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sostenibilidad en sector automoción | news especialidades junio 2018

Según un reciente estudio de KPMG, tres de cada cuatro ejecutivos están convencidos de que hacer un uso más eficiente de los recursos será uno de los principales impulsores de la industria y evolucionará como la tendencia clave sobresaliente. Además, para el 85% de los encuestados, la seguridad cibernética y de los datos será una condición indispensable para adquirir un coche en el futuro.

No es un secreto desvelar que cada vez más se demandan fuentes renovables o medios de locomoción menos contaminantes. Por ello, la movilidad eléctrica en general es una de las tendencias predominantes que el sector automoción está y seguirá potenciando de forma clara hasta el año 2025. En el ránking descrito por KPMG, le sigue como prioridad número dos en la agenda de los ejecutivos la digitalización como habilitador clave.

Según el estudio, “la conectividad es claramente el requisito previo más importante para la provisión de servicios y contenidos adicionales proporcionados en el automóvil y enfatiza la necesidad de una interfaz hombre-máquina fluida y fácil de usar dentro del vehículo”. Entre los servicios destacan los que están directamente relacionados con el producto, como por ejemplo: “Uso de estrategias de plataforma y estandarización de módulos, así como reducción de motores de combustión”.

 

Tendencias automovilísticas hasta 2025
El sector se caracteriza por estar siempre a la vanguardia de toda tecnología disponible que facilite un mayor apego en el consumidor. Estas son 3 tendencias que van a marcar los próximos años:

Evolución. El mercado continúa avanzando y hay que seguir ofreciendo los productos demandados y apostar por la producción y la comercialización de los vehículos híbridos.
Revolución. Los coches eléctricos protagonizan los grandes cambios que saldrán al mercado en los próximos años.
Disrupción. Además de la inclusión de los coches compartidos, los coches sin conductor, la conectividad y la digitalización son vías directas para contribuir al desarrollo.

Una de las grandes disrupciones viene dada por lo que se denomina el ecosistema digital del vehículo, es decir, según KPMG “el 85% de los directivos del sector considera que en el futuro el ecosistema digital generará más ingresos que la venta del coche en sí mismo. De hecho, un 76% está de acuerdo con que un vehículo digitalizado y conectado generará más ingresos que 10 vehículos no conectados”.

El nuevo escenario abre paso a un posible escenario híbrido en el que la cooperación entre compañías será clave para ofrecer la demanda que solicita cubrir el mercado.


La creciente inclusión de los vehículos eléctricos
Según Transport & Environment, ONG europea centrada en el transporte sostenible, en 2021 está previsto que el número de vehículos eléctricos con batería se multiplique por cinco.

Hoy en día, solo existen 20 modelos eléctricos en el mercado, lo que supone una oferta mínima para los clientes que demandan soluciones sostenibles en movilidad, especialmente en el área de vehículos comerciales ligeros y el de transporte de mercancías pesadas.

Transport & Environment también recoge en su informe que los nuevos modelos disponibles en el futuro se caracterizarán por su autonomía y la competencia que generará entre empresas, lo que facilitará una bajada de precios. A esto podemos añadir que “la mayoría de las marcas de coches no tendrá problemas para cumplir con los objetivos de emisiones de CO2 fijados para 2021”.

Según el mismo estudio, los automóviles y las furgonetas representan más de dos tercios de las emisiones de carbono del transporte, que a su vez es el sector que más contamina en la Unión Europea, con el 27% de las emisiones totales. En 2025, el objetivo de reducción de CO2 que baraja la UE es del 15% y del 30% en 2030.

 

La última propuesta
Retomando el estudio de KPMG, el 62% de los directivos encuestados cree que los vehículos eléctricos de batería “no triunfarán por el reto que supone construir una infraestructura de recarga y por el tiempo que lleva cargar las baterías (25-45 minutos)”.

Ante esta perspectiva, el nuevo avance pone rumbo hacia las pilas de combustible de hidrógeno (Fuel Cell Electric Vehicle o FCEV) porque permiten una rápida recarga de la batería en gasolineras tradicionales. Esto implicaría toda una revolución verde porque los vehículos con dicha pila no emitirán CO2 ni contaminantes, sino vapor de agua.

Asimismo, según un estudio de la Universidad de Stanford, utilizar cobalto como catalizador para estimular la reacción que convierte la energía química del hidrógeno en electricidad conlleva sacar al mercado una tecnología más asequible y sostenible.

Por todo ello se puede concluir que el futuro del sector automovilístico plantea un nuevo escenario que tiene como protagonistas a la tecnología y la innovación bajo una perspectiva sostenible para dar respuesta a las necesidades que demandan los consumidores.