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Es difícil pensar en un sector que se haya tenido que adaptar tanto y tan rápido a los rigores de la situación generada por la crisis sanitaria como el de la educación. Es encomiable, todo sea dicho, que haya podido mantener la docencia de manera regular en una situación sin parangón, salvando los problemas tecnológicos y procedimentales. Pero tras el reto difícil de terminar el curso, la educación afronta otro no menos difícil, un nuevo año escolar en el que los métodos han cambiado para siempre.

El curso académico 2020-2021 será recordado siempre como el primero que tuvo lugar íntegro en la era Covid-19. Un curso en el que ya no son ajenas medidas como la obligatoriedad de la mascarilla, el distanciamiento social, el seguimiento estricto de medidas sanitarias, la pruebas a personal docente, la segregación en grupos y, en especial, la presencia ineludible de la educación digital. Una manera de educar, por cierto, que durante el confinamiento despegó de tal manera que hoy 1.200 millones de personas de todo el mundo y de cualquier edad estudian de esta forma. Un curso, en definitiva, caracterizado por un nuevo paradigma de la educación, una revolución que afecta desde la educación infantil hasta los postgraduados.

La reinvención del talento

Un estudio de la OCDE "Education at a Glance" alerta especialmente sobre la situación del profesorado en nuestro país. Para empezar, el organismo considera que el personal en España tiene una edad superior a la media de los países estudiados, por lo que se hace necesario un esfuerzo por parte de todos para formar e incorporar talento más joven. De hecho, solo el 8% de los docentes de Primaria en nuestro país tiene menos de 30 años, un porcentaje cuatro puntos porcentuales inferior al de la media mundial. Otro aspecto preocupante, generalizado en todo el globo, es el de la necesidad acuciante de formación en nuevas tecnologías, vital para el desenvolvimiento en un futuro de la educación inconcebible sin el recurso a lo digital.

Toda esta situación va a tener una repercusión positiva en el empleo relacionado con la educación. Los consultores de Randstad Professionals, expertos en la gestión y el asesoramiento del talento, ya están notando la demanda de profesionales de la docencia en este arranque del curso. Lógicamente, es un empleo que demanda un dominio de las nuevas tecnologías y con las competencias y habilidades propias de la educación en remoto, toda una nueva manera de educar.

En Randstad sabemos que la adaptación a este nuevo paradigma no está siendo sencilla ni para profesionales ni para empresas, pero confiamos en la formación y el fomento de la empleabilidad para mejorar las probabilidades de adaptación a una realidad que ha cambiado para siempre.

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