supervisor de mantenimiento.

Las tareas específicas de un supervisor de mantenimiento dependerán del empleador, no obstante, algunas de las funciones más comunes son:

• planificar y organizar las tareas de los técnicos: dirigirás y organizarás todas las actividades relacionadas con el funcionamiento de los equipos, por lo que tu principal responsabilidad será planificar las actividades de los técnicos de mantenimiento. Prepararás programas de mantenimiento preventivo y asignarás las tareas a los técnicos.
• elaborar programas de mantenimiento: te asegurarás de que todas las reparaciones y tareas se lleven a cabo a tiempo creando un calendario para el mantenimiento preventivo. También participarás en la elaboración de normas y políticas de mantenimiento para la organización para la que trabajes.
• inspeccionar diversos elementos del sistema de un edificio: estarás a cargo de todo el sistema del edificio, por lo que realizarás inspecciones periódicas para identificar las áreas que requieren reparaciones o trabajos de mantenimiento. Comprobarás los ascensores, los sistemas de seguridad, las alarmas contra incendios y los sistemas de fontanería. Las inspecciones periódicas te ayudarán a planificar los plazos de reparación.
• coordinar sesiones de formación sobre mantenimiento de instalaciones: tu trabajo consistirá en garantizar la seguridad en un edificio, por lo que serás el encargado de formar a los trabajadores y residentes para que se mantengan a salvo en caso de incendio u otra emergencia. También formarás a los técnicos de mantenimiento en la gestión de emergencias y el mantenimiento de las normas de seguridad durante las reparaciones.

Como supervisor de mantenimiento, trabajarás en diferentes entornos interiores y exteriores. Sea cual sea el entorno o el sector, es esencial ser observador y diligente, tener buen ojo para los detalles y poseer aptitudes técnicas. Todos tus entornos de trabajo requerirán de un perfil técnico, de ahí la necesidad de tener conocimientos específicos y especializados.

La mayoría de los puestos como supervisor se limitarán a un lugar concreto, y es probable que trabajes en las oficinas de tu empresa la mayor parte del tiempo. Sin embargo, si trabajas con contrato, deberás prever la posibilidad de desplazarte de un puesto a otro; hoy puedes supervisar las obras de mantenimiento de un piso en una ciudad, pero mañana podrías terminar trabajando en otra ciudad para gestionar una reparación en una fábrica. Como debes estar físicamente presente para supervisar a los equipos, no podrás trabajar desde casa o a distancia.

Dependiendo de tu sector, entre tus compañeros podrá haber responsables de operaciones, servicios, acristalamientos e instalaciones. También podrás trabajar con ingenieros de construcción, jefes de equipo y otros especialistas como projects managers, ingenieros de proyecto, jefes de producción e ingenieros de mantenimiento.

Como supervisor de mantenimiento, te esperan horarios de trabajo muy apretados. Normalmente trabajarás 40 horas semanales, pero si tu fábrica o edificio está abierto las 24 horas del día, trabajarás en turnos diferentes para poder supervisar a tu equipo de técnicos. Elaborarás un horario y lo revisarás a diario para coordinar a tu equipo con eficacia. Una vez revisado el horario, planificarás las tareas que deberá realizar cada miembro del equipo y fijarás el tiempo de realización.

La naturaleza del trabajo va a determinar los días que hay que dedicar a cada actividad. Mientras el trabajo esté en curso, deberás estar presente para garantizar la fluidez del trabajo y que este transcurra sin problemas y según lo previsto. Los días de trabajo semanales variarán en función de la naturaleza del proyecto. Algunos proyectos de mantenimiento pueden llegar a tardar varios días en completarse e incluso implicará trabajar en fin de semana. Tu horario incluirá la supervisión del trabajo del equipo, la comunicación con los propietarios o residentes y la presentación de informes al jefe de mantenimiento.

Los supervisores de mantenimiento van a tener oportunidades de promoción profesional en diferentes campos. Gracias a la formación y al desarrollo de tu profesión, dispondrás de diversas oportunidades de crecimiento. Como supervisor de mantenimiento, podrás desarrollar tu carrera apoyándote en la formación complementaria para convertirte en jefe de mantenimiento. Algunos jefes de mantenimiento también pueden adquirir conocimientos adicionales para optar a convertirse en jefes de instalaciones o ingenieros de mantenimiento.

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