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networking

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Si bien internet nos habla de -net, es decir, de ese mundo en red, y podríamos pensar también que la definición de networking es algo reciente, propio de la era de las nuevas tecnologías, lo cierto es que es un concepto bien antiguo. Hay autores que lo ubican casi en el surgimiento de la Revolución industrial, cuando se generan nuevas relaciones comerciales y se hace necesario no solo fabricar productos, sino darlos a conocer a través de gente implicada en las diversas etapas que llevan a la venta.

Porque ya desde aquella noche de los tiempos se entendió que se necesita de los demás para prosperar. Que el trabajo (working) sin red (net) es baldío, y por tanto comienza entonces también la historia de la comunicación, de la publicidad, del marketing. Sin perder de vista algo tan importante como la red de contactos, fundamental para que una empresa prospere y amplíe su público, su influencia, su presencia, su posicionamiento.

¿Qué es el networking?

Vayamos a la raíz del término, de ese término formado, a su vez, por dos voces inglesas, como vimos, net y working, red y trabajo, que se traduce habitualmente como red de contactos.

El networking o networking empresarial hace referencia a la creación de esa cartera de contactos de carácter profesional y a las acciones encaminadas tanto a su creación como a su mantenimiento. Es decir, el networking requiere de una actitud proactiva para que surta efecto y se traduzca en nuevas oportunidades laborales y de negocio para tu empresa.

¿Para qué sirve el networking?

Tradicionalmente, se asocia el networking a la búsqueda activa de empleo, como una herramienta para conocer perfiles profesionales afines y que estén situados en el mismo sector profesional. Es decir, tratar de tú a tú a actores bien posicionados dentro de un nicho concreto nos abrirá puertas para posibles contrataciones o cambios de empresa, ya que nos facilitarán información privilegiada o de primera mano sobre nuevos procesos de selección o proyectos, en curso, pero las ventajas del networking van más lejos.

Porque, más allá de esos objetivos concretos que, en efecto, pueden ser efectivos para encontrar trabajo, el networking te abre también al capital social, un concepto más amplio y rico que se puede traducir como una “red sana y cultivada” cuyos beneficios se colocan más en el largo plazo y a veces son tan inmateriales como la pertenencia a un grupo, el estatus social, y la satisfacción de formar parte de una comunidad que generar un bien a la sociedad con su trabajo. Ya lo dice el título de este post: algo más que contactos.

¿Cómo se hace el networking?

El networking ha evolucionado desde aquellos tiempos remotos de la Revolución industrial, o más lejos aún, de las ferias comerciales y de ganado de la Edad Media, que también daban pie a unas formas básicas de networking.

La irrupción de internet y las redes sociales ha cambiado para siempre las reglas del networking, por lo que es difícil definir un modus operandi para el networking sin tener en cuenta las distintas plataformas en las que se desarrollan, cultivan, fomentan y también captan esos contactos.

Estrategias de networking

Por eso, las distintas herramientas relacionadas con el networking tienen un alcance distinto, como vemos  a continuación.

  • Cuidar la imagen. Tanto la digital, como la offline. Vivimos en un mundo en el que el concepto de marca personal cada vez tiene más importancia en una sociedad interconectada, global y exigente. De ahí a que ofrecer una imagen atractiva no sea solo un elemento de seducción en sí, sino que significa que uno está comprometido con su trabajo, que aspira a la calidad, cuando no a la excelencia.
  • Trabajar las redes sociales y los contenidos que publicamos. Para ello, es bueno conocer las distintas potencialidades de cada red social, los contenidos que mejor se adaptan a ellas y el potencial que le puede dar a tu empresa, tu producto o tu propia persona, ya que el networking conecta, ante todo, personas con personas.
  • Interactuar. Quien no siembra no recoge en el mundo del networking. De ahí que no basta con subir contenidos si luego no hay una interacción, cercana, próxima y desinteresada. Porque si bien hay un interés, este se desarrolla en el largo plazo, y se atiene más a valores positivos y de curiosidad que a ambición o, mucho menos, codicia. El interés sano por la actividad de los demás se traduce en capital social y, además de poder generar buenos contactos, contribuye a crear y fomentar las buenas relaciones en el trabajo.

Tipos de networking

Como adelantamos antes, hoy los tipos de networking se dividen según el escenario en que se desarrollan, ya sea en el entorno online o de manera presencial, donde encontraremos características del networking diferentes para cada caso.

Para conocer cómo funciona el networking online es necesario tener en cuenta a las redes sociales y, en concreto, a una creada ex profeso para ello: LinkedIn. Ya su propio nombre habla de enlazar, de conectar, y crear comunidad en torno a intereses profesionales comunes, así como intercambiar información relativa a eventos, seminarios, jornadas y, eventualmente, ofertas o demandas de empleo. Para networking en procesos de emprendimiento es la herramienta ideal, ya que ayudará a encontrar apoyos concretos y a situar a aquellas personas con las que establecer sinergias.

También otras redes, como Facebook, Twitter e Instagram, son a su vez herramientas muy útiles para nutrir nuestra red de contactos. Sobre todo para aquellas profesiones que permiten la exposición de la actividad, algo habitual entre creadores autónomos como pueden ser escritores, articulistas, diseñadores, ilustradores o cocineros, para los cuales este tipo de redes sociales enfocadas al ocio son la mejor plataforma para el networking, que en este caso se conoce también como networking 2.0.

Respecto al networking presencial u offline, aquí entran en juego otros elementos que tienen que ver con los eventos. Veamos algunos ejemplos de este tipo de networking en el siguiente epígrafe.

Ejemplos de networking

El networking en marketing tiene muy presente la vertiente presencial u offline, que actúa como complemento del networking online. Ambas maneras de relacionarse deben trabajarse de modo coordinado y con parecida dedicación. Si se realiza un evento en un salón de actos, esta acción de networking será a su vez comunicada por las distintas redes sociales, en una acción que puede tener tanto valor como el acto presencial en sí.

Dicho esto, algunos ejemplos de networking presencial, muy importantes para granjearse contactos de calidad, son los siguientes:

  • Presentación de producto. Ya sea un producto de la propia empresa, un lanzamiento, o un libro relacionado con la actividad de la empresa, este tipo de eventos sociales generan buenas ‘vibras’ y permiten actuar entre la gente de modo distendido, sobre todo si al final del acto hay un momento para compartir un aperitivo.
  • Celebración de eventos con motivos de aniversario, cambio de sede, ampliación de capital, etc. Cualquier excusa es buena para organizar un evento, y para ello es importante hacerlo lo más atractivo posible, de modo que se pueda sumar aquel público que nos interese. Aquí nos interesa más la calidad que cantidad, es decir, no se trata de llenar por llenar el aforo, sino de invitar y lograr la asistencia de aquellos agentes que nos interesan. Herramientas como el save the date y la confirmación de asistencia son útiles.
  • Participación en espacios de co-working. Estos espacios de trabajo compartido son idóneos para extender las redes del networking empresarial (y personal). Conscientes de ello, este tipo de espacios crean actividades destinadas a que los distintos emprendedores se conozcan entre sí, como rondas de presentaciones, comidas conjuntas y otro tipo de actividades encaminadas a ello, como el speed networking, versión laboral del speed dating.
  • Actividades de team building con otras empresas. Reunir a empresas que más que competir por objetivos comparten intereses es una idea estupenda para crear un caldo de cultivo favorable no solo para aumentar la cohesión de los equipos, sino a crear relaciones que den lugar a futuros contratos de colaboración.

Si bien las máquinas y la Inteligencia Artificial aparejada a ellas a menudo pueden sonar a amenaza, el factor humano sigue siendo fundamental a la hora de llevar a cabo acciones clave en el camino empresarial. De ahí que el networking siga siendo una herramienta vigente y de crucial importancia para la sostenibilidad y crecimiento de las empresas.

Ahora que ya conoces lo que es el networking, puedes ponerte manos a la obra.