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cómo hacer una carta de motivacion para trabajo

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Encontrar trabajo a través de los distintos portales de empleo puede resultar una tarea poco sencilla. Miles de candidatos para un solo puesto, muchos requisitos que cumplir, exigencia con los currículum y, por supuesto, un alto y demostrable nivel de idiomas.

El currículum contiene información más cuantitativa que habla de nuestros méritos académicos y profesionales, pero que no muestra nuestro lado más humano, cualitativo. De ahí que redactar una carta de presentación para el trabajo que destaque sobre la del resto de aspirantes al puesto de trabajo, en muchas ocasiones, es tan o más importante que el resto de trámites a la hora de aplicar para tal empleo.

Cómo escribir una carta de presentación bien hecha

A menudo, dicha carta surge al final de los procesos de selección de portales de empleo tras unos minutos de rellenar formularios sin mucha fe en que aquello surta efecto. Así que, cuando se llega al apartado de “Desea escribir una carta de presentación”, muchos de los candidatos en el proceso de selección eligen NO, dejando pasar una oportunidad de oro para darse a conocer de un modo más cercano. De ahí que sea importante saber cómo hacer una carta de presentación para un trabajo.

Los beneficios de escribir una carta de presentación son varios, todos ellos destinados a tu objetivo: conseguir tu puesto de trabajo soñado. Te compartimos algunas de esas ventajas:

  • Demuestra interés por el puesto de trabajo: el número de candidatos que aplican a una oferta de empleo simplemente “por si acaso”. Esto en numerosas ocasiones dificulta los procesos de selección y supone una carga de trabajo mayor para los reclutadores. La carta de presentación ya es un filtro a favor del candidato o candidata y habla de su compromiso con la oferta postulada.
  • Ofrece una visión más humana del perfil del candidato: los títulos y la experiencia laboral son fundamentales, pero no muestran los rasgos psicológicos del candidato, su talante, su manera de expresarse, en definitiva, su personalidad. Si una imagen vale más que mil palabras, un par de párrafos bien redactados, con sensatez, claridad, seguridad y humildad pueden valer más que los títulos universitarios más exigentes.
  • Da información de interés sobre tus fortalezas y debilidades: en la carta de presentación laboral, el candidato muestra el grado de compromiso que tiene con la oferta. Por ejemplo, si está dispuesto a viajar, o, si, por el contrario, se decanta por unas condiciones laborales vinculadas a una ciudad determinada. El reclutador agradecerá que se adelante esa información: tanto si tiene posibilidad de viajar o cambiar de residencia como si no. Porque, lo que para nosotros puede parecer una debilidad, para el reclutador puede parecer una fortaleza. Y viceversa.

Tipos de cartas de presentación

Además de las cartas de presentación que piden muchas de las ofertas a la hora de inscribirse en ellas, también hay otros modelos para darse a conocer, con o sin petición previa. Su eficacia dependerá del contexto, pero es bueno tenerlas en cuenta. Las cartas de presentación que más se usan son:

1.- Cartas en respuesta a una oferta de empleo. Son las más comunes, sobre todo en aquellos casos donde las solicitudes se realizan a través de formularios. Hay quien usa ‘cartas tipo’ y las va enviando a las distintas ofertas de trabajo a las que aplica. Esto, que resulta tentador por su comodidad, puede resultar contraproducente.

El modelo de cartas de presentación que se usa ya sea para un trabajo en hostelería como para uno de ventas acaban siendo superficiales y repetitivas. Te recomendamos que dediques un par de minutos a escribir una carta de presentación exclusiva para la oferta en concreto, en que se muestre tu interés real por dicha oferta y esas tareas a realizar, antes que enviar una de esas cartas-tipo impersonales.

2.- Carta no solicitada de autocandidatura. Este tipo de carta también es conocida como la carta a puerta fría. Nadie la espera, ya que no trata sobre una oferta de empleo concreta sino que demuestra el interés del candidato por pertenecer a la empresa. Es cierto que las probabilidades de que por esa comunicación se inicie un proceso de contratación suelen ser remotas.Pero todo suma en el proceso de encontrar trabajo y una carta elaborada con nuestra mejor disposición, mostrando nuestros puntos fuertes, disponibilidad y ganas de trabajar puede abrirnos esa puerta de la contratación.

Importante: a la hora de describir nuestras habilidades, conviene no abandonar la humildad y la honestidad. Recargar nuestro abanico de skills podría resultar ostentoso y generar cierto rechazo. No olvidemos que los reclutadores, ya sean jefes de departamento, directores o personal de recursos humanos, son personas ante todo.

3.- Carta de recordatorio y actualización. La podríamos bautizar también como la carta refresco, la carta actualización o la carta F5. Es una comunicación destinada a interesarnos por la evolución de la empresa con la que se mantiene o mantuvo cierta relación. También, conocer la fase en la que se encuentra y recordar nuestra disposición, si así es, de incorporarnos a ella ya sea de manera total y presencial o parcial o telemática.

No se pierde nada con ella; al contrario, aunque en ese momento no haya ninguna vacante, siempre es un gesto elegante y una manera de postularse para futuras oportunidades laborales. Ante la duda, ¡manda esa carta! En este caso, se puede escribir como e-mail normal, mientras que en los dos casos anteriores es recomendable que el documento vaya adjunto, pues destaca el contenido de la carta de presentación.

No te olvides de tener actualizados los perfiles de las redes sociales, sobre todo aquellas más destinadas a la búsqueda de empleo, ya que este contacto es una nueva oportunidad para que se analice tu perfil profesional.

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