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Tiempo de lectura: 6 minutos.
El talento es, sin duda, la pieza clave para el correcto desarrollo de una empresa. De su bienestar depende -en gran medida- la reputación de la organización, además de su productividad y resultados. Por ello, las compañías son cada vez más conscientes de la necesidad de lograr que sus profesionales vivan la mejor experiencia posible durante toda su relación laboral, un esfuerzo que repercute más que positivamente sobre el employer branding.
Pero ¿cómo se puede mejorar la experiencia del talento? Es necesario partir de una cultura organizacional que ponga en el centro el valor humano, para que cada paso hacia adelante en la implantación de nuevas tecnologías y estrategias sirva para fomentar un salto cualitativo en el entorno laboral.
¿Qué es la experiencia del empleado?
Cuando hablamos sobre la experiencia del empleado en la empresa u organización, nos referimos a la percepción que estos tienen sobre la empresa en la que trabajan. Es importante tener en cuenta que no solo influye en el comportamiento y compromiso de los empleados, sino también en cómo se percibe la empresa y su employer brand de puertas hacia afuera. La experiencia del empleado puede impactar tanto positivamente como negativamente, por ello contar con una adecuada estrategia de employee experience es fundamental para potenciar y fidelizar a sus trabajadores a la vez que se convierten en empresas más competitivas.
¿Por qué es importante la experiencia del empleado?
Como ya hemos comentado, si la experiencia de empleado es positiva, los trabajadores tienden a encontrarse más motivados, cómodos y comprometidos con sus tareas laborales. Además influye en el desarrollo y crecimiento del sentimiento de pertenencia a la organización que se traduce en empleados fidelizados. Todo lo nombrado anteriormente se ve reflejado de forma directa en la productividad de los mismos. A mayor motivación y compromiso, mayor productividad. Esto convierte a las empresas que cuentan con estrategias destinadas exclusivamente a mejorar la experiencia de sus empleados en compañías más rentables y competitivas que aquellas que no cuentan con ellas.
¿Cuántos elementos componen la experiencia del empleado?
A la hora de diseñar y desarrollar la experiencia del empleado es importante identificar cuáles son los principales elementos que la componen. Una vez identificados será más fácil plantear una estrategia que recoja todos aquellos aspectos que no deberían faltar para ofrecer una experiencia del empleado óptima y satisfactoria.
En primer lugar es vital tener en cuenta y conocer las percepciones que los empleados se forman sobre la empresa desde el primer contacto que estos tienen con ella hasta que se incorporan y pasan a formar parte de la misma o dejan de trabajar en ella. Es decir, hay que cuidar todos los puntos de interacción entre candidato, empleado y empresa.
También es importante tener en cuenta otros factores como factores físicos, culturales o tecnológicos que del mismo modo van a influir en la experiencia del empleado. Nos referimos a factores físicos por ejemplo: silla y escritorio adecuados, iluminación, temperatura… Es decir, es el entorno físico donde los trabajadores desarrollan su actividad. Deben ser entornos que promueven la creatividad y el bienestar aumentando así la productividad de los equipos. Factores culturales, en línea a la misión, visión y objetivos de la compañía en relación a lo que se espera del empleado o empleada en su puesto de trabajo. Por ejemplo, esto puede verse reflejado en aspectos como la estructura, jerarquía o liderazgo que compone la organización. Y, por último, también hay que tener en cuenta los factores tecnológicos que cada día cobran una mayor importancia. Es fundamental que los empleados cuenten con todas las herramientas necesarias para poder realizar correctamente sus tareas. Las empresas deben estar al día de los avances tecnológicos y necesidades que puedan surgir como consecuencia de estos para que sus empleados siempre dispongan no solo de las herramientas, sino también de las facilidades que estos avances traen consigo como por ejemplo el teletrabajo.
Es interesante dentro del diseño de la estrategia de la experiencia del empleado contemplar la fusión o combinación de las tareas tradicionales de los equipos de RRHH con soluciones digitales que faciliten, por ejemplo, la realización de una encuesta de satisfacción más eficiente o la implementación del marketing dentro de sus estrategias convirtiendo el employee experience en una experiencia similar a la que se trabaja para conseguir una excelente y satisfactoria experiencia del cliente. En la mayoría de los casos los métodos que se aplican para la experiencia de cliente son replicables para trabajar y mejorar la experiencia del empleado.
Gestión de la experiencia del empleado
La experiencia del empleado se crea a partir del primer contacto empresa - candidato, por ello es muy importante, como organización, preocuparse por realizar una adecuada gestión del employee experience donde se contemplen todas las fases del proceso, desde que el candidato envía su candidatura hasta que se incorpora en la empresa o se marcha de esta. Por ello, se ponen en marcha estrategias dirigidas exclusivamente a ofrecer una experiencia de empleado positiva y satisfactoria que ayudan tanto a corto, medio y largo plazo a fidelizar a los empleados y aumentan su motivación.
Factores que contribuyen a la experiencia general de los empleados
El último estudio sobre Employer Brand de Randstad revela que los 5 factores más importantes para los empleados a la hora de elegir una empresa son: salarios y beneficios atractivos, conciliación de la vida profesional y personal, ambiente de trabajo agradable, seguridad laboral y desarrollo profesional. Estos factores coinciden con los atributos más importantes para aquellos empleados que deciden no cambiar de empresa (87% se quedaron en su empresa en el segundo semestre de 2021). Por lo que como empresa, poner en valor e invertir recursos y esfuerzos en estos factores te ayudarán a mejorar la experiencia general de los empleados de la compañía.
Cómo mejorar la experiencia del empleado
Para poder trabajar y mejorar la experiencia del empleado es importante tener en cuenta factores como los que ya hemos comentado anteriormente. No obstante, también es interesante contemplar otros consejos relaciones como por ejemplo la automatización, consiguiendo así mejorar y agilizar procesos, estimular y promover la comunicación entre empleados, independientemente de las jerarquías o departamentos, escucha activa tanto interna como externa, facilitando así conocer las necesidades y demandas de los empleados pudiendo responder ante estas de la forma más adecuada. Revisar los estilos de liderazgo que se dan en la organización, delegar o empoderar a los equipos de trabajo son también algunas de las mejoras que pueden llevarse a cabo para garantizar la mejor experiencia del empleado.
Employee Centricity
El Employee Centricity es la estrategia que coloca a las personas en el centro de la organización. Persigue involucrar, empoderar y motivar a los profesionales con el objetivo de mejorar su Employee Experience y, en definitiva, garantizar su bienestar.
Uno de los principales embajadores de una compañía son sus propios empleados, por ello estos juegan un papel fundamental dentro de las mismas. Un trabajador se sentirá más comprometido con la empresa si está motivado y contento en su puesto de trabajo. Un compromiso recíproco entre el talento y la empresa garantizará los mejores resultados.
Desde la propia selección y hasta el fin de la relación laboral, cada día resulta crucial en la fidelización del talento, algo que solo puede lograrse mediante la constancia. El Employee Centricity plantea una evolución de los modelos organizacionales verticales y jerárquicos hacia una redarquía que impregne cada fase de los procesos productivos desde sus raíces.
En este punto es interesante tener en cuenta que como empresa contar con estrategias de employee centricity no solo beneficia al entorno laboral, si no que también influye en el employer branding de la misma convirtiéndose en una empresa de gran atractivo para potenciales empleados.
Cómo establecer una estrategia Employee Centricity en 10 pasos
La filosofía que promueve el Employee Centricity se basa en la máxima de que los colaboradores felices generan clientes felices. Es una estrategia que eleva las necesidades del talento al nivel de las propias necesidades de los clientes o consumidores. Prioriza su bienestar y lo hace de una forma activa y consecuente desde diversas acciones:
- Escuchar activamente a los profesionales:
Las buenas ideas pueden surgir en cualquier escalón del esquema organizativo. Desde el talento junior hasta el más experimentado, en una estrategia Employee Centricity todas las personas son igual de valiosas. Pero no solamente es necesario escuchar sus aportaciones, sino también atender a sus expectativas, intereses y necesidades. Así se le podrán proporcionar las herramientas y condiciones necesarias para desarrollar con éxito sus funciones, además de alentar su crecimiento. Es uno de los pasos fundamentales para garantizar un entorno sociolaboral psicológicamente saludable.
- Involucrar al talento en el diseño y desarrollo de los planes:
El Employee Centricity apuesta por un giro en la organización empresarial, una reestructuración de la clásica jerarquía de liderazgo vertical o autoritaria. Propone una descentralización del poder a favor de los profesionales, que adquieren una mayor responsabilidad y participación en el diseño y desarrollo de planes, además de una mayor autonomía. Es el llamado empowerment o empoderamiento del talento, al que se le proporciona un nuevo papel en la empresa con un carácter más activo, lo que ayuda a visibilizar sus capacidades e incrementa su compromiso y motivación.
- Implementar nuevas fórmulas de trabajo:
Las organizaciones empresariales están cambiando y parte de esa evolución se debe precisamente a la creciente preocupación por el bienestar del talento. El futuro tiende hacia la horizontalidad en la gestión del liderazgo. Un ejemplo de ello son las organizaciones Teal, que proponen un entorno dinámico como un organismo vivo en el que el talento es la pieza clave y su realización profesional, un objetivo prioritario.
- Contar con la colaboración de los Managers:
El papel del líder empresarial se transforma, debe convertirse en un promotor activo de los valores Employee Centricity y el máximo responsable de la consecución del óptimo entorno laboral. La mentalidad de “jefe” deja paso a la de GeFe, un gestor de felicidad que conoce las necesidades de su talento y colabora con él mano a mano para cumplir juntos los objetivos marcados.
- Ganar agilidad y flexibilidad:
La capacidad de adaptación a los cambios resulta fundamental en medio de un mercado competitivo en el que quedarse atrás supone perder oportunidades. Nuevas tecnologías, nuevos perfiles profesionales y nuevos métodos de trabajo se abren camino para agilizar los procesos productivos sin perder la calidad de los resultados. Con un marcado carácter Employee Centricity se erige la filosofía Agile, que sitúa a las personas en el centro. Son ellas las que tienen la capacidad de valorar y decidir los caminos a seguir en base a los resultados que se van obteniendo.
- Cuidar la relación con los empleados y colaboradores en todas sus fases:
En un entorno en el que las personas son el centro de la estrategia, no cabe una competitividad tóxica ni el distanciamiento entre equipos. La comunicación y una buena relación entre los diversos profesionales resultan claves para fomentar un entorno laboral agradable y productivo. Técnicas como el Team Building o el Bridge Building persiguen la mejora de las relaciones laborales mientras se logran soluciones transversales a las distintas situaciones que puedan plantearse.
Por parte de los líderes de una organización también debe existir un diálogo y una preocupación por el bienestar del talento, desde su onboarding hasta su desvinculación. Una alta calidad en las relaciones interpersonales entre equipos y líderes garantiza una grata experiencia laboral y, en consecuencia, una percepción positiva de la empresa como entorno laboral.
- Diseñar planes de talento personalizados y adaptados a las necesidades de cada profesional:
Cada profesional puede contar con unas aptitudes, expectativas y necesidades diferentes, por lo que tratar de ofrecer la mejor experiencia laboral posible implica actuar desde esa individualidad. En una estrategia Employee Centricity, el plan de actuación confiere al profesional el mismo protagonismo que al cliente. Definir los diferentes targets “Employee Persona” puede resultar muy útil para planificar y generar momentos especiales adaptados a cada perfil, denominados “wow moments”.
Más personalizada es la novedosa herramienta de Recursos Humanos Employee Journey Map, que analiza el recorrido de cada profesional para identificar todos los impactos positivos y negativos que pueda tener la empresa sobre él, con el fin de limar obstáculos e incentivar su bienestar. Desde reconocimientos hasta un plan formativo o de carrera, son numerosos los alicientes que contribuyen a lograr la óptima experiencia.
- Aprovechar los beneficios de la tecnología:
La progresiva digitalización de las empresas de todos los sectores, no solamente del tecnológico, se ha convertido en una gran aliada en la búsqueda del éxito. Las soluciones tecnológicas se convierten en una herramienta que además de acelerar los procesos productivos, facilitan el trabajo a los profesionales y permiten atender a sus necesidades de forma personalizada. El teletrabajo es una de las posibilidades, especialmente en sectores muy digitalizados, que ofrece una mayor autonomía y libertad al profesional.
- Fomentar la innovación en el ámbito de RRHH:
En la misión de configurar el mejor entorno laboral posible, los departamentos de Recursos Humanos deben convertirse en mucho más que un equipo dedicado a la selección y promoción de candidatos. La clave reside en apostar por nuevas metodologías centradas en el diseño de experiencias más atractivas y motivadoras para el talento, como es el Design Thinking.
- Utilizar el marketing como referencia:
Del mismo modo en que el marketing persigue la atracción de los clientes, sus estrategias aplicadas a los Recursos Humanos se convierten en una herramienta idónea para atraer el talento e implantar procesos y metodologías que contribuyan a conocer, personalizar y mejorar su experiencia.
Procurar un Employee Experience óptimo es el requisito indispensable en la misión de lograr un excelente Employer Branding. Captar y fidelizar a los mejores profesionales es garantía de éxito y para lograrlo es fundamental contar con una reputación intachable. El talento puede convertirse en el mejor embajador de la marca, no solamente de cara a futuras incorporaciones, sino también desde la perspectiva social. Una organización que vela por el bienestar de su talento es una organización que ofrece un gran valor añadido marcado por la ética y la integridad.
Si quieres cuidar de tu talento mientras ves crecer tu Employer Branding, en Randstad podemos ayudarte.
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