El temor a que las nuevas tecnologías sean las causantes de un declive en la contratación de personas no es una novedad. Desde la existencia de la primera máquina de vapor, el cableado eléctrico o cualquier medio de transporte se ha generado una incertidumbre que conlleva a la división de opiniones y se resume, básicamente, en estar a favor o en contra del proceso de innovación.