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En los últimos años, el ritmo de trabajo es, en ocasiones, tan intenso que muchas personas terminan realizando sus labores como máquinas, de forma automática. Esto puede generar momentos críticos en los que aparezca un estrés que, en mayor o menor medida puede afectar a la salud de los empleados y a la economía de la empresa. Actualmente, debido a la situación generada por el COVID-19, son muchas las personas, tanto empresarios como empleados, que están sufriendo las consecuencias de un estrés muy intenso. Por ello el mindfulness puede ser una herramienta perfecta para ayudar a gestionar momentos críticos como este.

Con el mindfulness se entrena la atención, lo que permite una mayor concentración de la mente y, por lo tanto, una mayor claridad.  También una perspectiva más amplia a la hora de enfrentarse a las diferentes situaciones laborales, donde los trabajadores tendrán más flexibilidad ante el cambio y aumentará su capacidad para regular sus emociones.

Cómo gestionar un momento crítico

Durante el desarrollo de la actividad laboral, pueden juntarse varios factores que desemboquen en un bloqueo personal. Son muchas las personas que pertenecen al sector sanitario y logístico a las que les ha ocurrido últimamente.

Si este ha sido tu caso, mediante la aplicación del mindfulness podrás entrenar la mente para que, cuando vuelva a suceder una situación como esta, tengas unos recursos internos de auto-observación y auto-regulación que te permitirán enfrentarte al estrés, reaccionando automáticamente.

El secreto está en esta reacción, con el mindfulness aprenderás a detenerte, a hacer una pausa y responder de una manera mucho más adaptativa. De esta forma desactivarás la cadena que se genera ante una situación de estrés.

Este entrenamiento permitirá que desarrolles un nivel de conciencia superior y que puedas aceptar la realidad que vives en el momento presente. Con lo cual podrás desactivar el “piloto automático” y responder de manera más consciente y eficaz.

1.- Lidiar con la frustración y el estrés

El estrés laboral que se está sufriendo durante estos días, puede desembocar en enfermedades que, a la larga, se vuelven graves y pueden suponer un severo coste para la salud.

El sentimiento de frustración que lo acompaña puede acentuarse especialmente durante el desarrollo de la jornada laboral. No poder cambiar las cosas que no están en tus manos es algo a lo que no te acostumbras fácilmente, y tu cabeza se centra en intentar controlar esta situación de cualquier manera posible.

El mindfulness es muy útill para calmar la ansiedad que estas situaciones producen, también para evitar que el pensamiento se centre única y exclusivamente en estos sucesos y así, aceptes el presente tal y como es.

Una buena práctica es diferenciar lo que podemos cambiar de lo que no. Hecha esta diferencia, puedes intentar influir o hacer lo posible para resolver una situación concreta. Una vez hecho lo que está en tus manos, simplemente, deja ir lo que quede fuera de tu control y no le des más vueltas.

Puedes tener en cuenta estos consejos para que puedas gestionar el estrés y la frustración en tu entorno corporativo:

  • Permítete equivocarte. Eres una persona y como tal, cometes errores, intenta solucionarlos y, si no puedes, pide ayuda. Debes ser compasivo contigo mismo.
  • No tomes retos que estén muy por encima de tus posibilidades. Sé consciente en todo momento de lo que puedes hacer y de lo que todavía necesitas aprender.
  • Desarrolla tu empatía. Escuchar a tus compañeros y ponerte en su lugar puede evitar más de un malentendido.
  • No seas persistente con algo que no te sale. Estarás perdiendo el tiempo y aumentará tu frustración. Déjalo y haz otra cosa, posiblemente en otro momento tengas la mente más clara y encuentres la solución.
  • Utiliza tu estrés y frustración para impulsarte. Hay ocasiones en las que una pizca de estrés viene bien para ponerse las pilas, si logras canalizarlo bien, puede ser una fuente de motivación.

2.- No estás solo: apóyate en tu equipo

El estrés y la frustración en el entorno laboral en ocasiones provocan que te aísles del resto de tus compañeros y quieras solucionar solo toda la carga de trabajo que te lo provoca.

Saber liderar un equipo es difícil en una situación como esta, pero no debes olvidar que tú también formas parte del equipo. Ellos estarán ahí para ayudarte al igual que tú estás cuando ellos te necesitan. Pedir ayuda no significa decir que no quieres hacerlo o que no sabes, simplemente demuestra que estás atascado en una situación y necesitas a tu equipo para solucionarlo.

La práctica del mindfulness favorece la cohesión grupal y puede liberarte de la mentalidad enjuiciadora, tanto contigo mismo como con los demás, lo que permitirá que te relaciones mejor con los demás miembros de tu equipo y la comunicación sea más fluida.

3.- La desconexión: clave para el éxito

Desconectar no solo significa irse a dormir o a un retiro espiritual, como puedes estar pensando. Durante tu jornada laboral es difícil poder desconectar del trabajo en sí, pero hay ciertos aspectos que puedes tener en cuenta.

El mindfulness promueve abstenerse de los medios y tecnologías. En la mayoría de los entornos laborales, esto no es posible. Sin embargo, pues hacer pequeñas cosas como tener el móvil, tanto el personal como el profesional, guardado hasta que este suene. Estar pendiente continuamente del móvil, puede generar mucho estrés y en la mayoría de las ocasiones no es necesario tenerlo enfrente.

Una vez en casa, terminada la jornada, mantenerse alejado de estos dispositivos hace que se reduzca el estrés considerablemente.

Dentro del lugar de trabajo es bueno encontrar lugares de desconexión, como por ejemplo un pequeño jardín que haya cerca o alguna sala que no se utilice. En tus momentos de descanso puedes acudir a estos lugares para despejarte y meditar.

4.- Técnicas de mindfulness para la gestión corporativa

Para gestionar momentos críticos durante la ejecución de la jornada laboral, es interesante que tengas estás técnicas de mindfulness en cuenta:

  • Establece prioridades y planifica tu tiempo. Gestionar tu tiempo desde un principio es la mejor herramienta para evitar el estrés en momentos críticos. Por ello dedicarle unos minutos al principio del día a organizar tus tareas estableciendo prioridades entre ellas, te puede ahorrar mucho tiempo y salud.
  • Toma consciencia del presente. Cuando veas que se acerca ese momento crítico, ¡párate! Y medita. Solo necesitas un minuto. Céntrate en la respiración, esto disminuirá los pensamientos y hará que las emociones se regulen. Este recurso puede ser muy útil si se utiliza con previsión.
  • Escucha a tu equipo de manera activa. Céntrate en la conversación que estás escuchando.  Mientras habla una persona no comiences a buscar una respuesta o a evaluar sus palabras. Disminuir ese diálogo interno y centrarte en lo que dice la otra persona puede ayudarte a evaluar esta conversación y responder de una manera más adecuada. Cuando tus compañeros se expresan y el mensaje llega correctamente a todos, se fomenta el trabajo en equipo y se evitan situaciones incómodas. Esto favorecerá además el engagement de la empresa.
  • Delega. Confía en los demás. Estar encima de cada tarea que realizan los miembros de tu equipo hace que generes más estrés y te frustres, ya que te quita tiempo y en ocasiones no puedes llegar a supervisar absolutamente todo. Tómate tu tiempo y respira, luego medita. Una vez llegues a tener atención plena, evalúa qué tareas debes supervisar realmente. El éxito de tu trabajo no depende solo de lo que hagas tú.
  • Escucha tu cuerpo. Meditar es una de las prácticas más importantes del mindfulness. Mediante esta técnica, poco a poco, tomarás consciencia de tu cuerpo y esto hará que el diálogo interior que tanto estrés genera se disminuya. Como consecuencia, podrás regular mejor las emociones y sentirás una sensación de bienestar con la que podrás enfrentarte incluso a las peores situaciones.

El estrés genera grandes costes tanto en la salud de los empleados como en la economía de la empresa. Por ello, invertir en programas de aprendizaje de mindfulness pueden ahorrar grandes costes. Además de mejorar la calidad de vida de los empleados, también aumentará su motivación y fidelización.

¿A qué esperas? Comienza a aplicar el mindfulness en tu empresa y pronto verás los resultados.