Trabajador de concesionario de coches modernos dándole la mano a un comprador después de venderle un SUV eléctrico blanco.

 

La industria de la automoción avanza a toda velocidad, y uno de los conceptos que está ganando protagonismo en este viaje es el de los vehículos autopropulsados. No se trata solo de una forma diferente de movernos: estos vehículos están llamados a cambiar la sostenibilidad, la seguridad y la eficiencia en nuestras ciudades. Desde Randstad, observamos de cerca cómo están impactando no solo en la movilidad, sino también en el mercado laboral del sector de la automoción. Porque sí, la transición hacia los vehículos autopropulsados está cambiando las reglas del juego… y lo está haciendo a toda velocidad.

Ahora bien, ¿qué entendemos exactamente por ‘vehículos autopropulsados’? ¿Y qué tecnologías se encuentran detrás de esta revolución? Lo analizamos todo en este artículo.

1

¿qué son los vehículos autopropulsados?

Los vehículos autopropulsados son aquellos que cuentan con su propio sistema de propulsión y no requieren ser empujados o arrastrados por una fuerza externa para desplazarse. Es decir, generan su propio movimiento gracias a motores internos que pueden funcionar con electricidad, combustibles fósiles o una combinación de ambos.

La clave de su evolución ha sido la incorporación de inteligencia artificial, conectividad y nuevas formas de energía, lo que ha abierto la puerta a vehículos cada vez más eficientes y seguros. Hoy en día, hablar de vehículos autopropulsados es hablar de innovación constante, desde patinetes eléctricos hasta camiones autónomos que recorren miles de kilómetros sin conductor.

2

tipos de vehículos autopropulsados

Dentro de esta amplia categoría, existen distintas tecnologías que definen a los vehículos autopropulsados. Las tres principales clasificaciones son: los eléctricos, los híbridos y los autónomos.

vehículos eléctricos

Los vehículos eléctricos (VE) funcionan gracias a motores impulsados exclusivamente por electricidad. Su principal fuente de energía son baterías recargables, lo que los convierte en una alternativa clave para la reducción de emisiones contaminantes.

Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), solo en marzo de 2025 se han matriculado en España 9.228 unidades de vehículos eléctricos, lo que representa un 6,81% de la cuota de mercado en el mes. Este auge responde a una mayor conciencia ambiental, incentivos fiscales y avances en la infraestructura de carga.

Además de su eficiencia energética, los VE ayudan a reducir la contaminación acústica, un problema creciente en grandes ciudades. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el ruido del tráfico es uno de los principales contaminantes ambientales, y la segunda causa ambiental de enfermedades en Europa. Al eliminar los motores de combustión, los vehículos autopropulsados eléctricos contribuyen, también, a crear entornos urbanos más silenciosos y saludables.

vehículos híbridos

Los vehículos híbridos combinan un motor de combustión interna con uno o varios motores eléctricos. Esta dualidad les permite alternar entre modos de propulsión o utilizarlos simultáneamente, mejorando el rendimiento energético y reduciendo las emisiones.

Dentro de esta categoría, existen dos grandes subtipos: los híbridos convencionales (HEV) y los híbridos enchufables (PHEV). Los HEV recargan su batería con el propio movimiento del vehículo, mientras que los PHEV pueden conectarse a una fuente externa de electricidad.

Gracias a esta flexibilidad, los híbridos son ideales para quienes recorren tanto trayectos urbanos como largas distancias. Al reducir el consumo de combustible y aprovechar al máximo la energía generada, los vehículos autopropulsados híbridos se posicionan como una solución de transición efectiva hacia un futuro 100% eléctrico, especialmente en zonas donde la infraestructura de carga aún no está completamente desarrollada.

vehículos autónomos

Los vehículos autónomos representan el nivel más avanzado de los vehículos autopropulsados. Gracias a tecnologías como sensores, cámaras, radares, sistemas de posicionamiento GPS e inteligencia artificial, son capaces de circular sin intervención humana.

Empresas como Tesla, Waymo o Mobileye llevan años desarrollando estos sistemas, que no solo transforman el transporte de personas, sino también el de mercancías. Algunas compañías de logística ya están realizando pruebas con camiones autónomos para rutas interurbanas, lo que reduce los tiempos de entrega y los costes operativos. 

Pero el potencial de los vehículos autopropulsados autónomos va más allá de la conducción: se trata de todo un ecosistema inteligente capaz de aprender, adaptarse y prever situaciones complejas del entorno.

3

el futuro de la movilidad con vehículos autopropulsados

El papel de los vehículos autopropulsados en el futuro de la movilidad tiene, cada vez, más peso. No solo por su impacto ambiental positivo, sino también por su potencial para transformar el transporte urbano, interurbano e industrial tal y como lo hemos entendido hasta ahora.

En este panorama, las administraciones públicas tienen mucho que decir… y qué hacer. A través de incentivos y planes de movilidad urbana sostenible, están impulsando el cambio de forma decisiva. Cada paso que dan favorece la adopción de estos vehículos y nos acerca a ciudades más eficientes, cómodas y pensadas para quienes las habitan.

avances tecnológicos

Cada año surgen nuevas innovaciones que refuerzan la viabilidad de estos vehículos. La integración del 5G, por ejemplo, permite una comunicación en tiempo real entre coches, semáforos, peatones y centros de control, lo que se traduce en mayor seguridad y eficiencia. Esta conectividad es esencial para el funcionamiento coordinado de flotas de vehículos autónomos.

Otro avance prometedor es la incorporación de inteligencia artificial generativa para mejorar la toma de decisiones en tiempo real, especialmente en entornos urbanos complejos. Este tipo de software aprende continuamente del entorno, lo que permite a los vehículos autopropulsados anticipar comportamientos y reaccionar con precisión, incluso en situaciones de riesgo o alto tráfico.

retos y oportunidades

Aunque se han dado grandes pasos en el ámbito de la movilidad, todavía existen algunos retos importantes que no podemos pasar por alto. Uno de los más urgentes es el de la infraestructura: en muchas zonas siguen faltando puntos de carga rápida y aún necesitamos redes inteligentes capaces de gestionar la demanda energética con eficacia.

La confianza del usuario es otro punto clave. Los datos avalan la fiabilidad de estos sistemas, pero subirse a un coche que se conduce solo sigue generando dudas. Para romper esas barreras, la clave está en la educación, en una comunicación clara sobre la seguridad y, sobre todo, en la experiencia directa. Cuando lo vivamos, dejará de parecernos ciencia ficción.

Y mientras ganamos confianza como usuarias y usuarios, el mercado laboral también pisa el acelerador. Esta transición está abriendo la puerta a nuevos perfiles profesionales, con competencias digitales y técnicas muy específicas: desde especialistas en inteligencia artificial o análisis de datos hasta personas expertas en ciberseguridad, mantenimiento avanzado o desarrollo de software para vehículos.

Desde Randstad, ayudamos a detectar esos talentos emergentes y a cerrar la brecha entre la demanda de personal especializado y la oferta real. Además, acompañamos a empresas y profesionales para que puedan adaptarse con confianza a este nuevo escenario.

 

Y es que los vehículos autopropulsados no son una moda pasajera, sino el presente y futuro de la movilidad. Su impacto va mucho más allá de la mera comodidad: implican eficiencia energética, seguridad vial y sostenibilidad ambiental. Estar al tanto de sus avances no solo ayuda a tomar decisiones informadas como usuario o profesional, sino también a entender hacia dónde se dirige el mundo que estamos construyendo.