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Alimentos con menos aditivos, proteínas alternativas, materiales biodegradables o la irrupción tecnológica son algunos de los retos que el sector de la hostelería deberá hacer frente en 2019.

El nuevo año se presenta como una oportunidad para seguir abordando algunos retos correspondientes al mundo de la hostelería y seguir tratando de descubrir nuevos modelos de negocio, productos y formas de colaboración con el objetivo de abrir nuevas vías de desarrollo.

Retos tecnológicos de la industria

Durante el primer Food Start Tech Hackathon, iniciativa impulsada por CNTA y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para potenciar y acelerar la transferencia de tecnología en la industria alimentaria, se plantearon los siguientes retos:

– Clean label. Alimentos con menos aditivos y un acceso a la información de manera más transparente con el fin de que el consumidor pueda consultar los ingredientes de cada uno de los productos.

– Alimentos funcionales. Consisten en productos que destacan por cumplir una función específica, como puede ser mejorar la salud y reducir el riesgo de contraer enfermedades.

– Packaging. Además de los alimentos, el envoltorio debe ser sostenible y biodegradable para facilitar el reciclaje y la reutilización de los envases.

– Seguridad alimentaria y calidad. Sensores y procesos de monitorización que ayudan a ratificar la calidad y seguridad de las materias primas.

– Proteínas alternativas. Trabajar en conseguir nuevos ingredientes ricos en proteínas.

– Mejora de perfil nutricional. Reducir el contenido en azúcares, grasas y sal de los alimentos.

Todos ellos son un punto de partida para empezar a encarar soluciones óptimas que den respuesta a las cuestiones básicas de seguridad y sanidad alimentaria, un tema que afecta de forma colateral al sector de la hostelería.

Retos de la transformación digital

Por su parte, el Basque Culinary Center y TechFood Consult han realizado conjuntamente el “Estudio de Digitalización del Sector de Restauración. Percepciones y actitudes ante la transformación digital. Agenda de Innovación e Inversión 2018”, para identificar los retos de la transformación digital en el sector de la restauración.

El estudio destaca que un 83% de los participantes considera la tecnología importante para su negocio, un dato que reafirma la marcada presencia de la digitalización en todos los sectores, sin excepción.

Desde la interacción con el consumidor o la la formación en habilidades digitales de los empleados, hasta apostar por la innovación para conseguir mejorar la rentabilidad y ajustar lo costes son solo algunos ejemplos que definen el contexto actual.

Lo más deseado

Según el estudio, la mitad de los restauradores afirma que tienen previsto aumentar su inversión en tecnología en el nuevo año aplicando soluciones a corto plazo en:

– Soluciones para inventario

– Facilidades en el pago con móvil

– Publicidad y promoción online

– Sistemas de fidelización

– Análisis de negocio

– Gestión del desperdicio

– Sistemas para gestionar presupuestos

– Toma de comandas

Sobre el futuro, muchos restauradores subrayan la importancia de seguir trabajando en aplicar la sostenibilidad y el uso de las nuevas tecnologías en el día a día para cumplir con las exigencias de los clientes durante estos últimos años. En este sentido, los establecimientos tendrán que seguir adaptándose para conseguir fusionar los recursos digitales con su oferta cotidiana, de esta manera obtendrán más información acerca de sus consumidores. Es decir, se puede resumir el futuro en tres puntos claves:

– Mecanismos que faciliten la obtención de datos de los clientes para conocerlos mejor y poder mejorar la experiencia del comensal.

– Herramientas tecnológicas que permitan detectar y ofrecer soluciones de los posibles problemas que experimenten los restaurantes.

– Recursos para predecir la demanda y las tendencias de consumo.

La tecnología ayuda en la gestión diaria de los profesionales del talento, dando apoyo en distintas tareas, por ejemplo, coordinar toda la documentación contractual y los trámites administrativos, evaluar competencias profesionales a través de algoritmos, conocer de primera mano a través de una herramienta digital las valoraciones de los futuros empleados, etc.

A modo de conclusión, la digitalización en el sector de la hostelería supone una oportunidad para alcanzar los objetivos y adaptarse a las nuevas demandas de los clientes para anticiparse a las tendencias cambiantes, sin olvidar que cada innovación se ha de adaptar a los fines de cada establecimiento.