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Mentoring empresarial

Tiempo de lectura: 6 minutos.

El talento ¿se hace o se nace con él? ¿Qué secreto guardan en su interior aquellos profesionales que destacan, que llegan lejos, que son líderes, cuyas decisiones no solo influyen sino que cambian (a mejor) el curso de las cosas?

En este artículo descubriremos cómo se utiliza el mentoring para lograr este crecimiento profesional y personal que logra perfiles de gran atractivo para las empresas. Todo un proceso para que aquellos trabajadores que dan sus primeros pasos en el ámbito laboral se encaminen en la dirección correcta y logren dar lo mejor de sí. Para beneficio propio y de la empresa para las que ofrecen sus servicios.

¿Qué es el mentoring?

Para entender mejor este método de enseñanza, lo primero es situar a sus protagonistas. Porque el mentoring establece una relación entre los perfiles profesionales, uno más experimentado y veterano, y otro más joven y en las primeras fases de su carrera.

Aunque no depende tanto de la edad, como de la experiencia que se tenga en un determinado puesto o tarea específica, como veremos más adelante. Pero, por acotar el término, podemos definir el mentoring como esa relación profesional entre una persona experimentada (el mentor) y otra que necesita de la asistencia de ese mentor (el mentorizado o mentee).

Dicha relación se entiende como una formación unidireccional, ya que el mentorizado recibe los conocimientos y experiencia del mentor sin, en principio ofrecer nada a cambio. El interés, al margen de la generosidad y la satisfacción de transmitir un legado y un bagaje, viene motivado por las habilidades potenciales que el mentorizado desarrollará en el corto plazo. Así pues, se puede ver como una inversión en talento del que la compañía se podrá beneficiar.

Tipos de mentoring

Puede haber tantos tipos de mentoring como áreas o disciplinas existan. Se puede acotar el mentoring según el público al que se dirige (emprendedores, inversores, recién licenciados), según el marco en que se desarrolla (comunidad, empresa, departamentos) o según la materia que aborda (educación, psicología, storytelling).

Entre los mentoring más solicitados y puestos en práctica se encuentran:

  1. Mentoring formal. A cargo de agencias especializadas en ofrecer este tipo de servicios, a través de programas, canales e incluso software desarrollado para cada tipo de mentoring o tutoría.
  2. Mentoring informal. Se desarrolla de un modo más cercano, flexible y sin un guión definido. Puede ser, no obstante, más efectivo que el formal, ya que se establece en personas con intereses comunes, objetivos afines, y desde la confianza que da pertenecer a una misma empresa y remar en el mismo barco. Suele darse desde una relación de jerarquía.
  3. Mentoring entre pares (o peer to peer). En este caso, desaparece la jerarquía y se establecen relaciones horizontales, entre personas del mismo rasgo, no solo en cuanto al cargo o responsabilidad, sino también en cuanto a edad y formación académica. El feedback aquí también es directo y favorece la simbiosis, es decir, el mutuo enriquecimiento, siempre que cada uno de los participantes pueda aportar algo al otro, y viceversa.
  4. Mentoría exprés. Su nombre ya indica que se trata de la fórmula más abreviada de ejercer el mentorizaje. Suelen surgir en eventos en que se favorece el contacto, y de paso se genera networking, con una persona de influencia que comparte minutos de calidad con los asistentes.

Además de estos tipos de mentoring, se pueden establecer otras relaciones cambiando los contextos, los interlocutores, invirtiendo los papeles. En todos esos casos, hablamos de mentoring empresarial, en cuanto que va dirigidos al crecimiento de la empresa y al desarrollo de las habilidades de los trabajadores en ese ámbito.

Beneficios del mentoring

Las ventajas de incorporar al mentorizaje a las empresas es amplia y actúa en varias direcciones. Podemos analizar sus beneficios en dos vectores:

  • Ventajas del mentoring para personas. Por un lado, el mentor puede sentirse valorado con el mero ejercicio de transmitir sus conocimientos a una persona que los apreciará y los empleará, a su vez, de una forma nueva. Se contribuye así a la cadena de valor en el seno de la empresa, al círculo virtuoso, mientras que por otro lado, el mentorizado recibe un conocimiento de las mejores fuentes, dirigido a unas tareas específicas, con un know-how Podemos decir, en otras palabras, que un buen mentoring es como un máster concentrado, como un MBA a medida y dirigido a cubrir las necesidades concretas en el menor tiempo posible y con la mayor eficiencia posible.
  • Ventajas del mentoring para empresas. Los beneficios son innumerables, teniendo en cuenta, además, que el mentoring no tiene que suponer una gran inversión económica. Más allá del tiempo destinado, se puede hacer sin apenas coste si se trata de un mentorizaje entre iguales o jerárquico. Además, aumenta la confianza entre cuadros de mando y empleados, al tiempo que refuerza las habilidades de estos últimos, generando empresas más cohesionadas, potentes y preparadas para superar los desafíos del mercado. Además, crea una memoria empresarial, una cadena de transmisión del legado, así como una cultura de la empresa que es otro valor intangible que aporta fortaleza a la compañía.

Argumentos de peso que animan a las empresas, cada vez más, a incorporar el mentoring a sus agendas.

¿Cuál es la diferencia entre mentoring y coaching?

Son términos con parentesco y a menudo pueden usarse de manera indistinta, aunque hay matices que los separan. Por ejemplo, el mentoring suele darse en el seno de la empresa, entre interlocutores que forman parte de la misma, solo que con distinto grado de implicación en ella, ya sea por antigüedad en la compañía o por cargo y grado de responsabilidades.

El coaching, en cambio, apoyado en la figura del coach, se practica fuera de la empresa, como un servicio personal que tal trabajador puede contratar para reforzar algunas habilidades y, sobre todo, reorientar su carrera profesional.

Al coach se acude en periodos de crisis, grandes o menores, que impliquen un giro de 180 grados o una reorientación más sutil de la dirección profesional. El mentorizaje o mentoring, en cambio, se entiende sobre la base de un aprendizaje constante, de la formación en el seno de una empresa. No tiene que ver con cambios ni refuerzo o descubrimiento de habilidades, como de aprendizaje de conocimientos y contenidos que le permitirán asumir nuevas responsabilidades con mayor confianza y destreza.

Casos de éxito

Los verdaderos sabios son aquellos que, en un momento de sus vidas, aceptaron su condición de discípulos. Es más, siguieron ejerciendo de discípulos toda su vida, sin darse cuenta, al menos del todo, que se habían convertido en maestros.

En un plano más terrenal, o empresarial, encontramos ejemplos en casos como el de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y actual dueño de Meta, que habría recibido el mentoring de un pionero e innovador de la tecnología como Steve Jobs. O el caso también conocido de Bill Gates y su mentorizaje con Warren Buffet. Y en otros sectores, como en el mundo de la moda, Yves Saint Laurent siempre reconoció todo lo que aprendió de Christian Dior. Tanto que su propia presencia lo intimidaba, y era incapaz de hablar de él. En cualquier caso, supo exprimir su mejor jugo y volar a su manera, lejos y alto.