Beneficios del trabajo por objetivos
Tiempo de lectura: 6 minutos.
Qué es el trabajo por objetivos
¿Alguna vez has trabajado en base a objetivos? Se trata de una modalidad cada vez más arraigada en el mercado laboral que pretende mejorar los índices de productividad dentro de las empresas ya que este sistema puede servir de ayuda para aumentar la productividad en el trabajo y mantener a sus equipos motivados.
Las compañías que han adoptado este esquema de trabajo ofrecen a sus equipos retribuciones variables dependiendo del trabajo realizado y los objetivos alcanzados, nunca en función de las horas empleadas para conseguirlos, sino que esta modalidad mide el trabajo por objetivos y no por horas.
Trabajar por objetivos puede resultar una muy buena estrategia para aquellas organizaciones que quieran contar con resultados medibles ya que les va a permitir evaluar de forma objetiva los diferentes aspectos relacionados con la tarea a desempeñar por el trabajador.
Para establecer objetivos realistas y medibles en este modelo de trabajo es necesario definir cuáles son los KPI (Key Performance Indicators o indicadores clave del rendimiento). Es recomendable dedicarle el tiempo necesario a este punto ya que nos servirá como fuente de datos para la posterior evaluación de resultados.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que por las propias particularidades que implica este modelo, el trabajo por objetivos no es aplicable a todos los sectores ni a todas las profesiones.
¿En qué sectores es funcional el trabajo por objetivos?
No todos los sectores pueden aceptar esta metodología de trabajo ya que, entre otros motivos, la calidad del trabajo desarrollado podría verse comprometida. Esto ocurre en sectores como el de atención al cliente, servicios o procesos productivos industriales.
No obstante, otros profesionales como los agentes comerciales o los integrantes de equipos de marketing, sí podrían adaptar su metodología de trabajo al trabajo por objetivos convirtiéndose este en el sistema de trabajo más funcional para la productividad de las empresas en las que trabajan.
Barreras del trabajo por objetivos
El número de empresas que motivan a sus empleados con el trabajo por objetivos está aumentando día a día. Es cierto que para los trabajadores esto puede suponer un gran cambio a la hora de desempeñar sus funciones, pero, tanto para la empresa como para las personas que forman parte de ella el trabajo por objetivos puede ofrecer grandes ventajas, una vez adaptados a los cambios que esta metodología implica.
Los cambios más destacables son la gestión del tiempo y el espacio de trabajo.
- En el primero de los casos, la gestión del tiempo de trabajo pasa a manos del propio trabajador. Es este quien administra su jornada para cumplir con los objetivos establecidos, por lo que no tiene que ceñirse a un horario rígido.
- En el segundo, el espacio de trabajo, este puede verse afectado en los casos en lo que se implemente el teletrabajo.
Para la correcta implantación del modelo de trabajo por objetivos tanto las empresas como los profesionales deberán adaptarse a estos cambios de la manera más ágil posible.
5 beneficios de trabajar por objetivos
Sabemos que el trabajo por objetivos y no por horas resulta más motivador, fomenta la competitividad y, además, logra que los equipos se involucren en mayor medida con su trabajo. Pero, ¿qué otros beneficios aporta?
- Contribuye a la eficiencia: las personas deben ser conocedoras de que el trabajo estará completado cuando se cumpla con los objetivos y que, por haberlo realizado satisfactoriamente, recibirán incentivos. Esta es una forma de recompensar la eficiencia, lo que ayudará a potenciar y a mejorar los ratios de productividad.
- Motiva a las personas: esta modalidad afecta directamente a la psicología de los empleados, que se verán más motivados con este estilo de trabajo, puesto que pueden llegar a conocer sus verdaderos límites, descubrir sus capacidades y desarrollar un alto grado de autonomía.
- Mejor control de los resultados: resulta más sencillo medir los resultados, tanto para el talento como para su líder. La competitividad de la empresa puede aumentar considerablemente gracias al trabajo por objetivos, puesto que se podrá analizar de forma efectiva la eficiencia de las tareas realizadas.
- Potencia el desarrollo de talento: al realizar un seguimiento por objetivos de los procesos de trabajo, es más sencillo identificar a los empleados con mejores resultados. Si son varias las personas que ocupan el mismo puesto con unas tareas parejas o similares, analizar los resultados en cuanto a calidad y productividad, ofrece una inmejorable oportunidad de descubrir qué empleados son los más eficientes.
- Diferencia clara de roles: en ocasiones, el talento no es plenamente consciente de su función dentro de la empresa, ni de lo importante que resulta su trabajo para los objetivos globales de la compañía. En este sentido, el empleo orientado a resultados contribuye a establecer una diferenciación clara en las funciones de cada persona, delimitando las responsabilidades y mostrando de forma transparente su contribución al éxito de la empresa. De esta forma, el empleado sabrá qué es lo que se espera de él y se fomentará la sensación de orgullo en el profesional, al conocer exactamente cómo ha contribuido al buen desempeño general de la organización.
Desventajas del trabajo por objetivos
Sin embargo, no todos los aspectos del trabajo por objetivos en una empresa son positivos. También pueden presentarse algunos inconvenientes. Estas son algunas de las desventajas de trabajar por objetivos:
- Mayor competitividad entre compañeros: trabajar por objetivos puede servir de ayuda a la empresa para conocer qué empleados son más eficientes y premiarlos por ello. Pero esto puede generar cierta competitividad entre los compañeros que si no se gestiona correctamente puede empeorar el clima laboral.
- Menor control sobre los empleados: la autonomía que proporciona este modelo de trabajo por objetivos puede influir en la pérdida de control por parte de los supervisores. Por ejemplo, pueden desconocer el horario de trabajo de sus empleados. Los trabajadores deben demostrar que hacen un uso responsable de su tiempo.
- Requiere más recursos para la medición de resultados: necesita invertir en recursos que ayuden a medir la consecución de objetivos ya que a veces resulta muy complicado medir los resultados y compararlos con los objetivos.
- Puede incrementar el sentimiento de estrés laboral: tener que cumplir con ciertos objetivos e intentar ser el mejor a veces puede generar estrés y conflictos en el equipo. Incluso puede verse disminuida la colaboración y cooperación del equipo ya que cada miembro se centra en su propio desarrollo.
- Puede verse afectada la calidad: por querer cumplir con los objetivos no se presta ni la atención ni el tiempo necesario a las tareas.
Ejemplos de trabajo por objetivos
Un ejemplo muy común y sencillo que refleja cómo es el trabajo por objetivos es la labor de un comercial o un promotor que, por norma general, cuanto más venden más cobran.
Otro ejemplo donde también puede aplicarse es en una oficina, eso sí, solo si la naturaleza de su actividad permite establecer objetivos medibles. En este caso, se fijan metas mensuales con las que los empleados tienen que cumplir. Por ejemplo, en un departamento de marketing digital pueden fijar un objetivo de captación de X leads al mes. No es necesario que dediquen 8 horas al día a ello, simplemente que a final de mes se alcance o supere el objetivo marcado.
En conclusión, esta forma de trabajar permite que el empleado se organice según crea más conveniente, ya que es dueño de su propio tiempo. Esto facilita la conciliación de la vida laboral y profesional y aumenta su motivación que, como ya sabemos, se traduce en una mayor productividad.