Nuevas formas de trabajo para adaptarse a la globalización

Tiempo medio de lectura: 5 minutos.

Los avances tecnológicos y la creciente interconexión del mundo están provocando que las barreras espaciales y temporales vayan perdiendo importancia. Estas tendencias inciden en el mercado laboral, que se está adaptando en consecuencia. El último  Informe Flexibility El futuro del trabajo de Randstad Research ya reflejaba en 2020 que el 40% de los trabajadores del sector empresarial participan en la producción para satisfacer la demanda final de otros países, lo que ya demostraba una clara prueba de la globalización.

Qué es la globalización del trabajo

Tal y como explica el informe anual Flexibility@work 2021 de Randstad Research, donde estudia las grandes macrotendencias de cambio del mercado laboral, la globalización se ha convertido en un factor extraordinario que influye en las condiciones en las que trabajamos, y es un cambio que nos acompañará a largo plazo. La cuestión es cómo gestionar estas tendencias emergentes en un mundo globalizado.

Es un reto importante que deben tener en cuenta todas las partes interesadas, empresas y trabajadores. Es imposible tratar estos temas en grupos de estados-nación. Por el contrario, debemos aceptar y aprovechar el trabajo en un entorno expansivo, abierto y global.

Ventajas y desventajas de la globalización del trabajo

Hoy en día la globalización en el trabajo es una realidad y trae consigo la transformación que esto implica tanto para la empresa como para los trabajadores en su forma de operar en el mercado. Si una empresa quiere tener presencia de forma internacional es necesario que se adapte a la globalización. En este punto, es interesante tener en cuenta cuáles son los efectos de la globalización en el mercado laboral y en los trabajadores para poder detectar las posibles ventajas y desventajas de la misma.

La globalización ha supuesto el fin de numerosas barreras que podían darse en el mercado laboral. Gracias a la globalización es posible que, por ejemplo, una misma empresa cuente con equipos de trabajo en diferentes países sin que esto suponga un inconveniente, al contrario, se entiende como una oportunidad de aprendizaje y desarrollo que enriquece a la compañía y a su personal favoreciendo el intercambio de ideas, cultura y conocimientos que puede traducirse en una ventaja competitiva frente a otros ya que permite llevar a cabo proyectos más creativos e innovadores. Las empresas globalizadas pueden contar con el mejor talento en su plantilla, para estas empresas no supone una dificultad que el talento no se encuentre en la misma ubicación que la compañía, siempre que cuente con conexión a internet, esto le permite a la empresa un ahorro en salarios y otro tipo de gastos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la globalización, para implantarla correctamente, requiere de una inversión en equipos de tecnología. Es necesario que tanto las empresas como los trabajadores cuenten con los recursos y equipos necesarios para poder desarrollar sus actividades de la forma más eficiente.

Gracias a la globalización las empresas amplían sus horizontes y aumentan sus oportunidades de negocio, no se limitan a un mercado local sino que tienen la posibilidad de operar de forma global pudiendo ofrecer así sus servicios o productos en mercados de todo el mundo. Esto en la mayoría de las ocasiones supone un crecimiento de las ventas y, por ende,un aumento de sus beneficios económicos.

Nuevas formas de trabajo para adaptarse a la globalización

Los trabajadores más cualificados viven en las grandes ciudades

La globalización no solamente se está traduciendo en la eliminación de fronteras, sino que además está convirtiendo a las ciudades en los centros neurálgicos de las actividades comerciales. Este fenómeno provoca que la población se concentre cada vez más en las zonas urbanas, ya que allí se encuentra el mayor volumen de trabajo, una tendencia conocida como urbanización.

El ya citado Informe de Randstad muestra con claridad un cambio vertiginoso en esta dirección durante las últimas décadas, especialmente en los países más desarrollados. Mientras a mediados del siglo XX la mayoría de ellos no llegaban al 60 % de población urbana, en la actualidad prácticamente todos superan esa cifra, rebasando el 80 % en numerosos países (Reino Unido, Australia, EE UU, Japón, etc.).

Si ponemos el foco en España, durante el siglo pasado el proceso de urbanización se daba del pueblo a la ciudad (éxodo rural) hacia las zonas industriales. En cambio, en el siglo XXI se está produciendo un éxodo urbano (de ciudades pequeñas a las principales metrópolis, como Madrid o Barcelona), buscando los empleos más cualificados.

Si volvemos al contexto internacional, de nuevo el informe revela que en Estados Unidos la proporción de personas en edad laboral con educación secundaria o superior en lugares densamente poblados (7.000 habitantes por km2) duplica a la de aquellos de menor densidad (10 habitantes por km2). Estos datos son otro indicativo de la relevancia de las grandes ciudades a nivel laboral.

La globalización y la diversidad de relaciones laborales

La revolución industrial supuso un gran cambio en la forma de trabajar, dando lugar posteriormente a la jornada laboral. En los últimos tiempos, la revolución digital está trayendo consigo variaciones más rápidas. Este contexto tecnológico propicia que las necesidades productivas cambien constantemente, de ahí que los perfiles profesionales sean cada vez más diversos, así como la tipología de las relaciones laborales.

El modelo de trabajo necesariamente presencial ligado a un horario fijo no tiene demasiado sentido en un escenario laboral en el que el momento y el lugar tienen menos relevancia que nunca. Por ello, las condiciones de trabajo flexibles son cada vez más protagonistas en las empresas, ya que, además, las configuraciones familiares y los hábitos de vida son diversos. Algunos ejemplos de prácticas de este tipo son teletrabajo, permisos familiares, flexibilidad de hora de entrada y salida, etc.

Este fenómeno también se manifiesta en las relaciones laborales, que cada vez son más diversas. Esta tendencia, a pesar de que el trabajo estándar sigue predominando, continúa aumentando de forma generalizada.

En el caso del teletrabajo, el informe Teletrabajo en España 2021 elaborado por Randstad Research revela que el teletrabajo potencial está muy por debajo del teletrabajo real en casi todos los países y regiones. Además, existen importantes diferencias entre países y regiones. El citado informe también identifica cuáles son los factores de los que depende la extensión del teletrabajo. Estos, de forma muy generalizada, son: naturaleza del trabajo, nivel de digitalización y competencias digitales, cultura corporativa, autonomía y confianza, cualidades personales de los trabajadores, efectos del teletrabajo y la voluntad de los agentes implicados: trabajadores y empresas.

Online gig economy

Un elemento que tiene gran influencia en este incremento de la diversidad de formas de trabajo es la online gig economy, un modelo económico basado en encargos bajo demanda mediante plataformas digitales, en el que han triunfado numerosas startups como Uber o Airbnb. En esta modalidad, los profesionales actúan de manera remota y no necesitan reunirse en persona con sus compañeros o responsables.

La online gig economy ya es una realidad. Esta irrupción no solamente se debe al desarrollo tecnológico (apps, servicios en línea, etc.), sino también a la citada demanda de flexibilidad que tienen los profesionales actualmente, quienes prefieren desempeñarse en un empleo con un mayor grado de autonomía como los que ofrece esta modalidad. Además, en estos tipos de relaciones laborales se da más importancia a los resultados que al tiempo, por lo que la productividad es mayor.