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comportamiento organizacional

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La manera en la que aprendes, la forma en la que te pones objetivos, el modo en el que interactúas con tus compañeros… Cada comportamiento que se adopta en el trabajo, por mínimo que sea, tiene su impacto.

Pese a que existen múltiples formas de comportarse, se pueden identificar denominadores comunes en las conductas de los individuos, grupos y estructuras dentro de una compañía.

¿Qué es el comportamiento organizacional de una empresa?

El comportamiento organizacional (CO) de una empresa es la especialidad que se centra en el estudio de estas pautas con el objetivo de optimizar el rendimiento de una empresa. Consiste en estudiar cómo se comportan los miembros de una organización y cuáles son las consecuencias de estas conductas sobre la organización.

Es interesante destacar que no solo estudia las conductas o comportamientos de las personas que forman parte de la organización, sino también estudia cómo son las relaciones entre los individuos que la componen. Buscan conocer cómo se relacionan entre sí para poder dar respuesta a preguntas como: ¿Qué motiva a mis empleados? ¿Cómo trabajan en la organización? Pudiendo así intervenir y destinar recursos a estos aspectos, entre otros, para alcanzar sus objetivos marcados tanto a corto como a largo plazo.

El comportamiento organizacional puede resultar muy útil para el líder de la organización o equipo de trabajo en materias como la resolución de conflictos, cohesión de equipo o desarrollo y colaboración de los trabajadores.

¿Qué características define el comportamiento organizacional?

Las características del comportamiento organizacional están estrechamente relacionadas con los objetivos que persigue. Principalmente su aplicación reduce costes y aumenta la rentabilidad de la compañía. Según el modelo de comportamiento que se aplique (custodia, apoyo, colegiado o sistemático), el diseño del sistema será uno u otro. El comportamiento organizacional es clave a la hora de compartir y transmitir la misión, visión y valores de la empresa a todos los niveles de la organización. Se trata de una forma sencilla de aplicar en el día a día de la empresa su cultura organizacional o corporativa.

¿Objetivos del comportamiento organizacional?

Uno de los principales objetivos del comportamiento organizacional es garantizar y optimizar el funcionamiento de la organización a través de la información obtenida del estudio de los diferentes comportamientos y relaciones de su personal interno. No obstante, el comportamiento organizacional va más allá, te contamos cuáles son los 4 objetivos del comportamiento organizacional:

  • Aumentar la productividad de los empleados a través de palancas como la motivación y sentimiento de pertenencia a la organización.
  • Reducir el absentismo y los costes que este supone para la empresa.
  • Construir patrones de comportamiento que puedan servirle de ayuda a la empresa para detectar conductas y predecir posibles acontecimientos. Esto permite disponer de un mayor margen de actuación.
  • Analizar cómo actúan y cómo se relacionan los empleados que forman la organización.

¿Por qué es importante el comportamiento organizacional?

Las empresas son, entre otras cosas, sistemas sociales formados por personas, y si se desea trabajar en ellas o dirigirlas, es necesario comprender su funcionamiento interno para poder beneficiarse de las ventajas que ofrece el estudio y conocimiento sobre comportamiento organizacional.

Analizando estos mecanismos, se pueden describir y explicar los comportamientos de los empleados y resolver así los conflictos que puedan derivar de ellos, indica Eduardo Amorós, autor del libro ‘Comportamiento Organizacional, en busca del Desarrollo de Ventajas Competitivas’.

Según Stephen P. Robbins, autor del libro Organizational Behavior, la mejor razón para aplicar el comportamiento organizacional es que permite predecir. 

Para comprender lo valioso de la predicción, Robbins pone el ejemplo de las normas de tráfico: un límite de velocidad, una línea continua, un “stop”… son reglas que se introdujeron – y se introducen – en base a cómo las personas actúan y que, previstas, sirven para garantizar una correcta circulación y evitar accidentes.

Si una compañía usa apropiadamente este campo de estudio, por tanto, tendrá una visión de conjunto y de futuro que le permitirá optimizar su rendimiento general. Al mismo tiempo, favorecerá el desarrollo personal y profesional de sus empleados.

Elementos que componen el comportamiento organizacional

Existen cuatro elementos fundamentales conocidos como los principios del comportamiento organizacional y que inciden directamente sobre los ambientes profesionales:

  1. Personas: en un mundo donde las personas cada vez están más y mejor preparadas profesionalmente, los empresarios deben fomentar la retención del talento y el compromiso de los empleados con la empresa. Hay que tener en cuenta tanto al individuo como al grupo.
  2. Estructura: para que el trabajo que desempeña cada empleado esté coordinado con el del resto de su equipo, debe existir una estructura general; si no existiera esta relación surgirían serios problemas de coordinación, negociación y toma de decisiones.
  3. Tecnología: las relaciones laborales son diferentes dependiendo del grado de implementación de las herramientas tecnológicas en las empresas. En un mundo cada vez más conectado y automatizado, este aspecto se vuelve fundamental.
  4. Entorno: todas las empresas están relacionadas con el contexto en el que se desarrollan, interno y externo, el cual afecta significativamente en las actitudes de las personas y sus condiciones de trabajo. Una organización que conoce su entorno se adaptará mejor a él.

Modelos de comportamiento organizacional

Dentro de este campo de estudio, influenciado por disciplinas como la psicología, la economía o la sociología, han surgido además distintos modelos de comportamiento organizacional útiles para los responsables de las organizaciones. Podemos hablar de modelos de comportamiento o de comportamiento organizacional por niveles:

  • Modelo de custodia: el gerente reconoce los problemas internos (poca seguridad, desmotivación…) y ofrece soluciones a través de compensaciones económicas.
  • Modelo de apoyo: este estilo se basa en la aplicación de un liderazgo activo, en el cual se incita a la participación continua del empleado para mantenerlo involucrado.
  • Modelo colegiado: mismos atributos que el modelo de apoyo, pero desde un punto de vista del conjunto de los trabajadores. Se busca potenciar y motivar a partir de códigos comunes y de equipo.
  • Modelo sistémico: un acercamiento a mayor escala (cuando hay una gran cantidad de actividades) que identifica pautas, funciones y estructuras generales. Una vez reconocido el funcionamiento total, se aplican soluciones adaptadas.

Ejemplos de comportamiento organizacional

Algunos ejemplos de comportamiento organizacional son los incentivos por parte de la empresa, es decir, con el comportamiento organizacional buscamos aumentar la cooperación y satisfacción de los empleados pues esto puede apoyarse para lograrlo en recompensas económicas por la consecución de determinados objetivos o proyecto. También como recompensa podría promocionar pasando a ocupar un nuevo puesto en la organización.

El ambiente e instalaciones donde los empleados de una empresa desarrollan sus actividades empresariales también es clave en el comportamiento organizacional. Por ejemplo, la infraestructura de la empresa, la tecnología de la que disponen, la localización, accesibilidad y limpieza, la iluminación… son factores que repercuten en la productividad de los empleados por ello es importante tener políticas donde se contemplen estos puntos.

La diversidad e igualdad  junto con la integración de los equipos en todas las áreas de

las organizaciones también son ejemplos de comportamiento organizacional que las empresas deben tener en cuenta. Ya no es suficiente limitarse a implementar actividades de tipo social o fomentar el trabajo en equipo sino que la empresa también debe fijar por escrito cuáles son sus políticas y enfocarse y comulgar con ellas desde un principio.

¿Cuál es el futuro del comportamiento organizacional?

En un mundo que evoluciona de forma constante resulta complicado determinar con exactitud cuál es el  futuro del comportamiento organizacional. No obstante, sabemos que para el comportamiento organizacional factores como el clima laboral, las relaciones interpersonales y sociales o la cooperación y trabajo en equipo son clave. Por ello, las organizaciones deben destinar e invertir recursos en el cuidado y desarrollo de estos para lograr así una excelente gestión de los mismos y velar por la actualización, implementación y aplicación de todo aquello relacionado o que afecte a estos factores que influyen de forma directa en aspectos como la productividad, el absentismo, la satisfacción de los trabajadores o la diversidad en la empresa, entre otros.

Comportamiento organizacional: una dinámica de éxito

¿Cómo llegan las organizaciones a ser exitosas gestionando sus recursos humanos? ¿Cómo se adaptan los equipos y las personas a los cambios e innovaciones que surgen en el mercado global? El comportamiento organizacional puede ser un gran apoyo para responder a estas preguntas.

Una empresa conocedora de estas prácticas puede ser más dinámica e integradora en su gestión de equipos: puede mejorar la confianza y productividad de los empleados, fortalecer internamente la figura del líder o facilitar la comunicación interpersonal.

Además, puede aportar ventajas con respecto a sus competidores; se construirá una identidad corporativa más completa, lo que servirá para construir relaciones más afianzadas con el cliente y en el sector.

Al mismo tiempo que se ajusta y potencia sus virtudes de cara al exterior, permite aprovechar las fortalezas y gestionar las debilidades de sus empleados, aumentando así la motivación, el compromiso y confianza de los mismos.

¿Crees que las empresas deberían dar prioridad a implantar el comportamiento organizacional ?