que volverá a quedar reducida a una minoría de la población cuando todo acabe. Todo parece indicar que los modelos mixtos, que combinan el trabajo presencial y en remoto, lograran asentarse definitivamente.

La llegada de una situación tan inesperada como esta pandemia ha servido para hacernos entender que no podemos relajarnos ni confiarnos en exceso, que siempre permanecemos expuestos ante vicisitudes que quedan completamente fuera de nuestro control. Todo puede cambiar de un día para otro. Permanece alerta, apuesta por la digitalización y, por encima de todo, cuida de la experiencia del talento. Con la colaboración de los mejores profesionales, podrás hacer frente a los momentos más críticos.

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