Que el talento y la inteligencia son conceptos que están relacionados es innegable; es más, el talento se define (RAE) como “persona inteligente o apta para una determinada ocupación” pero son nociones distintas y con frecuencia se tiende a confundir su significado.

El talento es el potencial del que dispone una persona y que puede desarrollarse a través de diferentes vías. Por su parte, la inteligencia es la facultad de que se dispone para aprender, «entender o comprender» (RAE).

Algunos teóricos identificaron un único factor de inteligencia hereditario, el conocido factor “g” de Spearman, pero posteriormente se añadieron otras teorías (psicométricas, diferenciales o cognitivas) que han ampliado las posibles tipologías y proveniencias de la misma.

Una de las teorías de más éxito al respecto es la de Howard Gardner y sus “inteligencias múltiples”. Este psicólogo americano, hizo hincapié en la importancia de las razones culturales para el desarrollo de la inteligencia, y además, la dividió en ocho tipologías, recogiendo la aplicabilidad de la misma en múltiples aspectos de la vida cotidiana:

  • Lingüístico-verbal
  • Lógica-matemática
  • Espacial
  • Musical
  • Corporal cinestésica
  • Intrapersonal
  • Interpersonal
  • Naturalista
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¿qué es el talento?

El término talento, según la Real Academia Española, significa “inteligencia” (capacidad para entender) y también “aptitud” (capacidad para desempeñar algo). Se trata de una combinación de ingenio natural, perspicacia y disposición para actuar con efectividad.

En palabras de Dave Ulrich, talento es una mezcla de experiencia, conocimientos, comportamientos y compromiso al aportar valor real.

En definitiva, el talento es esa cualidad que se activa cuando la inteligencia —en su forma más auténtica— se orienta hacia lo que se hace bien, con sentido y con impacto.

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¿qué es la inteligencia?

La inteligencia se define como la capacidad para razonar, aprender, resolver problemas, adaptarse y crear. No es unívoca, sino multidimensional: incluye lógica, creatividad, comprensión emocional, pensamiento práctico y más.

teorías sobre la inteligencia

  • Inteligencias múltiples (Howard Gardner): propone que existen formas diversas de inteligencia —como la lingüística, lógico-matemática, musical, emocional, espacial, corporal, interpersonal— y que cada persona puede combinar distintas en su talento único.
  • Teoría triárquica (Robert Sternberg): contempla una inteligencia analítica (para evaluar y planificar), creativa (para innovar) y práctica (para manejar contextos reales), ofreciendo una visión holística de la capacidad humana.
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talento e inteligencia

Teniendo en cuenta que el talento es el potencial para alcanzar algo de forma sobresaliente y la inteligencia la capacidad para comprender, asimilar y procesar la información de forma rápida y eficaz, ¿cómo podemos aplicarlas al desarrollo profesional?

¿Podemos afirmar que la inteligencia y el talento son las cualidades fundamentales para el éxito?

Es un hecho que los trabajadores que poseen cualidades naturales y las potencian con otras adquiridas son más valiosos para las empresas: asimilan mejor la información, son más resolutivos y por tanto su productividad es mayor. Aunar inteligencia y talento es, por tanto, un valor añadido tanto para el profesional como para las organizaciones.

No hay que olvidar que la actitud es otra cualidad fundamental para los directivos de recursos humanos a la hora de contratar a una persona y no a otra.

ejercita tu mente

Existen muchas formas de ejercitar la mente para aumentar las capacidades cognitivas de las personas. El cerebro humano posee una gran capacidad de adaptación y de procesar los cambios.

Esta facultad se denomina neuroplasticidad o plasticidad neuronal, gracias a la cual, si se estimula adecuadamente, el cerebro puede formar nuevas conexiones neuronales, alterar las existentes y adaptarse a nuevas situaciones.

Investigadores del University College de Londres publicaron un estudio en el que se sostiene, por ejemplo, que los taxistas de la capital británica tenían el hipocampo más desarrollado que el resto de los habitantes de Londres.

El desarrollo de esta parte del cerebro era mayor porque su capacidad de memorización (calles, plazas, rutas…) era muy superior a la de la media.

Existen algunas prácticas diarias aconsejables para desarrollar las capacidades cognitivas.

Un trabajo esencial es innovar y ponerse retos en las tareas habituales (estimula el cerebro), hacer ejercicio con regularidad (genera nuevas células), o pensar en positivo, que también ayuda al cerebro. En contraposición, sufrir altos niveles de estrés o ansiedad elimina neuronas e impide la creación de otras.

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¿influye la alimentación en el talento y la inteligencia?

La respuesta es sí, aunque no de forma absoluta. Una alimentación equilibrada favorece el buen funcionamiento cerebral y contribuye a mantener la mente activa y enfocada.

Los nutrientes como los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado azul, los frutos secos o las semillas, están relacionados con mejoras en la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje. También son clave en la protección de las neuronas y en la formación de conexiones cerebrales, especialmente durante el desarrollo infantil y en edades avanzadas.

Por otra parte, mantener una hidratación adecuada, evitar el exceso de azúcar y consumir alimentos ricos en antioxidantes también ayuda a preservar el rendimiento cognitivo.

Sin embargo, es importante aclarar que la alimentación, por sí sola, no convierte a alguien en más o menos inteligente. Actúa como un factor de apoyo. Es decir, una buena dieta puede potenciar lo que ya tienes y ayudarte a rendir mejor, pero necesita ir acompañada de hábitos saludables como el ejercicio, el descanso y la estimulación mental.

 

Cultivar inteligencia y talento no es solo una cuestión de genes o suerte. Es una práctica diaria, un compromiso con uno mismo. Al entender qué son y cómo se relacionan, puedes trabajar de forma consciente en tu desarrollo personal y profesional.

Recuerda: la inteligencia te permite entender el mundo; el talento te permite transformarlo. Cuando conectas ambas, no solo destacas, sino que dejas huella. Así que invierte tiempo en ti, entrena tu mente, cuida tu cuerpo y abraza los desafíos como oportunidades. El éxito no es cuestión de destino, sino de preparación.

¿Qué consideras más importante para el éxito profesional, la inteligencia, el talento o ambos por igual? ¿Tu empresa se preocupa por desarrollar estas habilidades en ti de alguna forma?