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La cantidad de información que se almacena en internet es cada vez mayor, por eso el acceso a ella es cada vez más atractivo y útil para los hackers. Para salvaguardar toda esta información, algo esencial en el mundo empresarial, las compañías deben preocuparse de evitar estos ataques. Pero, ¿cómo deben actuar?

¿Qué es la ciberseguridad y por qué es importante para las empresas?

La ISACA (Information Systems Audit and Control Association) define la ciberseguridad como “la protección de activos de información, a través del tratamiento de amenazas que ponen en riesgo la información que es procesada, almacenada y transportada por los sistemas de información que se encuentran interconectados”. Esta protección debe ser eficaz y dinámica, porque las amenazas evolucionan rápidamente y es necesario que las medidas de prevención vayan por delante.

Ninguna persona con acceso a internet está a salvo de sufrir ciberataques, pero este riesgo es más acusado en las empresas, que hoy en día dependen de la red albergando sus datos en ella. Por eso es fundamental la implementación de un plan de seguridad donde se controlen y cuiden elementos como política normativa, contraseñas, copias de seguridad, actualizaciones, registro de actividades, bases de datos, etc.

¿Qué saben los trabajadores sobre ciberseguridad?

La ciberseguridad debe ser un aspecto clave de la formación de los trabajadores acerca de la normativa interna de la empresa. Este conocimiento es importante compartirlo desde el momento que el empleado llega a la empresa y se debe incidir en él periódicamente. Para ello, la compañía tiene que informar a los equipos sobre una serie de políticas y cuestiones a tener en cuenta:

  • Forma de actuación enfocada a prevenir y combatir amenazas que puedan llegar en el puesto de trabajo.
  • Uso del software (programas y aplicaciones) de confianza para evitar riesgos.
  • Almacenamiento de datos en un destino seguro ya sea en un disco duro o en la nube.
  • Uso de dispositivos bajo un protocolo de utilización segura y responsable de todos los equipos digitales.
  • Conexión a redes wifi y locales que sean seguras y de confianza.
  • Buenas prácticas en el teletrabajo para una gestión adecuada de la seguridad en los dispositivos y en el resto de elementos de trabajo a distancia.
  • Tratamiento adecuado de la información corporativa, respetando la confidencialidad de la empresa para evitar el beneficio de terceros.
  • Actualizaciones periódicas de programas y aplicaciones.
  • Gestión eficiente de soportes para avalar la disponibilidad de la información.
  • Uso responsable y confidencial de contraseñas.
  • Utilización segura del correo electrónico para evitar reducir la entrada de spam y posibles amenazas.

Tipos de ataques informáticos

La cantidad de amenazas que pueden afectar a la ciberseguridad de una empresa es enorme y muy cambiante, por lo que resulta muy complejo conocer todas al detalle. Sin embargo, se pueden extraer varios tipos de ciberataques en función de su naturaleza, donde destacan los siguientes:

  • Malware: es un software malicioso que contiene errores deliberados con el objetivo de acceder a un equipo sin el consentimiento de su propietario. Normalmente llega a través de descargas de internet o del correo electrónico, escondiéndose detrás de un link donde se incita a que el usuario haga clic. Existen varios tipos de malware, lo más conocidos son:
    • Spyware: este software se instala en el equipo y recopila información sobre la navegación web, hábitos del usuario, datos personales, etc. Posteriormente la envía a terceros sin el conocimiento del usuario. Este tipo de malware es difícil de detectar.
    • Adware: el propósito de este tipo de amenaza es ofrecer publicidad masiva al usuario a través de ventanas emergentes que aparecen frecuentemente en el navegador. Algunos de ellos también recopilan información para adaptar la publicidad a los gustos del usuario.
    • Gusano: son un tipo de malware autoreplicante, que se multiplica a través de una red informática. Cuando crece el número de ellos limitan el ancho de banda de la conexión, reduciendo la velocidad de navegación.
    • Troyano: es un malware más peligroso que los anteriores. A través de él, el hacker puede obtener el control de varios elementos del sistema como archivos, micrófono, webcam, teclado, etc.
  • Ataque DoS: es un sistema que solicita datos de manera masiva a los sistemas, con el fin de colapsarlos y bloquearlos. Esto se traduce en una gran lentitud para abrir archivos o acceder a urls, lo que supone un freno a la actividad empresarial.
  • Phishing: se trata de un método de engaño a través del correo electrónico o un sitio web. Los ciberdelincuentes se hacen pasar por entidades de confianza como bancos u organismos oficiales y información personal como datos o tarjetas de crédito con el fin de suplantar la identidad de la persona.
  • Virus: esta es la amenaza más popular y una de las más peligrosas. Se trata de programas o aplicaciones que se instalan en el dispositivo con el objetivo de infectar y dañar el sistema. Se suelen hacer pasar por programas comunes, que cuando son ejecutados el virus comienza a actuar.

Consejos para mantener tu empresa segura de hackers

Para prevenir las amenazas internas y externas que puedan influir negativamente en la actividad de la compañía es recomendable seguir una serie de pautas. De esta manera, los riesgos de sufrir un ciberataque se verán reducidos en gran medida.

  • Realizar un inventario de riesgos cibernéticos: así se conocerán las diferentes amenazas que puedan aparecer en cada tipo de equipo, así como un protocolo de actuación en caso de crisis.
  • Disponer de un antivirus de calidad y actualizado: este punto quizás sea el más obvio, pero no deja de ser fundamental. Cualquier dispositivo puede ser objeto de virus y eso requiere tener un software de protección instalado, también en smartphones. Además, es conveniente programar escaneos periódicos, así como actualizarlo a la versión más reciente.
  • Gestión de contraseñas: las contraseñas débiles son una importante vía de entrada de hackers. Por ello, es recomendable cambiar las que vienen por defecto, hacerlas complejas, evitar compartirlas y utilizar una diferente para cada plataforma. Esta tarea se puede simplificar con el uso de gestores de contraseñas.
  • Desconfiar de lo desconocido: la gran mayoría de las amenazas cibernéticas llegan a través de fuentes desconocidas que ofrecen contenido llamativo para engañar al usuario. Para evitarlas, es aconsejable no abrir mails de remitentes extraños y lo hacer clic en los enlaces o archivos adjuntos.
  • Copias de seguridad: uno de los problemas más frecuentes que sobrevienen de los ciberataques es la pérdida de datos y archivos. Por ello, si antes se han realizado copias de seguridad en el sistema será más sencillo que se conserven.
  • Proteger las redes wifi: las redes wifi de una empresa son un canal muy efectivo para el espionaje de hackers y para propagar cualquier tipo de virus o malware. Para reducir este tipo de riesgos es importante mejorar la seguridad de las redes wifi con el sistema WPA2, que cuenta con un nivel de encriptación avanzado.
  • Cifrado de datos: es una forma muy eficaz para dificultar a los hackers la tarea de acceder a los archivos.

En el moderno panorama de amenazas en el que vivimos, las herramientas maliciosas avanzan velozmente haciéndose cada vez más inteligentes para así esquivar los sistemas de seguridad. Según el Reporte Anual de Ciberseguridad de Cisco 2018, el 53% de estos ataques suponen pérdidas para la empresa superiores a los 500.000 dólares. Con el fin de minimizar estos daños, es preciso que las compañías se mantengan actualizadas en materia de seguridad y apliquen planes de ciberseguridad adecuados y efectivos.

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