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Para el sector aeroportuario la buena gestión de los Recursos Humanos es muy necesaria para conseguir el más adecuado funcionamiento de las organizaciones. Con la introducción de la tecnología se ha facilitado el trabajo diario de los trabajadores, aunque contar actualmente con una plantilla correctamente formada, motivada y capacitada permite conseguir el éxito en todas sus líneas de negocio.

Es por este motivo que uno de los puntos más importantes en la gestión de Recursos Humanos en este sector es la política formativa que se lleva a cabo. La alineación entre los objetivos políticos y humanos y la estrategia de la organización aeroportuaria resulta esencial y el puente de unión es la formación para contribuir con la transformación de la cultura organizativa y con la modernización de la gestión de los profesionales del talento, incrementando la motivación, el compromiso e implicación y el desarrollo de las capacidades profesionales.

Sin ir más lejos, AENA gestionó un total de 335.905 horas de formación, 195.062 de forma presencial y 140.843 online, para un total de 7.608 personas en 2018 a través de dos programas específicos:

– Mentoring. El objetivo es impulsar la implantación de los mecanismos que favorezcan la transferencia de conocimiento y desarrollo de competencias para el liderazgo; y favorecer el compromiso, la transformación cultural y el networking interno.

 – Coaching. En 2018 se realizaron 15 procesos; 14 individuales (6 mujeres y 8 hombres) y un coaching de equipo. Entre todos los procesos, se acumulan 141,5 horas de coaching en AENA.

Además, se apostó por programas formativos en idiomas, sobre todo el inglés, planes en mejoras de las competencias conductuales para coordinadoras, ofimática y formaciones conductuales y técnicas para titulados.

Con este ejemplo se hace constar de que la formación para el sector aeroportuario es básica para continuar desempeñando de manera exitosa las funciones diarias y conseguir los objetivos a largo plazo.

Beneficios de la formación

El aprendizaje continuo permite desarrollar nuevas tecnologías y técnicas de trabajo para mejorar los procesos de la empresa y seguir siendo competitivos. Estos son algunos de los beneficios que las compañías pueden obtener al velar por la formación de sus empleados:

Aumento de la productividad. Si los empleados pueden optar a cursos regulares formativos permite que los conocimientos y las técnicas aplicadas estén actualizadas, lo que genera en una efectividad muy destacable y, por tanto, en un aumento de la productividad.

Mayor competitividad. Ante una realidad laboral en constante cambio, es importante que la plantilla de trabajadores tenga la capacidad de adaptarse a la transformación evolutiva natural que demanda el mercado, de esta manera siempre se mantendrán ante la presión de la competencia. 

Trabajadores motivados. La renovación y la puesta en marcha de nuevos contenidos al servicio de los empleados implica mantener la motivación de los mismos para que puedan desempeñar sus funciones de manera ágil y eficiente, además de evitar que caigan en la desidia de la rutina.

Aumento de compromiso. El profesional que percibe que la compañía destina un esfuerzo en su formación responde por igual, lo que se traduce en un mayor compromiso y lealtad de los trabajadores hacia la empresa.

Mejora la imagen de la empresa. Los trabajadores motivados y comprometidos son los mejores embajadores de marca de las organizaciones. Además, la participación de los trabajadores en cursos, seminarios, conferencias o mesas redondas, entre otras opciones formativas, ayuda a proyectar la mejor imagen de la empresa hacia el exterior.

Aumento de la versatilidad. La formación ampliada puede fomentar que los empleados obtengan conocimientos de diferentes campos más allá de cada una de sus especialidades, lo que fomentará la creación de equipos de trabajo multidisciplinares y versátiles y la coordinación entre departamentos.

Ventajas para los trabajadores del sector aeroportuario

En este proceso formativo no sólo las compañías obtienen beneficios, los propios empleados ven sus aptitudes laborales mejoradas obteniendo una serie de ventajas:

– Aumenta su participación e implicación.

– Potencia su eficiencia en los puestos trabajo.

– Aumenta las responsabilidades.

– Posibilita el ascenso y la mejora de las condiciones laborales.

A modo de conclusión, para el sector aeroportuario apostar por un plan formativo completo y adaptado a los empleados ofrece grandes posibilidades a las compañías en temas de crecimiento, consecución de objetivos e imagen de marca, así como contar con profesionales motivados con aptitudes actualizadas.