Cinco retos para la industria del automóvil pospandemia

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Ahora que la economía parece tomar rumbo hacia la recuperación, surge la duda de si uno de los motores de nuestra economía y una de las industrias más innovadoras y de mayor valor añadido, la del automóvil, podrá volver a cifras previas a la pandemia de una manera más o menos dinámica.

Lo cierto es que, más allá de la crisis derivada de la pandemia, este sector ya se enfrentaba a grandes retos estructurales. Pero… ¿cuáles son? ¿Cómo deben superarlos las empresas del motor? ¿Qué podemos decir de un sector estratégico para el futuro de nuestro países?

Sostenibilidad.

Uno de los principales retos a los que se tiene que enfrentar la industria es el de la sostenibilidad. Y no solo porque es responsabilidad de todos contribuir a una economía más eficiente y responsable, sino también por las estrictas normativas, tanto españolas como comunitarias, que el sector está obligado a cumplir.

Es el ejemplo de la normativa europea CAFE (Corporate Average Fuel Emissions o Emisiones de Combustible Corporativas Medias), por la que los nuevos vehículos no pueden superar los 95 gramos de CO2 por kilómetro, además de restricciones específicas para determinados modelos. Pero más allá de esta legislación concreta, todos los países están diseñando un futuro de movilidad libre de emisiones, por lo que lo más escenario para la industria es prepararse cuanto antes para ese escenario.

Tendencias de consumo.

La pandemia ha acelerado determinados cambios en el comportamiento de los consumidores que afectan también a la industria automovilística. Los ciudadanos son cada vez más exigentes y están más informados, por lo que demandan productos más sostenibles y eficientes. Además, cada vez están más concienciados, por lo que apuestan por una movilidad con el menor impacto posible al medio ambiente.

Muchos de ellos, especialmente los más jóvenes, están interesados por soluciones como el car-sharing, o rechazan el vehículo como medio de transporte urbano, por lo que la industria tendrá que saber cómo ofrecer alternativas.

Renovación del parque automovilístico.

La caída de las matriculaciones por la pandemia, nada menos que un 32,3% durante 2020, ha provocado un envejecimiento del parque automovilístico en nuestro país, que ronda de media los 13 años.

Las empresas del sector solicitan iniciativas incentivadas y programas para renovar los vehículos actuales, algo que además redundará en un parque automovilístico más eficiente y sostenible. Una iniciativa necesaria, ya que la reciente Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España, aspira a la plena descarbonización de la economía antes de 2050.

Nuevas tecnologías.

Toda esta renovación, tanto de la producción como de los vehículos, va a tener como principal protagonista a las nuevas tecnologías. En primer lugar, la automatización y la robotización está siendo una tendencia bastante consolidada ya en la industria del automóvil, redundando significativamente en la cuenta de resultados de las empresas.

Por otra parte, la innovación presente en los vehículos está creciendo notablemente en los últimos años, por lo que las compañías que no estén al día pueden perder grandes oportunidades. Y no solo eso, el proceso de venta también se caracteriza por el empleo de las herramientas digitales, con el objetivo de atraer y fidelizar al consumidor.

Talento.

Obviamente, todo lo anterior no podría funcionar sin los profesionales. Tradicionalmente, el sector ha precisado de un talento especializado y de gran valor añadido al que ahora es necesario sumar toda una serie de habilidades y competencias en nuevas tecnologías. Además, en la actual coyuntura, las empresas precisan contar de una manera ágil con los profesionales, ya que las demandas del mercado son muy dinámicas y cambiantes.

En Randstad somos conscientes de las necesidades de la industria automovilística en esta situación tan compleja, por lo que somos capaces de ofrecer el mejor talento, con los conocimientos necesarios y con total disponibilidad para que las empresas puedan marcar la diferencia y aprovechar las oportunidades que les ofrece la recuperación.

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