El empleo sumergido en España supera los 190.000 millones de euros y duplica la tasa de Francia y Reino Unido

• La economía sumergida supone el 18,6% del PIB en España, mientras que en Francia y Reino Unido se sitúa en el 9,7% y 9,9% respectivamente

26 Nov 2014 en Randstad

Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, ha presentado esta mañana el informe Flexibilidad en el Trabajo 2014, que analiza el volumen del trabajo no declarado y la economía sumergida en España, Europa y las principales potencias mundiales. La Comisión Europea considera empleo sumergido a cualquier tipo de actividad retribuida no declarada a las autoridades pertinentes, según la regulación de los países. Este tipo de trabajo obstaculiza la recaudación fiscal, perjudica al sistema de seguridad social y fomenta la competencia desleal.

 

Randstad ha realizado este informe en colaboración con la Universidad de Sheffield, Regioplan Policy Research y SEO Economic Reseach. El estudio utiliza como fuente organismos oficiales de los países analizados, así como Eurostat, la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre otros.
Flexibilidad en el Trabajo 2014 concluye que la economía sumergida y el empleo no declarado en España representan un 18,6% de Producto Interior Bruto (PIB), lo que duplica las tasas de otros países del entorno como Francia o Reino Unido, ambas por debajo del 10%. A nivel nacional, este porcentaje supone más de 190.000 millones de euros en España. En el ámbito internacional, más de 1.800 millones de personas están empleadas en esta situación, lo que supone un 60% del total de trabajadores (3.000 millones), según datos de la OCDE recogidos en el informe de Randstad.
En Europa, la economía sumergida derivada del empleo no declarado se sitúa en el 18%. Este dato se debe al mayor número de personas en esta situación laboral en los países orientales, como Bulgaria, donde la economía sumergida representa el 31% respecto a su PIB, Rumanía (28%) o Hungría (28%). En países centroeuropeos, como Luxemburgo, Austria o Países Bajos, estos índices oscilan entre el 7,5% y el 9,1%.
En el caso de Alemania, la economía sumergida supone el 13% del PIB.
Más allá de Europa, se han analizado los cinco países con rentas más elevadas de la OCDE: Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y Nueva Zelanda, todos ellos con índices por debajo del 10%, a excepción de Canadá, donde este tipo de actividad alcanza el 10,8%. Estados Unidos es el país con el menor volumen de empleo no declarado, con un 6,6% respecto a su PIB, lo que supone una tercera parte de los datos de España (18,6%).
La corrupción en el sector público aumenta el volumen de economía sumergida

 

La lucha contra la economía sumergida viene determinada por el modelo de estado y de gobierno en cada país. De esta manera, existen dos modelos diferenciados, el liberal y el estructuralista, que proponen diversas medidas. La postura liberal defiende una menor presión tributaria, la desregulación y la intervención estatal mínima para frenar la economía sumergida. El estructuralista, por su parte, aboga por mayor regulación estatal del mercado laboral, más protección social y la eficiencia en la intervención del gobierno.
El estudio elaborado por Randstad pone de manifiesto que varios indicadores, como la corrupción, influyen de manera directa en el volumen de empleo no declarado. En esta línea, niveles elevados de corrupción en el sector público conllevan una mayor presencia de trabajo no declarado en el mercado laboral. El empleo sumergido supone una vía de escape para quienes se enfrentan a la corrupción cuando tratan de desarrollar su actividad profesional en dentro de la legalidad.
La intervención estatal mediante políticas de mercado de trabajo para proteger a los grupos más vulnerables consigue reducir de manera significativa el empleo no declarado. Sin embargo, Flexibilidad en el Trabajo 2014 concluye que existen otras variables que no afectan a estas tasas. Es el caso de las cargas impositivas o fiscales, que no tienen relación directa con el volumen de economía sumergida, al contrario de lo que afirman los defensores de la postura liberal.
Las agencias de empleo, una solución para la economía sumergida

 

Flexibilidad en el Trabajo 2014 detecta que los países donde los servicios de empleo están regulados de una manera más eficiente presentan menores tasas de economía sumergida. Esto se debe a que esta reglamentación fomenta un sector desarrollado de servicios de empleo privados que pueden contribuir a un mejor funcionamiento de los mercados laborales. Para las empresas, la flexibilidad de las agencias especializadas en el sector de los recursos humanos supone un valor añadido en la contratación de profesionales.
Los países en los que las empresas pueden recurrir con mayor facilidad al empleo temporal y a las agencias de trabajo son aquellas que tienen una menor tasa de economía sumergida y generan mejores alternativas para los trabajadores y las empresas. La protección social y las intervenciones en políticas de mercado de trabajo influyen, de igual manera, en la reducción de los volúmenes de empleo no declarado.
Cuanto más se utilizan de las ETT, menores tasas de empleo no declarado
Una de las principales conclusiones del estudio es que los países con menores índices de economía sumergida son aquellos donde la utilización de agencias de empleo por parte de las empresas es superior. En esta línea, se aprecia que países del centro y norte de Europa cuentan con índices de penetración de empleo a través de ETT más elevados y datos de trabajo sumergido más bajos.
Este es el caso de Reino Unido, que cuenta con un índice de penetración del empleo a través de ETT del 3,8%, el país con un ratio más elevado en Europa. En Países Bajos, esta tasa se sitúa en el 2,7%, y en Francia, en el 2%. Todos estos países tienen una economía sumergida por debajo del 10% de su PIB nacional.
Sin embargo, en el caso de España, el índice de penetración del trabajo a través de ETT se sitúa en el 0,5%, y la economía sumergida asciende hasta el 18,6%. De esta manera, se aprecia la relación entre las dos magnitudes, ya que a mayor utilización de empresas especializadas en recursos humanos, menores tasas de empleo no declarado.
Crece el mercado de trabajo internacional pero disminuye la mano de obra

 

El informe de Randstad, además, estudia las consecuencias del empleo sumergido en el mercado laboral europeo de cara a las próximas décadas. En 2013, según los datos de Eurostat, hay 336 millones de personas en edad de trabajar en Europa, una cifra que descenderá un 6% en 2030, según las previsiones del estudio.
Este dato, además, se debe poner en contexto con el envejecimiento progresivo de la población activa y el mantenimiento del estado del bienestar. Actualmente, la Unión Europea cuenta con un 27% de personas que, por edad u otras circunstancias, no pueden trabajar. En 2030 esta tasa alcanzará el 39% en Europa, con la consecuente inversión en políticas de bienestar que conlleva esta cifra de personas que no pueden contribuir a la recaudación fiscal por medio del empleo.
Los organismos internacionales deben prestar especial atención a la eficiencia de la distribución de la mano de obra y a la reducción del empleo sumergido, ya que estamos experimentando un crecimiento del mercado laboral internacional mientras la mano de obra envejece.

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