tabla de contenidos
  1. ¿qué es la economía circular y en qué se diferencia del modelo tradicional?
  2. principios clave de la economía circular
  3. beneficios de la economía circular para la sociedad y el medioambiente
  4. ejemplos de economía circular en acción

Una mujer tira botellas de plástico en un contenedor de reciclaje amarillo, reduciendo así los residuos y contribuyendo a la economía circular.

 

La economía circular es la gran protagonista de un reciente informe de la ONU. En él, la organización internacional advierte que la generación de residuos aumentará un 56 % para 2050 si la sociedad no adopta la circularidad como modo de vida.

Pero, ¿en qué consiste esto exactamente? Conscientes de que este modelo tiene el potencial no solo de preservar el medioambiente, sino también de crear empleo, desde Randstad queremos darte una definición actualizada y completa del fenómeno de la economía circular.

Explicaremos sus principios clave y los beneficios que ofrece y, además, veremos ejemplos concretos de cómo la economía circular ya está transformando diversos sectores.

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¿qué es la economía circular y en qué se diferencia del modelo tradicional?

La economía circular es un modelo económico en el que los recursos se utilizan, reutilizan y reciclan continuamente, a diferencia del sistema tradicional basado en extraer, producir, usar y desechar.

De esta forma, por economía circular también se entiende una forma de consumo que aboga por la circularidad en todo el ciclo de vida de los productos, desde su diseño hasta su reincorporación al sistema productivo.

Para ello, se apoya en las llamadas «7 R», que son estrategias para implementar este modelo en todos los sectores y actividades económicas de la sociedad:

  1. Rediseñar: crear productos pensando en su ciclo de vida completo.
  2. Reducir: minimizar el uso de recursos y energía.
  3. Reutilizar: dar nuevos usos a productos existentes.
  4. Reparar: alargar la vida útil de los productos mediante su mantenimiento.
  5. Renovar: actualizar productos antiguos.
  6. Recuperar: aprovechar materiales de productos desechados.
  7. Reciclar: convertir residuos en nuevos productos o materiales.

No es de extrañar, pues, que a la economía circular también se la conozca con el sinónimo de «circularidad». 

Y es que su trasfondo es claro: reducir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos, alargando su vida útil y generando un cambio de comportamiento y de mentalidad en las personas, que permita obtener beneficios económicos, ambientales y sociales para toda la sociedad y no solo para el individuo.

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principios clave de la economía circular

Para generar ese cambio en la sociedad, la economía circular se basa en tres principios clave: 

  • No producir desde cero, sino crear productos a partir de otros y diseñarlos para ser duraderos, reparables y reciclables.
  • Mantener productos y materiales en uso, en vez de renovarlos o sustituirlos por otros de forma innecesaria.
  • Regenerar sistemas naturales, reduciendo la necesidad de extraer nuevos recursos y disminuyendo el impacto ambiental.

En ellos estarían implícitas esas «7 R». Pero, sin duda, en lo que se hace especial hincapié es en la reducción, la utilización, el reciclaje y el uso eficiente de los recursos:

reducción, reutilización y reciclaje

La reducción, reutilización y reciclaje juegan un papel fundamental en la economía circular, porque buscan minimizar el desperdicio y maximizar el aprovechamiento de los recursos.

La reducción implica disminuir el consumo de materias primas y energía en los procesos productivos. Por ejemplo: según un estudio de la AEA, el reciclaje de aluminio ahorra un 95% de la energía necesaria para producir aluminio a partir de la materia prima.

La reutilización, por su parte, consiste en dar una segunda vida a productos o componentes, evitando que se conviertan en residuos.

Por último, el reciclaje permite transformar materiales usados en nuevos productos, cerrando el ciclo de los materiales.

uso eficiente de los recursos

El uso eficiente de los recursos, por su lado, busca optimizar el consumo de materias primas para no agotar los recursos del planeta.

Lo hace buscando alternativas de producción más limpias y eficientes (entre ellas, el uso de energías alternativas como el hidrógeno verde) que fomenten la colaboración entre diferentes sectores para aprovechar subproductos y residuos.

El fin último es conseguir diseñar productos duraderos, fácilmente reparables y que puedan reutilizarse, y luego reciclarse, de forma indefinida.

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beneficios de la economía circular para la sociedad y el medioambiente

Aplicada siguiendo sus principios, la economía circular ofrece numerosos beneficios tanto para la sociedad como para el medioambiente:

  • Disminuye la cantidad de residuos generados.
  • Reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Elimina la necesidad de extraer nuevas materias primas.
  • Fomenta nuevos sectores y oportunidades laborales sostenibles.
  • Estimula la creatividad y el desarrollo tecnológico.
  • Reduce la contaminación del aire y de los suelos.
  • Refuerza los lazos comunitarios y la economía de proximidad.
  • Promueve la producción y el consumo local.
  • Entorno más saludable y habitable.
  • Evita la extinción de flora y fauna.
  • Preservan los ecosistemas.
  • Mejora la calidad de vida.

La adopción de esta economía es también una oportunidad para un desarrollo económico más resiliente y socialmente equitativo. 

De hecho, según un informe de la Fundación Ellen MacArthur, la transición hacia una economía circular podría generar un beneficio económico neto de 0.9 trillones de euros en Europa para 2030, además de contribuir a crear millones de empleos.

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ejemplos de economía circular en acción

La economía circular ya está siendo implementada en diversos sectores y empresas que contribuyen a transformar la forma en que producimos, consumimos y gestionamos los recursos. 

Algunos ejemplos destacados son:

  • Moda sostenible: además de utilizar materiales reciclados en su producción, muchas marcas empiezan a ofrecer servicios de reparación y reciclaje de sus prendas.
  • Electrónica reacondicionada: de forma similar, ya existen negocios que dan una segunda vida a dispositivos electrónicos, restaurándolos a su estado original o mejorándolos, en lugar de desecharlos.
  • Transporte colaborativo: plataformas que promueven el uso de vehículos compartidos, minimizando la utilización de combustibles fósiles y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. 
  • Envases retornables: sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) para envases de bebidas, como los implementados en algunos países europeos. 
  • Mobiliario circular: las tiendas de muebles están lanzando iniciativas para recomprar muebles usados de sus clientes, reacondicionarlos y revenderlos.
  • Reciclaje de plásticos: para reducir la dependencia de materias primas vírgenes, existen proyectos que transforman residuos plásticos en nuevos productos, desde material de construcción hasta mobiliario urbano. 
  • Agricultura regenerativa: prácticas agrícolas que mejoran la salud del suelo, capturan carbono y aumentan la biodiversidad, contribuyendo a la regeneración de los ecosistemas.
  • Energía renovable compartida: comunidades energéticas que producen y comparten energía solar o eólica entre sus miembros, promoviendo la autosuficiencia.
  • Plataformas de intercambio y alquiler: promueven el uso compartido de recursos como vehículos, herramientas o equipos. Los pool de palets son un ejemplo.

Estos casos demuestran que la economía circular no es solo un concepto teórico, sino que ya es una realidad en crecimiento que está transformando diversos sectores económicos y contribuyendo a un futuro más sostenible.

Desde Randstad, nos sumamos a ella ayudando a las empresas circulares a encontrar profesionales cualificados y facilitando empleos justos y sostenibles a las personas.