Existen, principalmente, 4 tipos de bajas laborales que dependerán directamente de la situación del trabajador que tenga que solicitarla:
baja por enfermedad común
El médico de cabecera expedirá este tipo de baja laboral para cubrir todas aquellas enfermedades que no están relacionadas con el ámbito laboral. Por ejemplo, una gripe, una lumbalgia o incluso una complicación durante el embarazo, pero aparecerá como enfermedad por contingencia común para preservar la privacidad del enfermo.
Este tipo de baja no podrá superar los 365 días, pero en caso de tener que extenderla, el médico sólo podrá hacerlo durante 180 días más. A partir de ese momento se tendrá que valorar la opción de solicitar una incapacidad permanente o reincorporarse a la empresa.
Por las bajas de enfermedad común, los 3 primeros días el trabajador no cobrará nada. A partir del cuarto día y hasta el 15, la empresa abonará el 60% del salario y a partir del día 21, será la Seguridad Social o la mutua quien pagará. A partir de ese momento, el trabajador percibirá el 75% de su salario.
baja por enfermedad profesional
La baja por enfermedad profesional es aquella que se expedirá al trabajador cuando sea como consecuencia de las funciones laborales que lleva a cabo la persona.
Por ejemplo, el estrés relacionado a la carga de trabajo, la depresión ocasionada por un mal ambiente laboral, el dolor de espalda provocado por una mala postura al realizar los trabajos, la fatiga visual…
baja por accidente laboral
La baja por accidente laboral se produce cuando el empleado sufre cualquier tipo de accidente realizando sus funciones o bien en el desplazamiento de casa al trabajo o del trabajo a casa.
Será la mutua de la empresa quien deba hacerse cargo de la baja y la empresa es quien abonará el 75% del suelo establecido en la base reguladora.
baja por maternidad o paternidad
La baja por maternidad o paternidad tiene una duración de 16 semanas y está remunerada al 100%.
Para poder solicitarla, los padres deben estar dados de alta en la Seguridad Social como trabajadores, autónomos o beneficiarios del subsidio de desempleo y, además, deben haber cotizado un mínimo de tiempo.
El objetivo de este tipo de bajas laborales es poder conciliar la vida familiar, por igual, entre hombres y mujeres.
